sábado, 31 de octubre de 2015

Sincero


Sincero es mi corazón, ya que está dispuesto a abrir sus más secretos rincones a quien sepa valorarlo.
Verdaderos sentimientos se alojan en él y saben que los recuerdos han tenido una relevancia en guardarlos y protegerlos.
Un corazón natural, con mucha vida dentro de un cuerpo y sabiendo conectarse con todo el interior.
La honradez ha sido otro de los valores que he sabido transformarlo en virtud.
Alma noble que sólo sueña despierta para disfrutar de cada instante en los que la vida se hace presente y en diferentes formas.
La seriedad de mi actualidad, no significa que sea duradera, porque la alegría es interna y florece cuando ella misma sabe que tiene que salir.
Un corazón abierto, porque la mente le ha dicho que es el momento para hacerlo.
La astucia tiene que ser algo cotidiano, porque no todos los corazones están dispuestos a abrirse.
Y cuando uno es sincero, es directo, va hacia donde su corazón lo guía y se expresa sin filtros, pero cuidando no dañar.
Ser extremadamente explícito no es para cualquiera, sino que es necesario haber pasado por instancias en las que uno hoy, sabe que no tiene que repetir. 
Sincero no es ser totalmente ingenuo, porque la fortaleza interna tiene que estar equilibrada y no creer todo lo que quiere entrar en nuestra vida.
Al igual que el amor, la sinceridad no debe ser forzada, simplemente nace y crece.
Mi ser sabe darle espacio a las virtudes de las cuales me conduzco en la vida.
Emociones que se mezclan con mi creencia fiel.
Y la nobleza siempre será belleza, porque no hay mayor sinceridad que dar todo lo que uno pueda si el destino es ayudar.
Sincero y espontáneo, como el clima, como el día y la noche, como las palabras silenciosas que dejan lugar a las miradas.
Generar confianza es una tarea que crece con el tiempo y con el saber compartir.
Y hoy se llega con un corazón limpio, dispuesto a dar espacio a esa mujer que se anime a amar.
Y no se puede ser más sincero que cuando uno entrega la llave del amor.
MARIANO SANTORO

miércoles, 28 de octubre de 2015

Escapar

Hay momentos en la vida en los que uno desearía huir.
Pero lo que nos da valor para continuar, es afrontar cada situación.
Hay personas que desean irse lejos, en búsqueda de la paz que no logran en la ciudad.
Y esa paz no se asocia a lugares, sino a lo que siente uno interiormente.
Hay noches en las que se hacen más oscuras por las adversidades que pasan durante el día.
Y la soledad se junta con la tristeza y sólo desean dejar salir algunas lágrimas de resignación.
Las ventanas del alma, comunmente llamadas ojos; son los que nos impiden ver la realidad que deseamos.
Pero querer no es sinónimo de voluntad, sino de capricho.
Muchas veces queremos dejar el lugar en el que estamos, abandonando todo, creyendo que iremos livianos de equipaje.
Y no se trata de bolsos o mochilas, sino de todo lo que acumulamos en nuestra mente.
Toda oscuridad, en sus diferentes facetas, son las que nos frenan.
Y el destino puede situarnos frente a un cuadro.
Una pintura de la realidad que queremos vivir.
Y el único arte que tiene validez, es el que fluye de los pensamientos sanos y positivos.
Y para viajar al lugar que soñamos, no se necesitan valijas y sí, necesitamos despertar.
Cada día, es un lienzo nuevo en el que podemos volcar nuestra imaginación.
Somos artistas de nuestra vida.
Y para aquéllos instantes en los que sentimos que necesitamos relajarnos, para dejar que nuestra mente viaje.
Para esos momentos sí que existe un lugar al que podemos escapar; porque nos llevará a todo lo que amamos.
MARIANO SANTORO

