lunes, 16 de octubre de 2023

Laberinto

 

Todos en alguna instancia de nuestra vida hemos entrado a algún laberinto. 
Y hubiera sido demasiado fácil y divertido si nos dedicábamos a disfrutar.
Pero no se trataba de un juego.
Y cuando comenzamos a mirar a nuestro derredor, no había nadie.
Es más, nos encontramos con todo lo que hemos sido hasta ese presente.
Imágenes no iguales, sino que atravesaban todas las etapas.
Y hasta podíamos escuchar sus voces, sus timbres, ver sus gestos.
Una incertidumbre gigante nos inundó y empezó a ahogarnos.
Nos vimos atrapados en un laberinto emocional lleno de espejos.
Reflejaron los miedos y temores que tuvimos.
Se proyectaron las personas que por diversas circunstancias ya no son parte de nosotros.
Incluso lo más oscuro y malo; como un juego del terror viviente.
Pero en lo más profundo de nosotros y casi al instante de sentir que nos paralizábamos, paramos la mente.
Hasta nos animamos a mirar hacia arriba.
Y ahí estaba la solución.
Nos dejamos guiar por la fe y creyendo que esto era tan sólo un mal juego, una mano mala que pronto desaparecería.
Y con paciencia, caminamos sin rumbo, pero con toda la voluntad del universo.
Ya no había espejos deformes, sino que se transformó en semillas crecidas como pasto.
El verde esperanza ha sido la motivación perfecta para salir; porque íbamos a entrar en un nuevo nivel de bienestar.
💜
#MarianoSantoro