Me siento hiper feliz de la relación que tengo con mi niño interior.
Celebro cada instante y valoro su guía.
Bendigo el diálogo y la experiencia.
Teniendo buena comunicación con el niño que hemos sido, nos transformamos en mejores seres humanos.
La mezcla justa de inocencia y experiencia.
El día del niño es para celebrar y encontrarnos con nuestra esencia.
Salir a caminar y dejarse llevar por el destino.
Las experiencias se disfrutan mejor cuando las pone el destino.
Transitar la vida sin manual, sólo estando alerta.
Y que en cada segundo, podamos disfrutar a través de la inocencia.
La experiencia se hace al experimentar situaciones.
Jugar, debe ser declarado un deber universal.
La risa está ahí, con ganas de inundar el rostro.
El cuerpo salta de alegría porque sabe que lo que viene, siempre es para disfrutar.
Tuvimos exámenes complicados, pero aprobamos en perseverancia.
La experiencia se logra creyendo en nosotros.
Yendo por los caminos de la felicidad y acompañados por la gente que jamás deja de ser niño.
Riendo en cada paso, creyendo que lo que viene siempre es mejor.
Y que el corazón, se anime a celebrar la mejor canción, que es vivir desde la inocencia, con sabiduría como experiencia.
MARIANO SANTORO