Desde el primer instante que naciste, comenzaste a mirar la vida de una manera especial, que luego perfeccionarías.
Viviste tantas cosas y viste mucho más.
Pero hay en vos una mirada de cristal, porque sos una persona frágil.
Haz logrado tanto y pasaste por mucho y esa fragilidad es también tu fortaleza.
Creciste mientras observabas la vida y siempre la viviste.
Disfrutaste mucho más que momentos.
Miraste todo lo que estuvo a tu alcance y también supiste mirarte interiormente.
Y un nuevo mundo se abrió ante ti.
Tus ojos aprendieron a reflejar lo que sos.
Exteriorizar sentimientos sólo es para las personas con miradas de cristal.
Porque pueden darle un único sentido y personal.
Somos personas con vivencias y miramos la vida a través de lo que vivimos y sentimos.
Nos escuchamos a través de las voces internas que se comunican con nuestra visión.
Y nace una conexión que nos transporta.
Una elevación espiritual nos hace ver mucho más de lo que estábamos acostumbrados.
Y ese cristal es demasiado frágil, pero sabe mirar, porque ha conocido el dolor y la tristeza.
Hoy, sólo se permite ver alegría y felicidad.
Y hay un sendero que aparece delante de esa bella mirada.
Es el camino que de la mano del destino comenzará a transitar.
Las guías ya están preparadas para iluminar.
Y la luz que sale desde los ojos, es lo que se mezcla con la divinidad.
Mirada de cristal que puedo ver y logro enamorarme de tu ser.
Veo en vos, todo lo bello que vive en mí.
Puedo ver lo que alguien ha escondido y hoy, sale a la luz.
Florecen emociones porque desde tu mirada me dicen que es la verdad que nace.
Me reflejo en el espejo de tu ser.
Tu mirada aunque permanezca cerrada, me ha dejado entrar en vos.
Y el cariño crece como mi sed de ser parte de vos.
En cada pestañeo tuyo, logro colarme y dejarme llevar.
Porque tu mirada es sabiduría, es camino.
Todo lo pensado y todo lo que se ha soñado, hoy es parte de una realidad.
La misma que completa partes separadas en esta escuela dedicada a encontrar piezas enteras que sigan sumando.
Vivimos sembrados en diferentes corazones que mutan y cambian de piel, pero nunca de esencia.
Los cambios son procesos parte del progreso necesario.
Y es en la necesidad, que hoy puedo descansar en tu mirada.
Sí, esa mirada de cristal que me dice lo que mi corazón quiere escuchar.
Amor es tan sólo una palabra en la cual viven todas las verdades de Dios.
MARIANO SANTORO