jueves, 30 de enero de 2020

Frágil

Frágil, así es como muchos me pueden ver.
Pero qué sabrán aquéllos de fragilidad, cuando el mayor trabajo que hice, fue interno.
Podrán ver mis elegantes y finas alas, pero no tienen nada de debilidad.
Cuando creían que me quedaba poco, me animé a ir por más.
De acostumbrarme a ir por tierra, mi mente me ayudó a creer que había otras cosas que aún tenía que hacer.
Junté fuerzas, creí en mí y de a poco, con la ayuda de mi paciencia, me elevé.
Aprendí a volar.
Ver desde una nueva perspectiva, me permitió evolucionar.
Hay que dejarse sorprender y poder tener una nueva mirada de lo que sucede.
Todo puede ser novedoso si abrimos las puertas emocionales.
Recuerdo haber visto vidrios rotos, recuerdo sufrir dolor.
Tengo buena memoria, pero es la misma la que se autolimpia para poder dar paso a la tranquilidad.
Mientras más espacio tenga, mis viajes tendrán sus propias fotografías que las haré eternas.
Es en la transformación cuando lo inesperado llega.
Y en esa mágica experiencia, es cuando esa creencia de ser frágil, se potencia.
Cualquier cosa que tenga un verdadero valor sentimental, puede ser frágil.
Los latidos del corazón, también lo son y a la vez, nos motivan a darle mayor importancia a lo que vivimos.
Todo se trata de volar con la imaginación y el cuerpo, sabrá acompañar.
Frágil es el amor y es lo que cada día, me incentiva a vivir.
MARIANO SANTORO

martes, 28 de enero de 2020

Colorear la vida

La naturaleza ya ha hecho su trabajo.
Y de nuestra parte, pusimos la experiencia de los años.
Los mismos que a través de algunos daños, nos ha servido para crecer.
Las ramas aprendieron a tener su propia fortaleza.
Todo es parte de un mismo ser, del mismo árbol.
Nos ha tocado la oportunidad de dar frutos y algunos han sido demasiado interesantes.
Nos sentimos orgullosos de haber dado parte de nosotros.
Una extensión de amor que fluyó naturalmente.
Ante la carencia que alguna vez conocimos, nos dimos cuenta que lo mejor era dar.
Y dando, multiplicamos los dones.
La divinidad nos brindo las herramientas necesarias para evolucionar.
Y las tempestades nos han golpeado y tuvimos momentos nublados.
Pero el clima más importante, era el de nuestro interior.
Y desde la esencia de lo que somos, proyectamos lo que queremos ser.
Y comenzamos a darle color a cada día.
Sabemos que en cada nacer, tenemos nuevas oportunidades.
Sabemos que la tonalidad, sale del corazón.
Sabemos que colorear la vida, es amarnos con fuerza.
Y que podemos ofrecer nuestra ayuda, para poder crecer juntos.
MARIANO SANTORO

miércoles, 22 de enero de 2020

Sonrisas eternas

En la adolescencia, el amor te encontró y te vistió de mujer.
Te permitió obtener uno de los mayores títulos que en la vida se pueda tener y es el de ser madre.
Una parte de tu ser, florecía para tener vida propia.
Ese fue el momento en que la felicidad se instaló en tu vida.
Has tenido decenas de instantes y muchos más, los has brindado vos.
Divina y espiritual tarea la de hacer reír.
Contagiar esa energía que fluye desde el núcleo de tu alma.
Miradas de ilusión en niños que anhelan esperanza.
Las palabras acompañan, pero las sonrisas, se hacen eternas cuando las ofrece el corazón.
Mágica profesión que deja de ser un deber, para ser una misión.
Todo crece desde el mismo árbol que vive en vos.
Ramas que se extienden en forma de cariño.
El amor que das cada día, es el que te da fuerza para continuar.
Sos la canción que uno quiere escuchar a diario.
Aprenderse la letra de tu vida, para llevarla cerquita de las emociones.
Sos una melodía que alegra y hace bien.
Estás en sintonía con el universo y serás premiada por todo lo que hacés.
Sonrisas que un día crecerán y se acordarán de vos.
Porque en este hermoso presente, sos el futuro de la gente que te quiere.
MARIANO SANTORO

domingo, 19 de enero de 2020

En mis manos

Con la mirada extendida hacia el horizonte, veo hacia mis brazos y confirmo que la solución, está en mis manos.
Siento la energía poderosa que está en mí.
Poder abrirlas y acercarlas a quien lo necesite.
Puedo atraerlas y dar las caricias o abrazos que necesito para fortalecer mi autoestima.
Las mismas que construyen, harán de este nuevo presente lo necesario para darle mayor sentido a mi vida.
Dibujaré todo lo que mi mente quiera comunicar.
Edificaré la base para elevar todo lo bueno que anhelo.
En mis manos veo la fuerza de los años.
Las que sufrieron heridas y golpes, pero siguen siendo una gran expresión de mi cuerpo.
Las que alguna vez comencé a escribir y hoy es mi pasión.
Las que cuando estuve mal, el niño que vive en mí, se la pasaba dibujando lo que veía.
Las que saben gestualizar para que el diálogo sea más divertido.
Manos que también extrañan otras manos.
Anillos guardados en cajones de placards emocionales.
Manos que bailan con la música que siempre acompaña.
Manos que no saben dañar, sino que se abren para hacer el bien.
En mis manos veo soluciones a preguntas que alguna vez me hice.
Entre ambas, sabrán complementarse para hacer y lograr su tarea.
Manos que siempre van a saludar a cada amanecer y darán gracias.
MARIANO SANTORO

