miércoles, 26 de octubre de 2011

Hacia dónde crecemos ?

La gran maravilla de la vida: Nacer!
Nacemos con una misión y cada día le vamos sumando otras.
Metas, proyectos y sueños que queremos convertirlos en realidad.
De niños nos vamos fortaleciendo con las caídas, nos tropezamos varias veces hasta que nos damos cuenta que eso nos duele y nos dejan cicatrices que nos afean el cuerpo.
No sentimos culpas, ni miedos, ya que todo está permitido, todo es libre y todo lo vivimos con alegría y nos reímos de todo.
En un día que ni siquiera nos damos cuenta, ya nos sentimos adolescentes; la gran etapa donde se presentan miles de preguntas y ni sabemos que existen respuestas para todas ellas.
Vamos buscando sin saber qué buscar.
Retos que nos pone la vida o nosotros mismos, para probarnos que somos capaces y que nos valoramos como personas.
Cada época tiene sus pros y contras.
Cada etapa debemos superar a la anterior.
Eso se llama crecimiento.
Se crece por dentro y crecemos al igual que un árbol.
Echamos raíces cuando estamos bien parados sobre la tierra.
Vemos crecer cada rama, cada amor, cada cariño que recibimos de la naturaleza.
Nos llenamos de luz solar, ese sol que nos da la vida y que nos ayuda a descubrir que hay y que existen los amaneceres hermosos; que hay lugares bellísimos por conocer y que dentro de nosotros hay mucho más por conocer.
Ese gran laberinto llamado cuerpo donde el centro se llama esencia.
Un núcleo lleno de lo que aún no te atreviste a soñar, ya que no creíste que exista algo tan hermoso y tan profundo como tu propio ser.
Se crece al caminar, ya que vemos piedras en el camino y solo levantando las piernas, las pasamos.
Pero todo camino no es llano y fácil, por eso la recompensa es inmensa cuando podemos pasar todos los obstáculos para llegar a ese sol interno que nos da vida.
Dios está en nosotros y a medida que vamos acercándonos hacia él; vamos logrando la adultez emocional.
La sensibilidad es recuperada y todo lo bueno que tuvimos y hasta lo que no creíamos que podríamos tenerlo, se hace real.
El amor está y siempre estuvo, solo que tuviste otras prioridades y lo dejaste un poco de lado.
Pero el amor jamás se fue de vos; el amor puro nunca te abandona.
MARIANO SANTORO