lunes, 29 de junio de 2009

Proteger el corazón

El amor nos pone trampas. Buenas y malas y son experiencias que a futuro nos sirven. El pasarlas es una tarea muy complicada, ya que en el medio dejamos demasiado de nosotros. Sentimientos, sueños, proyectos y cantidad de cosas. Dolor es lo que nos da al alejarnos ya que vemos que hemos fracasado. Otra pérdida más y no queremos seguir así.
Cuál es el límite para perder? Cuándo dejaremos de dar lástima y miraremos hacia adelante y con la mirada alta? No es necesario ver nuestros pasos; ya tropezamos, ya nos caímos y sabemos lo qué es. Deberíamos hacer como los no videntes, caminar y guiarnos por sensaciones, olores y demás.
Protejamos lo más valioso que tenemos. Pongamos rejas, cercas, alambres de púas; no dejemos que nadie más nos haga daño. Somos débiles y nos vemos indefensos y quizás, en nuestro interior sepamos que no tendremos fuerzas para tener otro fracaso, otra pérdida. Hagámonos valer. Esperemos más del otro, que se la juegue por nosotros y al estar seguros de su amor, ahí empecemos a soltar cariños y demás. Invertir en el amor es maravilloso, nos reconforta, nos llena de paz. Seamos avaros con lo que ofrezcamos, nuestro corazón ya no soporta más golpes.
Un día despertarás y no tendrás ganas de nada, el clima no te ayudará y tu ánimo estará por el piso. Pero aparecerá esa persona que insistirá en verte. Harás un pequeño esfuerzo y dudarás, pero mientras pasan las horas mirarás al cielo y verás que está cambiando, que es una especie de señal y te dejarás llevar. Vas a encontrarte con ese ser que te querrá por siempre, al que gracias a vos, ha vuelto a creer, a sentir, a que todos los prejuicios son tan infantiles que estaría dispuesto a abandonarlos, si es que eso te hace daño a vos. Esa persona estará siempre que la necesites. Tendrá el título que quieras y te querrá, hasta es probable que te ame. Porque lo merecés. Porque ya te cansaste de vivir en el pasado.
Dejate querer por las personas que están a tu alrededor. Hay mucha gente que te adora. Dejate amar. Y compartí tu felicidad. Es bueno contagiar esperanzas. El amor no es malo ni hace daño. Descubrilo. Hay alegría en todo lo bueno.
Te amo. Esas 2 palabras que te llegan y te hacen vibrar, las podés tener por siempre.
MARIANO SANTORO

jueves, 25 de junio de 2009

Baño de lluvia

Dicen que la lluvia es algo muy romántico. Que cuando uno está solo, puede disfrutar de verla correr por los vidrios; te deja llevar, te transporta, te hace imaginar y fantasear. Cuando estás con tu pareja, es la mejor melodía que pueda existir, ya que te da tranquilidad, es el tono justo e ideal para hacer el amor.
Si estás en la calle y te toca, es probable que sientas esas enormes ganas de mirar hacia el cielo y cerrar los ojos y dejarte mojar el rostro, de sentirte libre y en paz. Te relaja. Esa lluvia viene de un lugar perfecto, no tiene maldad y te da un baño necesario ante tanto negativo que puedas llegar a tener, te limpia de impurezas.
Alguna vez leí: "Cuando llueve, alguna gente siente la lluvia y otros, simplemente se mojan". Es así, la lluvia es una experiencia que todos estamos al alcance, pero muy pocos la disfrutamos. Dejemos que esas gotas nos invadan y nos saquen la suciedad que acumulamos en este tiempo. Limpiemos nuestra alma, nuestro corazón. Renovemos esperanzas, sentite nuevo, con fuerzas, con un nuevo empuje hacia todo lo positivo.
Hay mucho misterio en sus gotas y dale el color que quieras, el que más te guste. La vida te sorprenderá y quizás valores a lo que ya le habías perdido el sabor, el gusto. Mojate y dejate guiar hacia ella.
Nunca quise causarte ninguna pena,
nunca quise causarte ningún dolor,
sólo quería verte una vez reír,
sólo quería verte reír bajo la lluvia púrpura.
Lluvia púrpura, lluvia púrpura.
Lluvia púrpura, lluvia púrpura.
Lluvia púrpura, lluvia púrpura.
Sólo quería verte bañándote bajo la lluvia púrpura.
Nunca quise ser tu amante de fin de semana,
sólo quería ser alguna clase de amigo;
nena, nunca podría robarte de otro,
es una lástima que nuestra amistad tuviera que terminar.
Lluvia púrpura, lluvia púrpura.
Lluvia púrpura, lluvia púrpura.
Lluvia púrpura, lluvia púrpura.
Sólo quería verte bajo la lluvia púrpura.
Cielo, yo sé, yo sé, yo sé que los tiempos están cambiando,
es hora de estrechar las manos en busca de algo nuevo,
eso quiere decir tú también;
dices que quieres un líder,
pero no parece que puedas decidirte,
creo que sería mejor que lo cerrases
y me dejes guiarte a la lluvia púrpura.
Lluvia púrpura, lluvia púrpura.
Lluvia púrpura, lluvia púrpura.
Si sabes de lo que canto aquí arriba,
ven, levanta la mano.
Lluvia púrpura, lluvia púrpura.
Sólo quiero verte, sólo quiero verte bajo la lluvia púrpura.
(en el 25 aniversario de la edición del disco de Prince: Purple Rain)
MARIANO SANTORO

