Hay lugar, ya que cada historia contada entre amigos, puede quedar en la mente de uno de ellos.
Todos tenemos anécdotas; divertidas y de las otras.
Y desde niño, con lo primero que jugamos, es con la imaginación.
Crear con la mente, inventar y sentirnos acompañados.
Toda reunión, tiene su espacio para recordar viejos momentos compartidos.
Cada casa, de la de antes, las de barrio, donde uno pasó tiempo con sus abuelos; ahí hay lugar.
En modo esponja, fuimos juntando todo lo que nos decían.
Y en los tiempos libres, además de dibujar, algunos nos poníamos a escribir.
La misión de editar, es una meta que se puede conseguir.
Que nuestras palabras y bellas frases, puedan llegar al corazón de otro ser, nos transforma en todos los niveles.
Que se sientan identificados.
Que nos digan que lo que leyeron, es justo lo que necesitaban.
Que a lo que nosotros nos salió del alma y pudimos plasmarlo en un libro y afirmen que casi es igual a lo que ellos sienten.
Pasear dentro de una biblioteca o una librería.
Las portadas coloridas que tienen arte, diseño y mucho de uno mismo.
Y aquéllos libros que mutaron a sepia, grandotes, robustos, pero que si nos permitiésemos entrar, veremos que aún hay mucho por aprender.
En cada amanecer podemos comenzar a escribir lo que nos pasa.
Habrá decenas de personas que se reflejen y les ayude a solucionar inconvenientes, de los cotidianos o los que quieren durar más.
Siempre hay lugar para un bello libro.
💜
#MarianoSantoro 羊