domingo, 8 de marzo de 2020

Mujer maravilla

Desde aquella niña que jugaba libremente, llena de sueños y fantasías.
La misma niña que se atrevió a darle un buen uso a la palabra Libertad.
La que tropezó y cayó algunas veces y esas heridas la hicieron más fuerte.
La pequeña que creció y aprendió todas las lecciones que la vida le brindaba.
Y siempre que pudo, brindó por todo lo bueno que llegaba.
Anhelando tierras y mundos ideales.
Un planeta en donde la igualdad, no sólo sea una palabra linda.
Y la belleza, pasaba por el ser, por el contenido de esa niña.
Y la vida seguía con su velocidad y un día se encontró con la adolescente que soñaba.
Y todo era tan real que tuvo que volver a estudiar en la mejor escuela, la vida.
Tuvo que pasar por situaciones que querían dejar marcas, pero ella bien sabía que lo mejor eran las huellas.
Y fue dejando su rastro.
La fortaleza interna fue quien la supo guiar.
Y su corazón, latía con ganas de ayudar a sus pares.
Escuchó sus latidos y las voces ajenas, carentes de alguien que empatice con ellas.
Se hizo referente, se transformó en líder, se convirtió en heroína.
Desde su humildad, supo ser buena consejera y acompañar el camino de las que venían detrás y las puso a su lado.
Hoy, ella es una Mujer Maravilla.
Y el rostro, se refleja delante del espejo; sólo tenés que acercarte y te vas a encontrar.
MARIANO SANTORO