sábado, 24 de octubre de 2015

Empezar

Luego de anocheceres complicados, un día tomamos la decisión correcta de empezar.
Las espinas que nos han dejado algunas huellas, hoy son parte de nuestra experiencia.
Y esa elección de vida, nace simplemente cuando nos damos cuenta y comprendemos que hay mucho por disfrutar y por ofrecer.
Ya que dando lo mejor, multiplicamos todo ese amor que fluye, que es incondicional y se hace fuerte cuando se lo recibe con afecto.
Y al igual que un capullo, nos vamos permitiendo abrir la coraza, para dejar salir el corazón.
Los pétalos comienzan a abrirse, al igual que nuestra mente; para dejar paso a pensamientos que dejen buenos frutos.
Y todo se trata de sembrar, todo es parte de empezar en algún momento.
Los estancamientos que sufrimos a través de los golpes no esperados, marcaron y somos nosotros los que hoy, tomamos distancia.
Sólo queremos rodearnos de árboles que sepan estar de pie, luego de
haber soportado vientos fuertes.
Cuando uno aprende a superar obstáculos naturales y de los otros, vamos alejándonos de la resignación.
Desconocemos el color que nacerá desde nuestro ser; pero será para iluminar, porque ya lo sentimos en el núcleo.
La misma vida coloreará los instantes por venir y las circunstancias que debamos atravesar.
Y sumaremos plantas, porque queremos hacer un gran jardín para vivir allí y deslumbrarnos con la felicidad que aparece en cada oportunidad de la mano del sol.
Empezar es accionar; es saber que a partir de este aquí y ahora, nos comprometemos a realizar mucho más que situaciones.
Y la cáscara que fuimos acumulando para protegernos de tanta maldad y daño innecesario; se cae en pedazos.
Porque esos mismos pedazos, son los que ya no sirven y dejamos que se desprendan del cuerpo físico.
Y potenciamos el ser espiritual, ya que la materia alguna vez se desvanecerá.
Dejaremos perfume en quienes supieron valorar el aroma del amor.
Porque empezar, es darle un hermoso sentido a nuestra vida.
MARIANO SANTORO

lunes, 19 de octubre de 2015

Señales

La motivación surge a partir de tener un propósito, de darle un sentido a nuestra vida.
Cuando nuestro cuerpo nos pide mucho más que alimentos.
Cuando sentimos una necesidad especial para seguir camino.
Y los latidos toman su ritmo y junto a los pensamientos, marcan el nuevo rumbo.
Ese destino que ya nació en nuestra mente y lo sentimos en el corazón.
Los deseos de algo que trascienda, que deje nuevas y buenas huellas a seguir.
Caminos que dejan paso a otras personas que alguna vez se decidan a encontrarse a ellas mismas.
Señales, que están latiendo.
Altos y bajos que están por delante y hacia el lugar que miremos.
Pero son los mismos obstáculos que nos dicen que la vida tiene que tener movimiento.
Lo plano, lo liso, no tiene ritmo.
Es necesario aprender que las pruebas son para nuestro
crecimiento.
Y cada día necesita de su noche.
Bienvenidos los pequeños momentos oscuros, porque nos harán valorar más la luz interior.
Y estamos viviendo gracias a que experimentamos una vivencia personal.
Señales que aparecen y nos dan el mensaje que Dios nos habla, en complicidad con nuestro corazón.
El autoconocimiento es importante para ser más inteligentes emocionalmente.
Cuando nos expandimos, crece nuestra capacidad mental.
Y cada señal, será la indicada para dar los pasos en el momento exacto de nuestra vida.
MARIANO SANTORO

viernes, 16 de octubre de 2015

Cambios

Lo cotidiano puede transformarse en rutina y es el momento ideal para que nosotros seamos los que nos transformemos.
Lo que ya no tiene color ni sentido, lo que ya no nos aporta y quiere empujarnos hacia un estancamiento, es el momento perfecto para la gran decisión.
Las personas que nos rodean no significa que nos acompañen y esa es una de las peores soledades.
El destino nos habla constantemente y nos dice que todo eso que veníamos llamando vida, es tan solo un simulacro.
Nuestro destino tiene mucha intensidad y está en nosotros la elección correcta.
Definir lo que ya cumplió su ciclo para juntar fuerzas en el camino elegido.
Lo desconocido puede ser temeroso, pero intentarlo es motivador.
Probarnos, saber que hay algo más en nosotros y podemos potenciarlo.
Que podemos crecer como seres humanos cuando optamos por dejar esa rutina.
La vida tiene muchísimas puertas y las llaves para poder entrar, están en nuestro poder, sólo queriendo hacer lo que nos dice el corazón.
Esa guía interna que late y marca el ritmo de nuestros deseos.
El misterio de lo nuevo, de la misma nada que puede transformarse en todo.
Es un mar abierto donde nadar contra la corriente nos salva.
Salir, soltarse, animarse y dejarse llevar.
Abriremos caminos, porque nos dirigimos hacia un mar de oportunidades.
Y los que alguna vez llamamos amigos de verdad, sentirán que queremos esa modificación en nuestra vida.
Sentiremos el apoyo incondicional de los que saben que soñar es el comienzo de una vida de calidad.
Y la vida nos pone a prueba, porque sabe que somos capaces de aprobar.
Y lo necesario para realizar todo esto, es aceptar los cambios; los mismos, que nos harán progresar.
MARIANO SANTORO