viernes, 19 de junio de 2009

Cartas de amor

Uno de los mejores lugares para invertir es en el amor. Lo que el sentimiento hacia y para otra persona puede lograr, nos paga todo el esfuerzo y compromiso que hagamos. La emoción, la alegría; el despertar con una sonrisa y saber que hay alguien que te ama, que te adora y se levanta aunque no esté a tu lado físicamente, pero sabés que está.
Una desilusión, momentos soñados que seguirán siendo parte de esos sueños y que será otra la protagonista, nos duele. Nos imaginamos al lado de esa persona en miles de situaciones y lugares y nos acostumbramos. Nos veíamos como la pareja ideal. Y hoy, no está!
El amor es adictivo, es el gran juego que puede haber entre 2 personas, pero no es ningún juego el que te hieran y quiebren tus proyectos hechos en algún momento. Jugar, pero con las leyes del amor. Y es nuestro deber el mezclar y dar de nuevo. Otro rostro, otro cuerpo, otra piel, será la que nos abrigue y nos abrace cuando lo necesitemos. Otros labios besaremos y será difícil acostumbrarse; hay tatuajes que no salen, hay miradas que no son las mismas.
Proponerse un cambio; reinventarse a sí mismo; mejorar en base a tantos cambios internos que nos han golpeado. Creer, aunque cueste. Seguir soñando, ya que eso nos permite despertar alegres. Dormir y ver a nuestro lado a ese ser que nos da tanto amor y cariño. Salir a la calle con la mejor sonrisa y que vean que podemos. Que pudimos superar inconvenientes y que las cicatrices están solo por dentro. Nuestra piel camaleónica nos ha hecho fuertes y no importa si es verdad o no. Al único que no debemos mentirle es a nuestro corazón. La mente nos hará confundir, nos tirará imágenes; pero el corazón sabe muy bien lo que ha sentido; ha querido y quiere hacerlo otra vez y muchas más.
Demos de nuevo esas cartas, repartamos y tengamos fe que tendremos una buena mano. Si creés, el amor está de tu lado. Y vas a ganar siempre!
MARIANO SANTORO

