sábado, 30 de junio de 2012

Detener el tiempo

Hoy quiero detener el tiempo y disfrutar.
Quiero parar los relojes para darme cuenta de todo lo vivido hasta hoy.
De verme reflejado en muchas personas.
De haber dado mucho de mí y de seguir recibiendo amor incondicional.
Hoy quiero sentir todo lo que experimenté y me alegro de haberlo hecho; de haberme animado.
Quiero darme el placer de recordar mis primeras alegrías; de la inmensa cantidad de momentos en los que fui feliz.
Hoy sé que estoy en el camino correcto y me gusta.
Hoy sé que mi pasión aumenta a medida que hago lo que quiero con total libertad.
Sé que hay mucho por delante; mucho más de lo que caminé hasta hoy.
Porque cuando me encontré a mí mismo, descubrí mucho más de lo que sabía de mí.
Me ven distinto, otros me ven iguales; pero me ven y mientras pueda ser visto y ser ejemplo, sé que estoy en mi verdad.
Miro mi pasado y recuerdo personas que han hecho mucho para que yo hoy pueda ser quien soy.
Y sé que solo soy una parte de todo lo que quiero para mí.
Pero necesitaba parar para contemplar la vida.
Hoy quiero detener el tiempo y respirar amor.
Quiero llenar mi ser con más amor; con más paz y tranquilidad.
Hoy quiero renovar energías y necesitaba parar lo que pasa a mi alrededor.
Mirar y descubrir. Ver y encontrar. Observar y soñar.
Todo mi ser me habla y me pide que me emocione.
Hoy, al detener el tiempo, puedo pensar en momentos de amor; en amores que fueron más que momentos.
En sueños reales que se cumplieron en mi mente.
En abrazos y besos que se extrañan.
En charlas que no solo llenaron espacios; sino que alimentaron días de mi vida.
Hoy quiero detener el tiempo para ver que mis palabras ya son parte de un libro.
Que el amor manifestado hacia los demás, hoy vuelve para darme vida.
Que la alegría que siento es por tener felicidad en mi corazón.
Que al compartir la emoción, me deslumbro.
Ya que la luz que me ilumina, son personas que me guían.
Que al respirar, sale la mejor melodía.
Porque al detener el tiempo,
sé que jamás te irás de mi corazón!
MARIANO SANTORO

martes, 26 de junio de 2012

Desnudar los sentimientos

Maravillosa es la sensación de poder desnudar los sentimientos.
De exponer el alma y nuestra esencia.
Asombrosa es la sensación de unir cuerpos y sentir que la piel nos acerca tanto, que parece que es una continuidad de nuestro cuerpo.
Sentir que al contar secretos y verdades, nos vamos desnudando y quedamos expuestos pero con la persona correcta que sepa valorar lo que estamos haciendo.
Expresar emociones y no con palabras, sino con gestos que salen de nuestro cuerpo.
Demostrar que en las miradas, hay tanto para contar y tanto por ver.
Darnos cuenta que esos instantes que se viven cuando la vulnerabilidad está en carne viva y a la vez no tenemos miedo de mostrarnos así, porque sabemos muy profundo en nuestro interior que la persona es la ideal para que nos pueda ver así.
Cuando el reloj hace su labor y los minutos de cada hora son testigos de una inmensa cantidad de momentos que ya forman parte de nuestro pasado inmediato.
A cada segundo escribimos nuestra historia.
Por momentos, no tenemos tiempo de releer lo que estamos experimentando; pero si en nuestro corazón tenemos la sensación de que es lo correcto; que lo que estamos viviendo es la mejor vivencia que podemos tener, simplemente debemos dejarnos guiar.
La sabiduría del día a día; del aprender y enseñar; de la humildad y de seguir dando lo mejor de uno.
Cada movimiento, si es guiado por nuestros latidos, serán los correctos para seguir caminando hacia la felicidad que ya estamos sintiendo.
Nos llenamos de emociones y de amor.
Nos llenamos de vida a través de la naturaleza.
Nos llenamos de recuerdos cuando nos permitimos conocer a quien se nos acerca queriendo ser parte de nuestra vida.
Nos acercamos cada vez más, cuando nos alejamos de los prejuicios.
Nos alimentamos mucho más cuando abandonamos la dieta de los "no puedo".
La única doctrina correcta es la del amor.
Las reglas y leyes correctas son las que al finalizar cada día, sentimos una enorme satisfacción de saber que fue un día productivo y lleno de paz.
La gloria que podemos sentir y saber que Dios nos acompaña y jamás nos abandonará.
Y cuando sintamos que estamos desnudos, el amor real nos cubrirá.
Pondrá a nuestro alcance, las personas correctas para que nos abriguen con amor.
Con amor, sanamos y con amor, curamos.
El amor es el único camino que existe y el que tenemos que transitar, el que tenemos que vivir.
Porque en cada día que Dios nos obsequia, podemos desnudar los sentimientos y gritar que somos libres de las opiniones ajenas, ya que en nuestro cuerpo, tenemos el tesoro más grande y se llama alma, que es hermana de la esencia y prima del corazón.
Y entre todos los parentescos que se produzcan en nuestro ser, el único padre y dueño de nosotros, es Dios.
MARIANO SANTORO

