Hace muy pocos días, me llamó la atención un tatuaje en un brazo.
Al no tener los lentes, no alcanzaba a leer por completo, pero sí, que resaltaba una palabra en mayúscula.
Y otra vez tuve que exponer lo que digo cuando alguien pronuncia esa frase que tanto se instaló y se dice sin pensar.
Sí que no es tarea fácil vivir autocorrigiéndose, pero el vocabulario de puede adaptar a lo que pensamos.
Ya van varios años en los que desde mi diccionario cotidiano, erradiqué de mi lenguaje.
Entre ellas, está eso que no vale lo que se dice.
Ya que todo lo que hagamos, tiene que ser con fe, con ganas, con constancia.
Y principalmente, con esfuerzo.
Absolutamente nada, tiene que ser sufriendo o con algo que nos dañe.
Y sabiendo que el dolor es inevitable, obviamente cuando nos toca vivir algo muy duro, lo de padecer, jamás.
No tenemos que darle lugar a lo negativo, porque cuando nos fijamos una meta, necesitamos estar despejados.
Y aunque veamos algunas nubes, hay que continuar.
Y el clima verdaderamente importante, es el del interior.
Y si llueve, hay que bailar.
Pero cuando hay sol que brilla en el pecho, esa es la motivación para seguir.
Hagamos rodar nuestra pasión y que nos lleve hacia donde imaginamos.
Tengamos propósitos y enfrentemos desafíos.
Hagamos algo nuevo, algo que nos haga estar en movimiento.
Y si nos cruzamos con una montaña, la subiremos con alegría, porque aún tenemos vida.
💜
#MarianoSantoro 羊
