No por falta de interés, sino por valoración personal, llega un momento en que hay cosas que dejarlas ir.
Cada día, somos los que cargamos con nuestras propias mochilas y no debemos sumar peso innecesario.
El espacio es siempre el mismo, el sagrado cuerpo.
Y debemos ser lo suficientemente sabios para aprender a descargar lo que ha cumplido su ciclo.
La acumulación de problemas, tiene una sola solución; sacarlos, alejarlos.
Limpiar los pensamientos para mejorar la calidad de vida.
Para poder brindar la ayuda necesaria a quien el corazón nos indique.
Y cuando comenzamos con esta nueva rutina, esta saludable costumbre, sanamos.
Habrá pequeñas heridas, pero no somos esponja de víctimas.
No somos confesionario en el cual todo se transforma en monólogo.
A todos nos suceden cosas y la misión es personal.
Los amigos sabrán qué hacer en el momento adecuado.
Y si llega el momento en que nos sentimos usados, es tiempo de irnos.
La empatía es mucho más que una palabra hermosa.
Y la vida tiene una inmensa cantidad de sorpresas y secretos por develar.
No es un misterio, sino que debe ser como un juego en el que debemos vivir.
Simplemente animarnos a dar y hacer lo mejor con las horas.
Valorando el presente y a esas pequeñas cositas que nos hacen sonreír.
La mano está abierta para recibir las bendiciones del destino.
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#MarianoSantoro 羊