Atravesando

Siempre tendremos un nuevo nivel de espiritualidad si caminamos en la luz de nuestro propio brillo.

Nos fusionaremos con todo lo positivo que nos rodea.

Alimentar sanamente, todo el ser.

Vivir en un estado de constante renacer.

Luego de haber nadado en las profundidades de lo que somos.

Y alegrarnos de encontrar la persona que deseamos.

Aprendiendo materias, observando periferias.

Llenarnos de alegrías, renovando energías.

Y en ese caminar, mientras nos animarnos a pensar.

Relajando emociones para que salgan a jugar.

Entretener lo habitual y sorprendernos con lo causal.

Conocer nuevos lugares, soltando los celulares.

Una vida real dentro de tanta virtualidad.

Atravesando obstáculos, miedos y vanidades.

Hacernos cargo de las propias dificultades.

Enfrentando soledades, distinguiendo mentiras de verdades.

Alejando todo dolor, poniendo color y darle amor a todo lo que sentimos.

Cruzar calles, mares y portales.

Hasta encontrar la divinidad de todo el futuro que se muestra como anticipo en este presente.

MARIANO SANTORO 

Curar

 

Solemos pasar demasiado tiempo en salas de espera, esperando el milagro.

Y la verdadera sanación, tiene un proceso.

Confesando frente al espejo, con ganas y respeto.

No hay recetas magistrales, sino una buena cantidad de fe.

Debemos estar preparados para darle mejor calidad de vida a nuestra existencia.

Tapamos con apósitos, cuando el real propósito es sanar interiormente.

Aliviando dolores con colores de la fuerte realidad.

Cuando curar el alma es nuestra primera necesidad.

Recuperando tiempo, olvidando malos momentos.

Atendiendo prioridades, buscando oportunidades.

Logrando pequeñas mejorías para aumentar la sabiduría.

Y el mejor tratamiento es tener sanos pensamientos.

Construyendo desde adentro, la persona que queremos ser.

Uno sobre uno, los pasos hacia adelante.

Es muy estimulante, avanzar con voluntad.

Caminando con firmeza y el corazón guía como fortaleza.

Tener una misión, es ponerle canción a nuestros días.

La bella melodía de expresar sentimientos.

Curar, sanar y principalmente, animarnos a amar.

MARIANO SANTORO 

Simpleza

 

Hay demasiado a simple vista que muchas veces no lo vemos por ir a una acelerada velocidad.

Como yendo en un tren lo más rápido posible para llegar a ningún lugar.

Cuesta reconocer que podemos ser más felices si tendríamos tan sólo una pequeña parte de lo que creemos querer.

Sonreír es de primera necesidad.

Mantener un cerebro saludable, lleno de pensamientos alegres.

Tener un cuerpo que pueda soportar los golpes ocasionales que aparezcan.

La voluntad, no se ve pero es relevante.

La confianza en los que nos rodean.

El respeto por los demás.

La fortaleza de la fe que nos permite seguir dando gracias.

La simpleza de amanecer y poder ver.

Lo que se siente y percibe, lo que no se toca, pero nos hace vibrar.

La sabiduría animal, para adaptarse a cualquier circunstancia.

Compartir, más allá de las razas.

La maravilla de poder elegir los colores para pintar cada día que nos toca.

Sentirnos gigantes, porque cada acto lo realizamos desde la humildad.

Jugar con nuestro niño interior y escuchar sus mejores consejos.

Un guardapolvo blanco, no tiene ninguna anécdota.

Seamos alumnos, creando nuestra propia historia.

MARIANO SANTORO 

Vestuario cotidiano

 

El frío no sólo te pide un cambio de vestimenta, sino que todo tu ser necesita actitud.

Abrigar el cuerpo, pero principalmente el alma.

Y acompañar el rostro a tono con el interior.

A todos nos suceden cosas y no sabemos ni queremos fingir situaciones.

Realmente nos afecta lo que nos pasa y exteriorizamos ese sentir con los más cercanos.

Vemos lo que pasa afuera y lo sentimos bien profundo.

Salimos a la calle, luego de tanto encierro y se nos confunden las cárceles emocionales.

Hay demasiado por investigar y experimentar.

Mucho por vivir y por vestir.

La ropa elegida cada día depende del ánimo que tenemos.

Y somos seres cambiantes, mutamos circunstancias.