lunes, 15 de junio de 2009

Angustia del ser

Alguna vez fuimos niños y mientras crecíamos, nos fuimos imaginando futuros posibles para nuestra vida. El: Qué te gustaría ser cuando seas grande? se hacía moneda corriente y por nuestra mente pasaban cantidad de posibilidades e inventábamos personajes, etc.
La adolescencia llegó y comprobamos que no todo era en tan maravilloso. Conocimos el amor hacia otra persona y nos alegrábamos y creímos que ya más nada podría superar ese momento de felicidad.
La gran prueba que la vida nos tomaba lección, era el ver si estábamos capacitados a superar algunos obstáculos. Chocamos contra paredes y nos caímos miles de veces. Aprendimos que los moretones pueden irse con el tiempo, pero el dolor del momento no nos lo quita nadie.
Tuvimos sueños, ideales, metas y se fueron desvaneciendo. El traje de superhéroe no nos quedaba bien. La arquitectura, la abogacía, la medicina, solo eran para unos pocos. El ser músico, tener una breve fama. Ser madres, padres, en fin, ser felices con un matrimonio, quizás no lo fue tanto y solamente duró hasta que dijimos basta.
Volvimos a encerrarnos en nosotros mismos y dudamos de todo y de todos; creer era algo que solo lo tomábamos a nivel religioso, pero estábamos defraudados de la gente, del ser humano y mucho más, del que se acercaba a nosotros.
Escuchamos palabras hermosas; leímos cartas, mails y mensajes de texto que nos hicieron volar; la inocencia regresó y fuimos felices pero por culpa de esa inocencia, nos dejamos estar y nos golpearon otra vez y nos dolió más, ya que la vulnerabilidad ya estaba incorporada. Lágrimas que no tenían ni la fuerza de salir y recorrer por nuestras mejillas. El corazón estaba tan golpeado que los latidos eran débiles. Aparecieron síntomas y pequeñas enfermedades nos invadían. Angustia tan profunda como lo que amamos alguna vez, con ese poder, con la fortaleza de destrozarnos y tuvimos algunas visitas como la soledad y la tristeza que venían para quedarse y aprendimos a tenerlas al lado; tan cerca, que hasta vivían dentro de nosotros.
Sufrimos y hasta perdimos el color y la noción de algunas cosas diarias.
Nada será igual y ese dolor no tiene solución inmediata; no se cura como la fiebre o una gripe. La angustia debería ser considerada grave, como varias enfermedades mortales, ya que si no la superamos, el final puede estar demasiado cerca.
Construyamos nuestro ser como arquitectos. Seamos abogados para crear leyes para que nadie vuelva a hacernos daño. Seamos médicos para recetarnos paciencia. Pongamos música para recordar que tuvimos buenos momentos.
La rueda seguirá girando. Logremos crear amaneceres propios y que cada día brille el sol interior y nos de calor y fuerza para lo que esté por venir.
No es malo pedir ayuda; lo malo sería creer que vos sola saldrás de algo así.
Abrazate a la vida. Todavía te falta ver demasiadas cosas hermosas que la vida te tiene preparada.
MARIANO SANTORO

jueves, 11 de junio de 2009

Sobre el orgullo

Orgullo, ese exceso de vanidad y de quererse uno mismo, muchas veces confundida con la soberbia, donde elevamos el ánimo y necesitamos ser el centro y el preferido de todos. Ambos, pueden ir de la mano y son extremadamente necesarios, sin caer en la adicción o en tomarlo como modo de vida, sino, sumándolo al resto de virtudes.
Cuando decidimos abandonar la soledad para empezar una pareja, vamos permitiendo situaciones con tal de no tratar de hacer daño. Damos y hacemos cosas que quizás no estén en nuestras costumbres, vamos adaptando rutinas y ofrecemos o por lo menos lo intentamos, todo de nosotros, queriendo recibir una parte de todo lo que damos y muchas veces no lo recibimos. Esperamos noticias, un llamado, un mensaje de texto, hasta algún regalo si es que se acerca una fecha en particular y la nada misma, junto al silencio es lo que viene. Se olvidan, se pierden momentos, las preocupaciones tomaron control de su mente y ya no valemos mucho. Quedamos desplazados y nos sentimos una basura. Un profundo sentimiento de angustia y pesadez nos llega y no nos hace bien y sufrimos. Sabemos que dimos lo mejor, pero del otro lado no lo han visto así.
Es nuestro derecho priorizarnos y tener orgullo propio. Hacer un balance y pensar en cada movimiento a realizar en nuestro futuro. Primero estamos nosotros y querernos y amarnos; sentirnos de la mejor manera posible, brillar por dentro y que esa luz salga al exterior. No caer de nuevo en esa trampa, no permitir que nos usen. Los sentimientos y el amor, están perdiendo validez, hemos llegado al punto en que ser descartables está bien visto. Somos pasajeros del querer en un viaje tan corto que realmente no vale el esfuerzo. Si pasaste por su vida, fuiste su pareja y por cosas del destino o quizás por no haber apostado lo suficiente, se pierde todo y el alejamiento es la única salida. Ya no importa si fuiste buena persona y si diste lo mejor. Sos un recuerdo y no valés nada. No se preocupan más, ni les importa saber si estás con vida. Pasaste por su vida, pero las huellas se borraron, se desvanecieron y el adiós, llegó.
Orgullosamente debemos levantar la cabeza, mirar hacia el futuro, renovar ganas y estados anímicos; hasta podríamos dejar caer algunas lágrimas y no sería nada raro, porque somos humanos y tenemos algo dentro de nosotros que cree en el amor y que estas cosas nos duelen y el mostrarlas está bien, para que vean que somos excelentes personas y podemos dar y hacer de todo, en nombre del amor y de querer ser feliz.
La soberbia es creer que puedo llegar a amarte como nadie lo hizo jamás y me sentiría orgulloso de ser el único en tu vida.
Transformemos el significado de cada palabra y vivamos según lo que sentimos en nuestro corazón.
MARIANO SANTORO

