Gracias, es una de las mejores palabras que existen y con un mágico poder!
Gracias, en cada amanecer; al orar en las noches y esperar la respuesta divina a nuestros pedidos.
Gracias, por aprender a esperar y ser pacientes, porque cuando llega lo anhelado, la satisfacción es inmensa y nos sentimos plenos y alegres; porque el destino se encarga de decirnos que merecíamos recibir lo que ya ha llegado.
Gracias, porque lo que hemos vivido, forma parte de un hermoso baúl lleno de recuerdos que hacen que nuestra existencia, tenga sentido.
Gracias, por hacerme expandir mi visión y ver más allá de las circunstancias.
Gracias, por la fe que ha crecido a medida que voy atravesando obstáculos.
Gracias, por la esperanza y ver que todo llega en el momento que Dios lo desea según su voluntad.
Gracias, por esas lágrimas que han sabido caer alguna vez y hoy, dejaron paso a los buenos y sanos sentimientos.
Gracias, por cada enseñanza, ya que en los exámenes de la vida, debemos aprobarlos y esa motivación, nos hace crecer.
Gracias, por haber conocido esos instantes de oscuridad, ya que hoy, valoro mucho más la luz que brilla desde mi interior.
Gracias, por la amistad que nadie puede frenar, porque ni la distancia impide el cariño genuino que sale de nuestro ser.
Gracias, por los silencios que me dicen que no estoy solo y que la soledad no depende de un cuerpo, sino de una persona.
Gracias, por el descanso necesario para poder soñar y luego, accionar para hacerlos realidad.
Gracias, por querer perfeccionarme, ya que la única limitación es no intentarlo.
Gracias, por la sabiduría del empedrado, las que me han hecho la persona que soy hoy.
Gracias, por darme cuenta que toda palabra negativa se puede borrar del diccionario, ya que lo positivo, es lo que me hace seguir camino.
Gracias, por darle buen uso a mi cerebro y seguir planificando cosas y seguir cumpliendo metas.
Gracias, por acrecentar mis dones, ya que de esa manera podré seguir dando más a mi prójimo.
Gracias, por guiar mis manos para poder expresarme a través de la escritura.
MARIANO SANTORO
Gracias, en cada amanecer; al orar en las noches y esperar la respuesta divina a nuestros pedidos.
Gracias, por aprender a esperar y ser pacientes, porque cuando llega lo anhelado, la satisfacción es inmensa y nos sentimos plenos y alegres; porque el destino se encarga de decirnos que merecíamos recibir lo que ya ha llegado.
Gracias, porque lo que hemos vivido, forma parte de un hermoso baúl lleno de recuerdos que hacen que nuestra existencia, tenga sentido.
Gracias, por hacerme expandir mi visión y ver más allá de las circunstancias.
Gracias, por la fe que ha crecido a medida que voy atravesando obstáculos.
Gracias, por la esperanza y ver que todo llega en el momento que Dios lo desea según su voluntad.
Gracias, por esas lágrimas que han sabido caer alguna vez y hoy, dejaron paso a los buenos y sanos sentimientos.
Gracias, por cada enseñanza, ya que en los exámenes de la vida, debemos aprobarlos y esa motivación, nos hace crecer.
Gracias, por haber conocido esos instantes de oscuridad, ya que hoy, valoro mucho más la luz que brilla desde mi interior.
Gracias, por la amistad que nadie puede frenar, porque ni la distancia impide el cariño genuino que sale de nuestro ser.
Gracias, por los silencios que me dicen que no estoy solo y que la soledad no depende de un cuerpo, sino de una persona.
Gracias, por el descanso necesario para poder soñar y luego, accionar para hacerlos realidad.
Gracias, por querer perfeccionarme, ya que la única limitación es no intentarlo.
Gracias, por la sabiduría del empedrado, las que me han hecho la persona que soy hoy.
Gracias, por darme cuenta que toda palabra negativa se puede borrar del diccionario, ya que lo positivo, es lo que me hace seguir camino.
Gracias, por darle buen uso a mi cerebro y seguir planificando cosas y seguir cumpliendo metas.
Gracias, por acrecentar mis dones, ya que de esa manera podré seguir dando más a mi prójimo.
Gracias, por guiar mis manos para poder expresarme a través de la escritura.
MARIANO SANTORO