miércoles, 7 de mayo de 2014

Brindo por la vida

Brindo por la vida.
Por darme oportunidades no esperadas, pero sí, altamente satisfactorias.
Brindo por la sangre y por el apellido.
Por las historias que toman vida en el mismo escenario, pero con una inmensa vida en el medio.
Una adolescencia convertida en adulto, pasando por instancias asombrosas que llegan a un presente de felicidad.
Hay momentos en los que las emociones superan a lo que un cuerpo puede transmitir y en esa magia, es cuando la unión crece y se afianza.
Deseos de vida, que surgen de la persona que me dio vida y me bautizó.

Yo ya tenía un nombre aún antes de nacer.
Eso me hace sentir orgulloso por lo logrado y por lo que esté por venir.
Compartir experiencias, fotos que se eternizan y un sentimiento profundo que queda históricamente en el lugar que un día, ya hace muchos años, el destino jugó a favor de la juventud y de disfrutar, sabiendo que vida hay una y que los valores, se mantienen siempre y no se pueden comprar.
Porque no se trata de lágrimas, sino de sensaciones y de caminar el camino elegido.
Historias relatadas que dejan huellas y luego, en la misma persona, surge un agradecimiento infinito.
Y brindo por la vida, porque me da estas alegrías.

Como un árbol compuesto por 2 seres que quieren unirse y dejar que el amor los haga crecer.
Mar que hace compañía, que escucha palabras mientras delicadamente acompaña con su melodía.
Y cuando una unión sanguínea logra una amistad sana, el crecimiento interior se fortalece a través de una mirada, de un abrazo y de soñar despiertos, mientras se observa la ambientación.
Brindo por la vida, porque me permite ser y mirar un poco más allá de mis sueños.
Y se asoman tímidamente sabiendo que depende de mi esfuerzo y fe, que se hagan realidad.
Y mi vida sigue caminando y mi ser, es parte de la naturaleza, ya que me he mutado con ella.

Me aferré tanto a la fe que me ha salvado de situaciones y todo lo que alguna vez fue desgracia, hoy es parte de ese libro con algunas hojas quebradas, pero que aún tiene mucho en blanco y mi guía, es la que se dedica a escribir lo que siente mi corazón.
Creo en la familia y en la amistad verdadera.
Creador de leyes y reglas, que aunque parezcan estrictas y rigurosas, son lo que hacen una personalidad fuerte y con un carácter especial.
Ser quien soy, ha llevado tiempo y gracias a la libertad que tanto adoro, es lo que llevo como marca registrada.
Y no ando por la calle con un certificado de buena conducta, sino que transito la vida con mi esencia expuesta y no se trata de haber aprendido a golpearme, sino a superar lo que no me aporta para sumar y lo que no sirve ni para anécdota.

Brindo por la vida, porque me da la gran oportunidad de poder saludar a mis padres y ver que soy lo más importante para ellos.
Que lo que hacen, es por mí y porque también han sabido elegir y alejarse de lo que daña.
Brindo por la vida, porque Dios, me regala muchos presentes que los guardo con mucho cariño.
La alegría de vivir y compartir con quien uno ama, es el mayor premio que una persona pueda tener.
Brindo por la vida y por mis padres que me la dieron y hoy, puedo abrazarlos para agradecerles y decirles que me sigan acompañando.

MARIANO SANTORO