sábado, 23 de junio de 2012

Creer para ver

Mediante la fe verdadera se ve el crecimiento del ser humano.
En cada despertar, podemos ver la vida de diferentes maneras.
Somos los únicos testigos y cómplices de lo que pueda llegar a pasar en este día.
Podemos sentirnos culpables por seguir atrayendo malas vibraciones o podemos darnos el inmenso placer de disfrutar y de dar gracias por vivir.
Nuestros ojos pueden permitirse ver todo lo bello que tiene la vida y la naturaleza; o puede cerrarse y ver lo que le ha pasado hasta el día de hoy.
Algunos, podrán visualizar una constante repetición de malos momentos.
Pero la fe, hace que todo eso se revierta.
Somos libres de pensar y de sentir; de ver y de mirar.
Cuando en algún instante nos encontramos en la más absoluta soledad, podemos mirar a nuestro alrededor y solo veremos rincones de tristeza; pero todo eso ya es parte del pasado, porque ya cumplió su ciclo y se ha dejado a un lado; ya no está en nuestro ser, sino que lo sacamos y nos ha costado mucho hacerlo y hoy, queremos tener otra visión de la vida.
Porque cuando miramos en nuestro interior, sabemos muy bien por todo lo que tuvimos que pasar y ya no lo queremos más; queremos otra vida, queremos algo mejor porque lo merecemos.
Observamos todo lo que nos rodea y a veces, sentimos que esa vida no la podemos tener.
Nos ponemos un freno a todo lo positivo.
Tapamos nuestros ojos creyendo que no somos capaces de conseguir ser felices.
Y ahí es cuando debemos desbloquear esa visión nublada.
Porque detrás de esas nubes hay sol.
Ese sol es el que nos permitirá ver todo lo que ya vive en nuestro corazón y todo lo que deseamos con el alma.
Buscamos adrenalina; buscamos la paz interior y solo se logra teniendo una visión positiva de la vida.
Muchas veces buscamos afuera cuando la verdad está en nuestro ser.
Cerremos los ojos, imaginemos lo que tanto queremos.
Prueben de traerlo para sí.
Veanlo cerca, hasta que lo sientan demasiado cerca.
Sigan con los ojos cerrados y sueñen despiertos.
Miren como se van modificando los sentidos; sientan como el corazón late de otra manera.
Si ya estás sintiendo todo esto, es el principio de todo lo increíble que Dios tiene reservado para vos.
Por eso necesitás creer para ver.
Y tu corazón, mirará nuevamente todo lo que lo rodea y se llenará de paz.
Y otros ojos te mirarán y querrán saber tu secreto.
Y ese secreto es creer que todo es posible; si lo ves con los ojos del alma.
MARIANO SANTORO

