La historia había comenzado con la pregunta de si quería ser mi amigo.
Ese instante, marcaría por siempre nuestras vidas.
No podía imaginar todo lo que compartiríamos.
Y la vida nos fue llevando por diferentes etapas.
Dejamos al niño y el adolescente, se encontró con sentimientos y quería contárselo a su amigo.
Las mujeres tomaban un rol importante en nuestra existencia.
Y tan sólo levantar le teléfono para arreglar y vernos, ese amigo fiel estaba ahí.
Su alegría y sorpresa, por vernos tan bien, era el apoyo que necesitábamos.
Y todo ha salido como esperábamos y el abrazo silencioso, también supo estar.
Las palabras y consejos, fluían, porque lo que nos unía, era sagrado.
El bienestar de cada uno, nos potenciaba.
Las horas se sumaban a los días y también, pasaron los años.
Cambiamos y tratamos de mejorar.
Las modificaciones personales, son una buena evolución.
Y la adultez hoy nos abraza y nos muestra el camino transitado.
Conocimos los problemas, pero junto, pudimos solucionar lo posible.
Y lo imposible, aún seguimos pensando alternativas para continuar.
La sensación de felicidad, al saber que del otro lado y que sin importar la distancia, nos trasladamos con el corazón.
Por la amistad que más allá de las circunstancias, nos invita a jugar.
💜
#MarianoSantoro 羊