La mayoría de los días amanecemos con problemas y dramas que nos afectan, sean o no propios.
La injusticia nos golpea diariamente y se hace una rutina no muy agradable.
Reírnos, es clave para sentirnos felices, para saber que lo que estamos haciendo, lo estamos disfrutando con el alma.
No existe mejor medicina que una sonrisa para representarnos ante la gente.
El tratar de encontrar la sonrisa que nos identifique, es ideal.
Cuando estamos con alguien que nos gusta, cuando hacemos algo que adoramos, cuando jugamos con animalitos, cuando vemos crecer a nuestros hijos, cuando se nos cumple una meta que luchamos por mucho tiempo, cuando amanecés y te dan ganas de hacer muchas cosas a la vez.
Nos alegra ver una hermosa sonrisa y quizás ya ni nos acordamos de cuando pudimos mostrar la nuestra.
Busquemos dentro de nosotros.
Investiguemos y recordemos momentos hermosos de nuestro crecimiento.
Cada día intentemos hacer un pequeño esfuerzo en algo positivo para nuestra vida.
Logremos tener una sonrisa sincera y que sea contagiosa.
Que todo nuestro entorno se alegre de vernos contentos y felices.
Que al despertar, miremos hacia nuestro futuro y sólo veamos cosas maravillosas.
Que al cerrar los ojos, sea por habernos sentido satisfecho por todo lo que hicimos durante el día.
Que nos tomemos unos minutos para recordar a la gente que fue importante en nuestra vida: un amor adolescente, una amiga que vive en otro país.
Sonriamos al mundo y que vean que todo se puede.
Y que algunas, veces, es mejor tomarse todo con una buena carcajada!
MARIANO SANTORO