Esperando, como una copa llena de vino que tuvo su tiempo de crecimiento.
A la espera de que salga bien el proyecto que construyo en mis sueños.
Confianza en mi fiel compañera, la esperanza.
Sembrando horas para darle sentido a esta pausa del destino.
Quedarme en la quietud y pensar en cuánto me quiero.
Sabiendo que la carencia emocional no está en mí y siempre, me voy a priorizar.
Aguardando con paciencia y sonriendo a cuenta de lo que esté por llegar.
Un reloj que se llena de arena mientras mis pasos son cada vez más firmes.
El deseo es el arte de cuidarte.
Dedicarte lo que te merecés, porque verte bien es mi satisfacción.
Melodías que se vuelven canción en el ritmo de mis días.
El amor no es cuestión de duración, sino de disfrute.
Me subo a la estación creyendo que aún hay más trenes que pasarán.
La temperatura de la soledad no quiere enfriarse.
Intentar y perseverar hasta que se abran las oportunidades.
Reflexión que llena de emoción el cuerpo desnudo.
Mi niño interno siempre serás escudo.
Proteger en el nombre de querer y esperar mi turno para amar.
Minutos de fe que me ayudan a creer.
MARIANO SANTORO