
Estamos llenos de amor en todo el cuerpo, en el adn, en los genes.
Soñamos porque sabemos que en esos sueños creemos que hay algo mejor para nosotros.
Y es verdad!
Siempre hay más cuando se trata de amar, ya que es un estado, un sentimiento, que no tiene límites.
Todo lo que amamos lo aferramos más y más a nuestra vida.
Incluso podemos amar cosas materiales; pero nada se compara con el amor hacia otra persona.
Sentir que lo que damos hace feliz a nuestra pareja, es insuperable para nuestra mente.
Pero quizás no sabemos que siempre hay mucho más.
Somos amor y estamos capacitados para amar. Es un título que nos regaló la vida y debemos ser los mejores y dar lo mejor de nosotros.
El amor no tiene fallas; las fallas y los errores son humanos, pero el amor, es perfecto.
Cada granito de arena puede verse muy pequeño e innecesario, pero entre todos, hacen una playa.
Así es el amor que tenemos.
A cada ser de nuestro entorno le damos una pequeña porción y a algunos, un poco más, pero todo es amor.
Somos lo que damos de manera natural, de manera sincera y desde el corazón.
Somos personas con capacidades limitadas, pero el amor, es sin límite.
Cuanto más damos, más recibimos.
Y el recibir se vive de diferentes formas.
El ver una sonrisa en la otra persona; el que nos recuerden, nos llamen, nos abracen, piensen en nosotros.
Y de la mejor manera, que es cuando somos correspondidos estando en pareja, ya que cada porción de amor que damos, se multiplica y eso nos levanta el ánimo y nos incentiva a seguir dando.
Cuando se trata de amar, no existe lo negativo.
Amar es una tarea que debemos realizar cada segundo de nuestra vida.
MARIANO SANTORO