viernes, 27 de mayo de 2016

Tiempo de evaluación

Tiempo de evaluación.
La escuela de la vida tiene esos momentos sorpresivos en los que se nos toma examen.
Y en realidad, somos nosotros mismos los que tenemos que evaluarnos para poder observar nuestro crecimiento.
Es sabido que si vemos a la distancia y encontramos algunas fallas, algunos momentos en que nos hemos equivocado en algo; eso ya es crecimiento.
El hecho de visualizar una situación y hasta llegar a arrepentirnos, nos tiene que alegrar, porque la evolución ha llegado a nuestra vida.
La mente, es el arma más poderosa que tenemos y en ella, podemos aprender a ser sabios y optar por las cosas que guardamos y alojamos.
La información está ahí y está en nosotros comenzar a elegir lo que debe quedarse, para no ocupar espacio necesario.
Y cuando vamos limpiando la mente, nuestro ser toma la misma posición.
Una renovación continua se apodera de todo lo que somos y mejoramos, nos vemos bien en muchos aspectos.
El poder pararnos frente a un espejo y sentirnos bien y seguros, es buena señal.
El salir a la calle sin temores y caminar con la frente bien alta, es señal de crecimiento, de que la autoestima, está nivelada.
El llegar a darnos cuenta que no hemos sido malas personas, sino que en alguna circunstancia, hemos hecho cosas por las cuales la culpa nos tomó y se quedó bien pegada.
La importancia de reconocer que no somos perfectos, pero sí, muy humanos.
Y en la humanidad, existen los humildes.
El arte de reconocer no es para todos y si nos sumamos a esa lista, ya estamos ganando mucho terreno en el trayecto de nuestra sabiduría.
Hay mucho por corregir cuando llega el tiempo de evaluación y es bueno que suceda.
Reconociéndonos buenos alumnos, también seremos buenos maestros.
Y es la misma vida la que nos recompensará.
Porque hemos sido capaces de evaluarnos con la misión de ser cada día mejores personas.
MARIANO SANTORO