No ha sido fácil llegar hasta acá y el camino que tenemos por delante no lo conocemos, solo podemos ver una pequeña parte y es la de decidir si queremos seguir ese camino u otro.
Tomar decisiones depende del carácter y a la vez de lo impulsivo que uno pueda llegar a ser.
Lo rápido no nos conduce a nada es lo que se suele decir, pero nos lleva al arrepentimiento.
Se pierde mucho por una mala decisión.
Se pierden oportunidades ya que quizás no somos nosotros los que permitimos dar una oportunidad a alguien o a alguna cosa.
Un día, sin pensar y en caliente decidimos algo para nosotros y el no haberse tomado un tiempo para ver si esa opción es la correcta, nos equivocamos.
En caliente se dicen cosas calientes y que suelen dejar una huella muy grande.
Se daña mucho y no tomamos conciencia de lo que estamos por hacer.
A o B. Seguir o parar. Amar u olvidar.
Nunca se gana cuando hacemos algo por impulso.
El sacrificio o esfuerzo se logra durante lo que estemos haciendo.
Errores que la vida nos pone delante y chocamos, ya que no estamos preparados y nos duele, nos golpea de una manera que es difícil seguir.
Se llora cuando perdemos algo y se pierde cuando hacemos algo indebido.
Discutimos y pataleamos cuando no salen las cosas como creímos, pero hay que mirarse al espejo y ahí, veremos las reacciones, los gestos que nuestra cara y cuerpo nos mostrarán.
No es fácil mirarse y reconocer, pero así se crece, así uno sabe lo qué es valorar algunas cosas, momentos y hasta un ser querido.
Reflexionar y pensar.
Siempre tendremos diferentes planes y opciones y quizás no las veamos por lo cerrado que nos ponemos.
Los caprichos tienen que ser algo de los chicos; cuando se crece se actúa de manera adulta.
La vida es así y el futuro que nos llegue será hermoso si estamos dispuestos y abiertos a ver esa belleza.
Elegí tu camino, pero cuando ya lo estés caminando, no te arrepientas.
MARIANO SANTORO