miércoles, 15 de enero de 2020

Vida compartida

Vida compartida.
Años invertidos con el fin de crecer juntos.
Historias que se suman y ambos, son protagonistas.
La música los fue acompañando y se animaron a bailar en diferentes situaciones.
Las adversidades han sido parte del camino y entre los 2, pudieron superarlas.
Siempre se puede cuando hay voluntad.
Los paisajes mutaron y cambiaron lo suficiente para no hacer raíz.
Pero se aferraron a la vida.
Habrá días que no se hablen, pero están.
Y en el compartir está eso, de saber que hay alguien ahí y dará todo para que salga bien.
Un compromiso que no depende de un papel, sino del amor y saberse parte del otro, viviendo en el otro.
Los corazones laten con fuerza luego de haber pasado batallas.
Y las piernas cansadas, aún se permiten descubrir nuevas calles.
Veredas para dejar huellas.
Y la escenografía cambia como cambia el cuerpo, que crece, se ensancha, pero lo más valioso sigue y seguirá siendo su interior.
Sentados, se miran, recuerdan y dejan fotos imaginarias en la conversación.
Años de sabiduría; cifras tan reales que asustan.
Pero llevan esa cantidad con la mejor calidad que le pudieron dar al adaptarse en cada momento de esa historia vivida.
Agradecer y llenarse de fe, porque aún tienen mucho más por escribir y por sentir.
MARIANO SANTORO

domingo, 5 de enero de 2020

Mis reyes personales

El ritual comenzaba con la preparación del árbol y todos los adornos.
A la vez, adornábamos la mente con esa bella inocencia.
Creer, siempre ha estado en mis genes y compartir este momento con esas 2 mágicas personas, me hacía muy bien.
Los años pasaban y alguna sospecha podía haber, pero aún quería retener esos momentos.
Cuando estamos muy conectados con nuestro niño interior, esa comunicación no tiene edad.
Y siempre hubo alguna ventana, decorada de alguna manera.
Y siempre me permití poner mi calzado con una notita dentro.
En mi mente, la esperanza no sólo de que se cumpla esos deseos, sino de que se lea la nota y le den el valor que yo le daba.
Suelo incluir pedidos, pero a la vez, agradezco mucho.
No concibo la vida sin agradecer.
Y por más gastados que estés mis zapatillas o algún zapato para vestir, conservo esa costumbre.
Todo es ganancia cuando hablamos de fe.
Todo es hermoso cuando protegemos ese secreto.
Todo es alimento para el alma, si hablamos de mis guías.
Felicito y admiro a mis reyes personales.
Los que hablo cada día y aunque no les vea la vestimenta adecuada de reyes, ellos están.
Me abrazo en sus abrazos y me acaricio con sus palabras.
Los saludo cada día y en cada noche, pido por su salud.
Bienvenida esta noche de reyes, a los que mañana voy a ver en persona.
MARIANO SANTORO

miércoles, 1 de enero de 2020

Recibir

Recibir la mágica bendición de amanecer y encontrarnos que estamos vivos.
Que podemos sonreír y comenzar a jugar.
Una cadena que no ata, sino que es una sucesión de instantes en los que decidimos lo que vamos a hacer.
Las manos que se abren no nos sueltan, sino que confirman que estamos preparados para lo que llegue.
Hemos aprendido unas cuantas lecciones y vamos a empezar a ejercer nuestra libertad.
Elecciones de momentos en lo que sólo tenemos que disfrutar.
Amando lo que hacemos, nos sentiremos mejor y esa energía se entrelaza.
Nos une a todo lo positivo y a todo lo que ha llegado para sumar.
El agua fluirá con nosotros y el corazón tendrá la suficiente cantidad de latidos para permitirse amar.
Accionar y hacer que los demás, se sientan cómodos con nosotros, porque nosotros estamos bien.
Bailaremos con las mejores canciones seleccionadas desde las emociones.
Nos alimentaremos de besos abrazos.
Una inmensa canilla libre de mimos para que el cuerpo se sienta vivo.
Y la misma vida nos acariciará, porque sabe que hemos pasado por algunos golpes.
Nos acostumbraremos a que lo bueno y sano, es posible.
Fabricaremos nuevos sueños y los haremos realidad.
Construiremos relaciones porque somos seres que aman la comunidad.
Escribiremos en los cuerpos que sepan valorar nuestra palabras.
Recibir el sol divino y sentirnos orgullosos de poder agradecer.
MARIANO SANTORO