miércoles, 19 de junio de 2013

Querés salir conmigo?

Querés salir conmigo?
Te propongo algo:
Un viaje fuera de tu inocencia e iremos por el camino de la pureza.
La misma pureza que la de tus emociones.
Vamos a necesitar de 2 autos; pero no para movilizarnos, sino que se trata de Autoestima y Autoayuda.
Ambos, nos permitirán llegar al lugar que queramos, sin límites.

Cuántas veces nos preguntamos: Qué dura es la vida con los golpes que nos da.
Pero la vida no da golpes, sino las circunstancias.
Todo tiene un motivo y no está en nosotros tratar de obtener la respuesta correcta a todo ese gran misterio.
Dios nos obsequia cada día para disfrutarlo de la mejor manera.
Y no se trata tampoco de seguir un mapa para llegar lo antes posible; no hay apuro en este viaje.
La brújula será nuestro corazón y mientras dentro tuyo y mío, exista una autoestima fuerte y saludable, llegaremos.

La autoayuda nos sirve para escuchar al otro y vernos, encontrarnos en situaciones que quizás hayamos pasado y nos sirven a modo de ejemplo.
Esa ayuda, es la que nos motivará a seguir, ese pequeño empujón que nos dan esas ganas internas de progresar; las mismas que nos piden a gritos el abandonar todo pasado problemático y quejoso.
No tenemos porqué quejarnos si tenemos la oportunidad de ser felices.
Muchas personas saben que los ojos son los espejos del alma; por eso, no debés tener tus ojos empañados y tristes.
No nubles tu visión.
Limpiá tu mejor espejo y descubrí todo lo que tenés delante.

Tenés algún lindo recuerdo de tu infancia?
Perfecto; traelo al presente y recordá cada momento de risa sana y saludable.
Esas travesuras que te divertían por horas.
Esas mismas, viven en tu niña interior, la que aún, tiene guardados esos sueños que fuiste dejando a un costado a medida que crecías.
La vida, te ha llevado por otro camino y es probable que lo hayas elegido, pero cuando se crece, también se aprende y ahí, fue cuando te diste cuenta que lo que tenías, no te llenaba.
Y para alimentar el alma, hay que dar mucho más que comida.
Recordá tu barrio, tus maestros, tus amiguitos.
Recordá la música que te hacía imaginar y volar durante horas.
Las películas con las que te emocionaste.
Todo eso y mucho más, son buenos incentivadores.

Y aunque no todos tuvimos una buena infancia, porque hemos visto cosas que quizás no estábamos preparados y dejaron pequeñas cicatrices, sirvieron de alguna manera a ser lo que somos hoy.
Nos fuimos edificando con la cal y la arena que encontrábamos en nuestro camino, sin realmente saber cuál era nuestro camino.
Por eso, no sientas culpas, alejate de ellas lo antes posible.
Alejate del miedo y del temor, sacá la oscuridad que quiera tapar tu luz.

Tenés algún baúl o caja con fotos viejas?
Buscate; mirate cómo eras antes y no compares con el ahora, solo disfrutá.
Es obvio que el tiempo pasó y no se trata de mejor o peor, sino de haber vivido y eso, es lo que hiciste.
Y tenés una gran vida por delante!

Estás disfrutando de este viaje, de esta salida?
Siempre que quieras podés salir de vos misma y hacer lo que desees, porque tu alma es libre, nadie tiene que atarte a nada.
Tu corazón, podrá amar a quien lo desee y cuando quieras hablar, me encontrás ahí!

MARIANO SANTORO