lunes, 12 de octubre de 2015

Miradas

Miradas que antes se perdían y hoy, aprendieron a encontrar.
Miradas que buscaron durante años hasta que lograron comprender que lo necesario, estaba muy cerca, demasiado.
Miradas que viajan y se trasladan, porque la imaginación hoy está más predispuesta a nuevos horizontes.
Bello momento donde el disfrutar se transforma en la más agradable rutina.
Costumbres que mutaron para dejar paso a nuevas experiencias en las que las buenas emociones, están listas.
Melodías naturales que nos hacen compañía y las miradas, toman un brillo especial.
Miradas que saben cruzar los laberintos de las circunstancias.
Miradas que dan satisfacción, porque lo que entra es para limpiarnos.
Miradas que se comunican y dialogan con el destino.
Y el poder de la humanidad, está presente observando esas miradas que se cruzan y se conectan.
Los recuerdos se apresuran a hacerse presente, porque tienen mensajes por descifrar.
Las vivencias que quedaron inconclusas, hoy ya tienen su respuesta.
Miradas que abren caminos por lugares que antes ni nos atrevíamos a pasar.
Miradas que cumplen promesas porque saben que la palabra, tiene un don especial.
Miradas que se ven en otras miradas.
Y el planeta es testigo de algo fantástico, porque en nosotros se nota el cambio.
Y somos los que hoy dejamos fluir todo lo que cumplió su ciclo.
Y le damos un nuevo sentido a nuestra vida y nuestos días.
Miradas que dejan una estela y son huellas para los próximos que se animen a mirar.
MARIANO SANTORO

miércoles, 7 de octubre de 2015

Conecto

Tomo conciencia de lo que voy a realizar y me conecto con mi ser.
Me permito conectar con el eterno amor de la vida que es el mejor alimento.
Me conecto con la sabiduría de la naturaleza para abrazar a todo lo que me rodea.
Me conecto con mis emociones para que las mismas sean positivas.
Conecto mis latidos para que dejan fluir mis mejores sentimientos.
Me conecto con la energía que me deja crecer y cumplir mis anhelos, deseos y sueños.
Me conecto con todo lo que alguna vez imaginé y hoy, están preparados a hacerse realidad.
Me conecto con mi cuerpo y escucho todo lo que tiene para decir.
Conecto con mi mente y la dejo despejada para poder ver más allá de mis limitaciones.
Me conecto con mis recuerdos y sólo guardo y protejo los que me han dejado enseñanzas.
Me conecto con todo lo que he sabido ofrecer, porque es lo mismo que aún quiero dar.
Me conecto con el amor hacia otra persona, le susurro y muestro el romanticismo que vive en mí.
Conecto con el universo para hacerme amigo y ser compinches en todo el camino que tengo por recorrer.
Me conecto con lo que hoy puedo ver, a través de todo lo que aprendí y poder desconectarme de lo que me daña.
Me conecto con mi yo superior, para entender que en la humildad están los mejores logros.
Me conecto con la fe, que es lo que más quiero fortalecer.
Conecto con Dios y me dejo guiar por él.
Me conecto con mi niño interior para no alejarme nunca de la inocencia y de saber que los valores, son los que hacen a una persona de bien.
Me conecto conmigo mismo y todo lo que observo, lo puedo transformar, porque al hacerlo, me ayudo a mí mismo.
MARIANO SANTORO