Baila, porque la vida es la encargada de musicalizar tu camino.
Baila, porque has estado sentado demasiado tiempo.
Viste a mucha gente transitar a tu derredor.
Y otros quisieron invadir tu corazón.
Desde la comodidad que has sabido ganarte, observaste.
Tu cuerpo se fue soltando.
Y tus manos y pies, jugueteaban en el aire.
Sentiste la necesidad de pararte y correr hacia alguna parte.
Subiste el volumen y el ritmo te fue llevando.
No había nada estipulado, ni programado.
No había ensayos, ni alguna coreografía en mente.
Te liberaste y esa sensación fue tu mayor motivación.
La bella flexibilidad en la que el cuerpo, flota y fluye en armonía.
Tu paz interior se conectó con tu alegría.
Y toda la hermosura de tu ser, se animó a experimentar.
Jugar sin culpa y volar, porque realmente podías hacerlo.
La mente estaba dispuesta a recibir lo que estaba por llegar.
Te encontraste con la tonalidad de tus emociones.
Baila y disfruta cada instante.
MARIANO SANTORO