Solo un poco para poder terminar este año y empezar uno nuevo con nuevas esperanzas.
Renovar sueños y metas, al igual que renovar la fuerza para lograr lo que tanto queremos para nosotros.
Fuimos golpeados y en algunos casos han quedado marcas; en otros, tatuajes que llevaremos por algún tiempo.
Debemos arrinconarnos. Sentarnos y mirar alrededor.
Ver todo lo que hicimos y si nos equivocamos, tratar de solucionar y a la vez, tratar de no caer otra vez en la misma trampa.
Nuestro corazón sigue latiendo. Por momentos ha perdido fuerza y hasta es probable que esté debilitado y chiquito. Al igual que un niño. Vulnerable.
Y sabemos que no nos gusta estar así. A nadie le gusta, pero es nuestra misión estar bien.
Hay mucho más en lo que tenemos como futuro.
Sé que he dado mucho y recibí un diezmo.
No tendría que ser así. Pero esa injusticia llegará a su fin. Llegará el día en que demos y recibamos en la misma cantidad y calidad.
La fe nos ayudará. El amor, estará tan cerca que lo vamos a proteger con toda nuestras fuerzas. No lo dejaremos ir.
Tan solo un intento más.
Un último esfuerzo para poder alegrarnos la vista y el camino.
Miremos lo que nos da alegría y nos agrade.
Hay demasiada hermosura cerca de nosotros.
Pero los problemas nos tapan la visión. Los nervios se acumulan y la impaciencia somatiza junto a otras cosas y el cuerpo responde y de la manera en que lo hace, no nos hace bien.
No tenemos el suficiente aguante, pero debemos buscarlo.
Mientras estemos solos, haremos lo posible para estar bien y contentos.
Una pequeña sonrisa se va instalando en mi rostro y tiene ganas de seguir ahí. Tiene ganas de crecer. Ganas de contagiar a cada parte del cuerpo para que esté sano. Que nuestra mente tenga salud.
Vayamos en busca de lo que nos pertenece. Hay mucho amor reservado para nosotros.
Solo un intento más y verás que empezarás a ser feliz.
MARIANO SANTORO