El más grande amor que debemos tener es el propio.
Haber aprendido que si nos amamos, nos fortalecemos para todo lo que esté por llegar.
Y el camino puede ser intenso y extenso y sólo nosotros lo vamos a transitar.
Y si hemos tenido una bella conexión con nuestro niño interior, tendremos gratos recuerdos.
Como el jugar en la plaza del barrio.
Como treparnos a algún árbol difícil.
Y hasta soñar con tener nuestra propia casita en el árbol.
Quizás construyendo un árbol genealógico deba ser un excelente comienzo.
Porque la adultez nos encuentra y no significa que dejemos atrás los sueños.
El hogar natural es la autoestima.
Es habernos dado la oportunidad de priorizarnos en la mayoría de ocasiones.
Edificamos con nuestros logros.
Por todo lo que atravesamos y supimos conseguir.
Por la gente que nos rodeaba y se han quedado a través del tiempo.
Por los valores heredados.
Y por esos momentos en los que no le dimos cabida al aburrimiento.
Porque nos permitimos crear desde la nada.
Una hoja en blanco o unos simples ladrillitos para darle fuerza a lo que estaba en la mente.
Hacerlo realidad, es una hermosa tarea y no hay edad para empezar.
💜
#MarianoSantoro 羊
