Lo que exteriorizamos suele ser el reflejo de lo que somos.
Todas las etapas que pasamos y cómo las hemos sobrevivido.
El niño que juega, que aprendió a usar lo que tenía a su alcance y divertirse.
Acumular cosas es también sumar experiencias.
Lo que transmite cada detalle, cada elemento.
Lo que ha tomado valor con los años y se ha hecho eterno.
Todo lo que nos generó a nivel personal.
Las alegrías se potenciaron y las recordamos con gratitud.
Coleccionando mucho más que momentos.
Los sentimientos aferrados a todo lo que nos rodea.
Y las ganas de contar sus historias.
La inocencia mezclando realidad.
Todo tiene una linda anécdota si la supimos atesorar.
Si en cada instante del crecimiento, le pusimos amor y voluntad.
Nuestro interior está forrado de imágenes.
Fotos que rescatan la memoria y las vivencias.
Y por fuera, hay un niño grande que se animó al gran desafío de crecer.
De sentirse orgulloso por lo que ha logrado.
Y bienvenidas sean las puertas y ventanas para abrir y seguir jugando.
💜
#MarianoSantoro 羊