domingo, 7 de junio de 2009

Perdonar y olvidar

En el caso de estar solitarios, llega un día en que conocés a tu otra mitad o por lo menos eso es lo que creías. Empezás a tener ganas de saber más y más sobre su persona. Te vas acostumbrando a situaciones, a momentos y la alegría se instala en tu ser. Extrañás cada minuto de no estar a su lado y el verse, es toda una fiesta. Pensás y te vas imaginando un futuro, ese que alguna que otra vez quisiste para vos y crees que esta vez, puede llegar a hacerse real, que se puede concretar. Todo tu mundo es invadido por una tranquilidad increíble. Te sentís feliz.
Y por cosas del destino y que uno no llegará jamás a comprender, pero alguna extraña situación hace que comiencen a aparecer palabras que nos dañan; los sueños empiezan a desvanecerse; los ideales ya no lo son tanto; nos sentimos mal y los síntomas no hacen mucho daño. Nos alteramos, acumulamos nervios y explotamos. La distancia llega y se hace cada vez más distante. Todo se va diluyendo. Y un estado de angustia se apodera de nosotros y los golpes que recibimos van directo al corazón.
Cómo hacer para olvidar y perdonar?
No hay receta a la vista. El sentimiento no se puede ver ni leer en ningún libro. La fe es lo que nos puede ayudar. Intentar, desde el peor lugar en que estemos, poder creer que en algún momento nos llegará ese toque divino en que podremos perdonar y perdonarnos por habernos equivocado. Nos hicieron mal y hasta es probable que nosotros mismos nos lo hicimos, por confiar, por hacer muchas metas junto a esa persona; pero tenemos que darnos una nueva oportunidad, eso nos lo da la vida, nuevas chances, nuevos retos y siempre en busca de la felicidad y del bienestar. No será fácil olvidar el mal que nos han hecho. Las cicatrices del amor no salen y es bueno que eso pase, ya que al verlas en nuestro cuerpo, las miremos, las observemos y hacernos fuertes porque no queremos más de esas marcas en las que afean nuestro ser. Una, la podemos bancar; quizás 2 o 3, pero todo tiene su límite. Creer y embellecernos por dentro, para que el brillo que tanto podemos dar siendo unas maravillosas personas, salga y nos traspase las vestimentas. Que nos vean que triunfamos, que se puede salir de todo pozo.
Pedí ayuda a quién te brinde su confianza y su tiempo. Hay mucha gente que te quiere y en algún lugar, hay alguien que te ama mucho. Agarrá el mapa del amor y andá en su búsqueda. Te deseo lo mejor!!!
MARIANO SANTORO

lunes, 1 de junio de 2009

Cupón de amor

Llega un momento en nuestra vida en que (por fin) el amor se hace presente. La sensación es casi indescriptible. Nos volvemos más sensibles; hasta nos atontamos. La vulnerabilidad aparece. Nuestros latidos aceleran su ritmo y de nuestra boca salen palabras que pensamos que no volveríamos a repetir.
Naturalmente, nos dejamos volar y cada movimiento que damos es pensado en base a 2. El combo del amor. Uno sobre otro. Damos lo que no tenemos. Soñamos mucho más de la cuenta. Nos permitimos hacer cosas infantiles, ya que en nombre del amor, no hay verguenza. Lo que alguna vez consideramos absurdo, hoy nos lo permitimos hacer. Una carta en papel. Llamar a una radio para elegir un tema. Sacar fotos de ambos y hacer collages. Guardar los tickets de las salidas. Mirar una peli cada uno en su casa y hablarnos luego, para debatirla. Acostarnos y dormir juntos, más allá de la distancia; tan solo con la imaginación. Caminar y observar mucho más lo que nos rodea, ya que podemos encontrar un buen regalo para nuestra pareja. Ayudarla, ser parte. Estar cuando nos necesite.
La sonrisa y un estado de alegría eterna, nos invade y lo que hacemos cotidianamente, lo realizamos con muchas más ganas. La música se apodera de nosotros y nos envuelve en melodías y todo es romanticismo. Nos despertamos con un mensaje en nuestro celular y sentimos que lo que estamos viviendo es increíble y maravilloso.
En nosotros está el tener los deseos suficientemente poderosos de poner y dar lo mejor y hacer que dure el mayor tiempo posible. Al dar el 100% y con la ayuda del Destino, lo único que nos queda, es disfrutar.
Porque se puede. El amor tiene poder.
Hacemos el amor?
Dejemos que nos sorprenda.
MARIANO SANTORO