Aunque el clima se ponga en modo Invernal, siempre es (y será) una excelente idea, salir a pasear con mi viejo.
Porque te podés cruzar con un jeep en la calle y surge una anécdota.
Ver su rostro con los cambios en algunas cuadras y seguir asombrándose de lugares que persisten.
El cerebro hace su trabajo y trae recuerdos de gente y personajes.
Locales que hoy sólo tienen vidrios oscuros y abandonados.
Otros, que se bancan el paso del tiempo y sigue la familia.
Y eso me sigue fascinando: la historia.
La de esos sitios que tienen mucho para contar.
Edificios añejados y otros, que se animan a hacerse un espacio y crecer.
Como la experiencia propia.
La sabiduría de mi padre, la que admiro y con humildad me siento heredero.
De amar la vida y los instantes.
Porque todo lo que hacemos se puede transformar en eterno.
Y la memoria, la que con tanta práctica y ejercicio, le damos valor e intensidad.
Con la que traemos de tiempos remotos con el control de la pasión.
Caminar al ritmo del envejecimiento, pero con la voluntad de querer dar un paso más.
De saber frenar y detenerse a pensar que algo más hay por decir.
Y de mi lado, estar atento a los detalles, porque todo es aprendizaje.
Escuchar hasta los silencios, porque el alma también tiene su lenguaje.
💜
#MarianoSantoro 羊