martes, 19 de junio de 2012

Sueño de amor

Hoy desperté y me encontré en ese sueño que había tenido.
Los deseos son tan inmensos que traspasé lo real al sueño y al amanecer, seguía la continuidad de mi deseo.
En la vida, no se trata de buscar, sino de encontrar lo que deseamos con el corazón.
Si lo soñamos, tenemos la chance de hacerlo real.
En la vida, nos pasan muchas oportunidades y está en nosotros, tener la sabiduría y darnos cuenta si nos sirven para sumar; sino, debemos alejarnos!
En cada latido, hay pasión y en cada acción, hay amor!
En cada pensamiento está lo que deseamos con el alma.
Podemos encontrar detalles y hasta agregar detalles que no habíamos pensado.
Porque llega un momento en que corazón, deseo y sueño se mutan, se funden y se hacen uno solo.
Entre todos hacen lo posible por hacerlo real.
Ya que cada sueño es algo que habíamos imaginado o vivido pero en un porcentaje muy menor; al dormir, al relajarnos absolutamente, logramos obtener progresos.
La alegría se apodera de nosotros y todo es un constante crecimiento.
Cuando el corazón desea algo, nuestro cuerpo lo va sintiendo cada vez más y llega a nuestra piel.
En la piel, se nota el brillo interno que expresa lo que estamos viviendo.
Dormir es descansar.
Soñar es crear.
Pensar es imaginar.
Vivir es realizar.
Cuando hacemos algo con placer, se disfruta el doble.
En cada momento podemos modificar situaciones.
En cada segundo podemos intentar hacer lo mejor para nosotros y para los que nos rodean.
El deseo que sale del corazón es el verdadero y no hay dobles discursos.
Y si en las palabras se pueden esconder sentimientos; en las miradas, se pueden confirman.
Somos seres que comunicamos sensaciones.
Nos expresamos de diversas maneras y todas, hacen un todo.
Las personalidades varían, pero lo puro, siempre viene de la esencia del ser.
Los nombres nos diferencian.
Los sentimientos nos unen.
Y en cada sueño, vemos brillar nuestro futuro inmediato y nos alegramos de vernos ahí, porque sabemos que ya estamos yendo hacia ese lugar soñado.
Porque todo lo que nos haga crecer en el nivel que sea, nos permite amar de todas las maneras.
Amar lo que deseamos; amar el poder lograrlo; amar el cuidarlo y amar compartirlo.
La cadena de amor tiene muchos eslabones y todos se unen en un hermoso sueño profundo.
Soñado con el alma.
MARIANO SANTORO

miércoles, 13 de junio de 2012

Escribir con amor

Durante mi adolescencia, donde uno de los defectos más comunes es la timidez; me permití empezar a sacar todo lo que había en mi ser.
Me dí cuenta que había mucho por decir, mucho por contar.
En mi interior había mucho movimiento; había ganas de ser escuchado y cuando no encontraba a alguien dispuesto a oír, me expresaba por escrito.
Siempre escuché las miles de voces amigas; las que me contaban de sus vidas, de sus anécdotas, de sus historias dramáticas o de las buenas.
Aprendí de cada una y supe dar un sano consejo para que esas personas regresen a sus casas alegres, de saber que había alguien que estaba con el tiempo necesario para escuchar.
Y mi voz interior, quería expresarse.
Y en los escritos, encontré una salvación.
Era la solución necesaria a tantas preguntas que la vida me hacía y yo, le sumaba más preguntas.
Al escribir, me encontraba a mí mismo!
Al leerme, sabía que había que algo debía conocer; que había otro estilo de vida, que había silencios que querían gritar; que había bronca acumulada por ver el deterioro de la humanidad y de mis personas allegadas.
Mi dí cuenta que el amor que había en mí, debía ser expresado de alguna manera.
La escritura me permitió crecer; ser mejor persona.
Me leía y a la vez sabía que era yo el que había pasado por tal o cual situación.
Leía que yo estaba enamorado.
Leía que yo estaba sufriendo.
Y un día me permití empezar un viaje; el mejor de todos los que pude haber elegido.
Y fue el encontrarme a mi mismo.
Caminé por venas, caminé por heridas, caminé por dolor.
Me asusté un poco pero les hice frente; debía cambiar mis posturas, debía modificar algunos elementos para seguir hasta mi esencia real.
El amor me salvó y le empecé a ser fiel.
Me hice fiel a mis pensamientos y hoy, sigo creyendo en ellos.
Me hice, nací y caí y me volví a reinventar.
Dios me hizo aprender las palabras correctas que necesitaba oír.
Y hoy, las sigo mostrando.
Porque la sinceridad es mi bandera.
Porque la confianza es creer que aún hay mucho para dar.
Y porque al escribir con amor, me alimento de amor.
Tengo a Dios, tengo amor y tengo el gran don de escribir lo que siento.
Siempre voy a estar agradecido de vivir esta hermosa vida.
MARIANO SANTORO