Sonreímos por los logros y comprendemos el dolor ajeno.

Naturalmente extendemos las manos para ayudar.

Y sabemos quedarnos en silencio cuando el corazón quiere hablar.

Elegir cómo actuamos en el escenario de la vida.

Protagonistas absolutos en esta hermosa escuela.

Combinar colores y sentimientos.

La cara no quiere mentir y la verdad siempre sale a la luz.

Descubramos todo lo positivo que nos toca y agradezcamos por el valioso aprendizaje.

MARIANO SANTORO 

Potenciar

 

Todos mis roles se juntan a mi derredor para conversar.

Cada uno tiene su propia personalidad y son piezas importantes en el puzzle de mi ser.

Desde aquél niño inocente, pasando por el tímido adolescente.

El joven que no tenía miedo a nada y se enfrentaba a todo.

Y cada etapa ha sido una materia más por aprobar.

No en todas el resultado fue el satisfactorio, pero había que pasar de nivel.

Muchos quieren estancarse en un momento, en una edad o época, pero la sabiduría de la existencia sabe muy bien los tiempos que dura cada parte de la vida.

Creemos y confiamos en que nos irá bien.

Y le sumamos la relevancia de la voluntad.

Y todos juntos, se conectan con el exterior.

Se acercan a nosotros personas con su energía especial y hay que saber encontrar el paralelismo para que nos haga bien.

Siempre serán bienvenidos todos los que se animen a multiplicar.

Potenciar lo que hemos logrado es un inmenso placer.

Sabemos lo que merecemos cuando la humildad es un pilar tan relevante como la autoestima.

Todo acontecimiento que nos toca atravesar es una misión que tenemos por cumplir.

Prometernos que daremos lo mejor y desde la alegría, pondremos el esfuerzo necesario.

Que fluya desde el interior, el poderoso brillo de la luz divina que nos protege.

La esencia se visualiza cuando los demás, se permiten ver mucho más que la apariencia.

El universo escucha cuando el que habla es el corazón.

MARIANO SANTORO 

Parte del juego

 

Has estado parada durante mucho tiempo.

Acumulaste cansancio y es momento de frenar.

Detenerte sin dejar de jugar.

La música siempre te va a acompañar.

Y el ritmo de tu propio corazón es el que te dirá cuándo es momento de parar.

El juego tendrá el nombre que quieras cuando vos quieras.

Sólo se trata de animarte.

Siempre habrá lugares disponibles si vos estás dispuesta a encontrarlos.

La niña que aún vive en vos, querrá estar rodeada de gente que sume.

Y la mejor cantidad es la que alimenta el alma.

La calidad del valioso tiempo que pasás con esas personas.

Pero antes de eso, quizás sea mejor que te enfrentes a vos misma.

Sentate y hablate y decite lo que hace mucho que venís callando.

Sincerate hasta que salga todo lo que juntaste.

Y cuando comiences a sentir la sutileza de la fragilidad, como si tu cuerpo flotase, ahí vas a darte cuenta de nuevas respuestas.

Sos parte del juego de la vida y sos vos quien pone las reglas.

Escribilas con sentimiento genuino.

Y la duración, será importante si disfrutás del trayecto.

Tu corazón es el mejor cronómetro.

MARIANO SANTORO 

Brillo eterno

 

Todos tenemos un guía.

Nos permite encontrar la mejor dirección para transitar.

Es el ejemplo de la experiencia en la cual somos humildes alumnos.

Una bella energía que nos llama y nos conecta con la realidad.

Electricidad espiritual para alimentar el ser.

Y en cualquier mundo que nos atrevamos a buscar, siempre habrá un faro que nos va a iluminar.

Pensamientos con claridad y emociones para amar.

Conducta inteligente para conducirnos en nuestro destino.

Las manos se extienden para recibir ayuda celestial.

Todo un cuerpo que agradece la comunicación divina.

Tu mirada tiene el resplandor de las buenas personas.

Creadora de momentos para ilustrar la vida.

Coloreando caminos para darle sentido.

Hay un lugar en el paraíso, reservado con tu nombre.

Siempre sentiremos la presencia, si buceamos en la esencia.

El brillo eterno vive en tu alma.

Hacia donde mires, tu estrella personal estará.

Es mucho más que suerte, porque tu corazón es muy fuerte.

Dulce Candela, naciste para brillar.

MARIANO SANTORO