sábado, 19 de mayo de 2012

Ser intenso

Ser intenso en la vida es vivirla de la mejor manera posible.
En la misma esencia del ser humano, está el gen y el adn de vivir las cosas intensamente.
Cuando conocemos a alguien y sentimos una reciprocidad, un ida y vuelta inmensamente agradable, nuestro interior lo percibe y nos motiva a ir por más.
A medida que esa relación crece, la unión se hace más intensa.
Despertar al lado de quien nos quiere.
La emoción de vernos reflejado en otro ser.
Proyectándonos en los que nos rodean.
Cuando el compartir es mucho más que dar lo mejor de nosotros.
Cuando lo cotidiano, se transforma en una hermosa costumbre que ya no queremos abandonar.
La fidelidad que nos damos, nos hace respetar a quien está con nosotros.
Saber que ya no más sentiremos que estamos a punto de caer, sino que la entereza que nos provoca nuestra otra mitad, nos hace continuar viaje.
A la vez, sabemos que un ángel nos guía e intermedia entre nosotros para que el amor, sea la ley que debemos cumplir.
Que el amar, sea la religión para ser devotos.
Que la libertad, sea para expresar todo lo que nuestro cuerpo quiere decir y no hay palabras, sino sentimientos.
Es un deber y tenemos todo el derecho de tratar de vivir haciendo todo lo que amamos, siendo intensos.
La intensidad, nos incentiva, nos hace progresar y dar lo mejor de nosotros.
En cada oportunidad que se nos presente y si la energía es la correcta, si la persona receptora entiende el mensaje, si las miradas se dicen más de lo que puedan hablar, si la sonrisa cómplice nos confirma que estamos pasando un momento único, vamos a querer eternizar ese instante.
Todo lo podemos hacer, si tan solo nos lo proponemos.
La intensidad que le demos a lo que hagamos, será el primero de una cantidad enorme de escalones que nos permitirán subir a la escalera de nuestros ideales.
Esa escalera que nos muestra el cielo como límite y por debajo, podemos ser dueños de todo, porque la tierra es nuestra, porque mientras amemos lo que hagamos, somos dueños de poder ser quien queremos ser.
Y siempre estaremos rodeados de personas que nos acompañarán en ese camino, ese intenso camino donde la felicidad y el amor, nos iluminarán cada paso que demos.
MARIANO SANTORO