lunes, 11 de junio de 2012

Hablarle al alma

Mientras mi vida se basaba en anécdotas y experiencias; me dejaba llevar por el destino.
Ese amigo fiel que siempre está cuando necesito conversar.
Muchas veces le he cuestionado el porqué no se han dado algunas cosas que había planificado.
Y su prespuesta fue que aún no era el momento.
Yo, me sentía capacitado a mis sueños y a mucho más; pero ese tiempo no solo dependía de mí, sino de la otra parte.
Y así pasaron los días, los meses.
Algunos recuerdos memorables salen a la luz para contar parte de mi historia.
Una y otra vez, suelo sacar a relucir mis sentimientos para que me conozcan.
Porque yo, sé muy bien quien soy y lo que hago.
El menú de sueños se ha extendido y no veo que sea algo negativo; sino que todo llega en su justo momento.
Cada idea que nace en mi mente, va camino al corazón y al hacerla real, la satisfacción es inmensa.
Porque sé que puedo dar mucho de mí y porque sé que mi manera de amar es especial.
Y por momentos salgo de mi ser y me miro; veo lo que hago y como me muevo entre la humanidad.
Y me descubro de distintas maneras.
Descubrir es lo opuesto a cubrir, a tapar, a guardar; o sea que exteriorizo cada sentimiento que mi corazón quiera contar.
Muchas no son palabras, sino hechos y ahí, es donde se nota que lo que suelo hacer, lo hago con el alma.
Y mi cuerpo habla; se expresa de muchas formas.
Y hay días en que todos mis sentidos se unen y mantienen una hermosa charla.
Por momentos los escucho y otras veces, se reunen en mis sueños.
Ahí es en donde van edificando mi vida.
Hoy, me doy cuenta que puedo hablar de muchos temas que he aprendido.
Y el mejor de ellos, es el poder hablarle al alma y contarle que soy feliz.
Que este camino que elegí es el que me llevará hacia la felicidad.
Este camino donde voy abriendo puertas para los que me sigan.
Y el alma me responde y me dice que mi corazón sabrá guiarme.
Mi alma me dice que hago lo correcto; que los pequeños inconvenientes que surjan, no son frenos, sino que me dan más valor y fuerza a seguir yendo hacia mi meta.
Porque mi meta es ser mejor persona.
Mi meta es mostrar mi amor y que el amor, me muestre a quien amaré.
Porque uno llega a conocerse cuando se siente libre y puede amar.
Y siento que al llegar, el amor verdadero me abrazará.
Y volveré a hablarle al alma.
Y le daré gracias.
Le agradeceré que haya elegido este cuerpo y esta persona que soy, para poder dar lo mejor de mí.
Siempre.
Porque la palabra siempre es como el amor; no tiene final.
Y lo que para algunos pueda ser un final, para mí es el principio de algo mejor.
MARIANO SANTORO

martes, 5 de junio de 2012

Imágenes en movimiento

Cada día es nacer a las nuevas esperanzas.
Porque la vida, es mucho más que recuerdos de algún momento ya vivido.
La vida pasa hoy, aunque aún tengamos esas fotos en nuestra mente de algo que ya fue y quedó en el olvido.
Las imágenes en movimiento son las que nos hacen asombrar, las que marcan la diferencia de lo que queremos tener como vida.
Detrás, está en el pasado y nos ayuda para seguir adelante, porque si tuvimos algo bueno, queremos algo mejor.
Porque ambicionar ser mejores personas es algo infinito.
Porque viviendo la vida, vamos tomando imágenes que nos alimenten; que nos llenen cada uno de nuestros sentidos, porque eso nos hace sentir cada segundo más lo que amamos.
Vivir es amar, amar es dar, dar es reflejar y refelejar es mostrar quién somos en esencia y eso también es vivir.
Todo lo que hacemos, debemos hacerlo con amor.
El amor está siempre, solo debemos dejarnos amar de la manera que sea, ya que al tratarse de amor, no existe algo malo.
Todas las fotos que saquemos con las ventanas del alma, van directo al corazón.
Imágenes en movimiento que nos permiten tener una vida y hacerla cada vez mejor.
Imágenes que nos incentivan a deslumbrarnos.
Imágenes que creamos en románticos sueños y sentir en lo más profundo de nuestro ser, que podemos hacerlas real.
Imágenes que nos reflejan, que nos hacen brillar y nos alegran.
Imágenes que sorprenden por aparecer en el momento menos esperado y eso es parte de la vida.
La sorpresa de vivir el día a día.
De salir de las jaulas emocionales, de abrir nuestro ser al mundo y salir a ganar.
Porque la vida es nuestra y tenemos todo el derecho de elegir qué mirar y no dejar ensuciar nuestra vista.
La misma visión de poder ver hacia nuestro horizonte y saber que ese lugar que tanto deseamos, está delante nuestro y cada vez más cerca.
Mantengámonos en movimiento y dejemos entrar las mejores imágenes en todo nuestro ser.
MARIANO SANTORO