Muchas han sido las puertas que hemos cerrado en nuestra vida sin siquiera darnos la oportunidad de saber si podíamos entrar.
Ese freno de temor que nos impide dar ese paso, ese movimiento especial que nos ayuda a seguir.
La paralización que llega a través de los nervios y de algunos recuerdos que han quedado grabados y quieren hacernos saber que no podemos.
Esa falacia que no quiere que avancemos.
Pero en nosotros está la solución.
La mente puede intentar controlarnos por un momento, pero es todo el ser, el que decide.
Y nosotros somos la llave que puede abrir todas las puertas que nuestro corazón quiera.
Pensarlo, decretarlo y tratar de hacerlo real.
Cumplir un sueño, cumplir nuestro objetivo.
Abrir, seguir, vivir.
Liberarte es quererte.
Es permitir que tu llave sea la que tome las decisiones correctas en la vida.
La que pueda discernir qué cerrar para que no regrese y nos aleje de nuestros ideales.
Y principalmente para abrirnos a los mejores deseos.
Abrirnos a los demás.
A recuperar el amor, la bondad, la confianza.
Alejarnos de las dudas, de los extraños, de los frenos.
Y pensar que tenemos mucho por ganar, por ser honestos, por ser inteligentes.
Por querer jugar y eso es parte de la libertad.
El mágico poder que tiene la llave del corazón.
El corazón que sólo se abre para recibir las mejores caricias y el cariño sincero de los que nos rodean.
Disfrutar de lo que pensamos y hacemos; de lo que sentimos y vivimos.
Liberarte es amarte y aprender que la vida es una y que en ella existen muchas oportunidades y somos poseedores de la llave que puede abrirlas.
Son tantos los misterios que se esconden detrás de una cerradura y está en nosotros querer descubrirlos.
Los secretos que se revelan ante nosotros, trás el leve movimiento de una llave hacia el lado correcto.
El mismo lado que nos conduce al camino elegido.
Porque la libertad es decidir el destino y seguirlo, caminarlo y experimentar cada instante.
Que cada momento sea productivo.
Que no haya nada que nos cierre ni ninguna dureza que nos impida continuar.
Abrir y amar.
Abrirnos al amor y cerrar el pasado.
Una nueva vida puede ser vivida y fuimos bendecidos con un gran regalo.
Y es la llave que abre todo lo que tu mente imagine.
MARIANO SANTORO
Ese freno de temor que nos impide dar ese paso, ese movimiento especial que nos ayuda a seguir.
La paralización que llega a través de los nervios y de algunos recuerdos que han quedado grabados y quieren hacernos saber que no podemos.
Esa falacia que no quiere que avancemos.
Pero en nosotros está la solución.
La mente puede intentar controlarnos por un momento, pero es todo el ser, el que decide.
Y nosotros somos la llave que puede abrir todas las puertas que nuestro corazón quiera.
Pensarlo, decretarlo y tratar de hacerlo real.
Cumplir un sueño, cumplir nuestro objetivo.
Abrir, seguir, vivir.
Liberarte es quererte.
Es permitir que tu llave sea la que tome las decisiones correctas en la vida.
La que pueda discernir qué cerrar para que no regrese y nos aleje de nuestros ideales.
Y principalmente para abrirnos a los mejores deseos.
Abrirnos a los demás.
A recuperar el amor, la bondad, la confianza.
Alejarnos de las dudas, de los extraños, de los frenos.
Y pensar que tenemos mucho por ganar, por ser honestos, por ser inteligentes.
Por querer jugar y eso es parte de la libertad.
El mágico poder que tiene la llave del corazón.
El corazón que sólo se abre para recibir las mejores caricias y el cariño sincero de los que nos rodean.
Disfrutar de lo que pensamos y hacemos; de lo que sentimos y vivimos.
Liberarte es amarte y aprender que la vida es una y que en ella existen muchas oportunidades y somos poseedores de la llave que puede abrirlas.
Son tantos los misterios que se esconden detrás de una cerradura y está en nosotros querer descubrirlos.
Los secretos que se revelan ante nosotros, trás el leve movimiento de una llave hacia el lado correcto.
El mismo lado que nos conduce al camino elegido.
Porque la libertad es decidir el destino y seguirlo, caminarlo y experimentar cada instante.
Que cada momento sea productivo.
Que no haya nada que nos cierre ni ninguna dureza que nos impida continuar.
Abrir y amar.
Abrirnos al amor y cerrar el pasado.
Una nueva vida puede ser vivida y fuimos bendecidos con un gran regalo.
Y es la llave que abre todo lo que tu mente imagine.
MARIANO SANTORO