domingo, 28 de diciembre de 2014

Emociones

Hoy me encuentro con una caja llena de emociones.
Que al abrirse, comienzan a salir los mejores recuerdos de mi crecimiento.
El niño que siempre estuvo presente; supo compartir mucho espacio con el adolescente descubridor.
El que investigaba y observaba todo lo que sucedía a su alrededor.
Que se permitía dejar salir algunos sentimientos, porque conoció lo que es el encantamiento de querer estar con otra persona.
Y llegó esa persona; la que sería una de las tantas marcas que dejarían su huella.
Una de las maestras de la vida, que en nombre de la necesidad de sentir cariño y sentirse querido; uno deja de ser uno mismo.
Ese cambio, no se suele ver en el presente y por eso es muy importante el futuro para ver el pasado.
Esa conjugación necesaria para poder armar el rompecabezas emocional que será el que determinará el camino a seguir.
Y entre esa hermosa caja que vuelve a abrirse; salen lugares a los cuales me transporto; viajo con gran velocidad para detallar nuevamente instantes que me provocaron alegría.
Y salen canciones que se filtran a mi piel y llegan directo a las venas, circulan por la sangre y movilizan todo mi ser.
La música inunda todo el ambiente y recrea el ambiente necesario para que no me afecte.
La música me ha hecho crecer.
Aprendiendo de sus letras y su melodía; he sabido escribir las propias que logran mi armonía.
Y las emociones siguen fluyendo, porque siguen saliendo momentos importantes.
Personas que están, que siguen siendo parte porque se ganaron un gran lugar en mi corazón.
Personas que estuvieron el tiempo exacto para darme cuenta que extrañar es una gran materia por aprender y que la misma, no moleste.
En varias ocasiones, muchas de esas emociones, salen a la luz con la fuerza de la imprudencia, con la desesperación de querer obtener anticipadamente algo que quizás no sea para nosotros.
De ahí, la importancia de ajustar la mente, el corazón y todo lo que queramos decir y hasta sentir.
Lo que yo quiera, no da por sentado que del otro lado quieran lo mismo.
Cada persona tiene sus ideales y sus sueños y es muy positivo compartirlos, pero no cambiarlos por gustos ajenos.
No hay que obligar a alguien a que sienta lo que sentimos nosotros, pero sí, mostrar que desde nuestro corazón, hay sentimientos sinceros.
La evaluación es personal y lleva tiempo.
No hay que acelerar algo que probablemente no pueda dar 3 pasos naturalmente.
Las emociones no vienen con manual de instrucciones y el control, está únicamente en nosotros y aprender su utilización correcta.
La mayoría de las veces, las cajas vienen llenas de sorpresas; esas que quizás esperábamos y otras tantas, las que nos hacen pensar.
El estar preparado a recibir algo que alguien se tomó el valioso tiempo de creer que podría gustarnos y hacernos bien, merece su debido respeto.
Lo que hagamos con la caja, es nuestra decisión.
Eso es valorar todo lo que acontece.
Porque si miramos la vida, amanece para todos, pero no todos lo saben apreciar.
Y es lo que no tiene precio, lo que mayor calidad y duración tiene.
Los sentimientos verdaderos, perduran.
Las emociones correctas y controladas; son las que emergen de nuestro ser y saben sembrar, incluso en lugares que el destino alguna vez pondrá en nuestro camino.
Mis emociones, hoy están en paz, porque tienen al amor que vive en mí para saber guiarlas.
MARIANO SANTORO

viernes, 26 de diciembre de 2014

Soltar

Se aprende a soltar cuando aprendemos a querernos.
Soltar es el mayor acto de libertad.
Es cuando dejamos ir lo que antes creíamos que nos era de utilidad y hoy, nos pesa.
Es desprenderse de lo que quiere arrastrarnos a la fuerza y es algo que ya no deseamos.
Quizás hubo momentos en los que no veíamos muchas cosas, porque nos acostumbramos a usar una venda emocional que sólo nos dejaba ver lo que nos querían mostrar y nosotros, luego de tanto sufrimiento, dejábamos pasar, como si alguna vez llegaría el cambio.
Y cambiar es también parte de ese soltar que tanto bien nos hace.
Cambiamos pieles, porque queremos mostrarnos en esencia.
La desnudez del alma es muy importante para el crecimiento espiritual.
Soltar es saber que lo que se va, no significa que se pierde completamente, sino que ya no nos afecta, ya no nos provoca dolor.
Apegarnos a situaciones y personas, nos crea dependencia y eso es lo que nos hace mal.
No nos deja tiempo para ser nosotros mismos.
Soltar es agarrar la mochila y vaciarla.
Es dejarla limpia y que de a poco, la iremos llenando de nuevas ilusiones y emociones.
Es poder pararnos firmes ante la vida.
Poder disfrutar de respirar y sentir la maravillosa sensación de libertad.
La que no tenemos que rendir cuentas a nadie.
La de hacer todo lo que salga del corazón, porque este mismo ya aprendió a curarse y hoy, sólo desea caricias.
Soltar es valorarnos lo suficiente para poder compartir instantes y que al apartarnos, queden los buenos recuerdos.
Es dejar ir y desear lo mejor, porque ha sido parte de nuestro aprendizaje y seguramente hoy le tocará el turno a otra persona.
Soltar es darse cuenta que aprobamos una de las más importantes materias que la vida nos tiene preparado en el trayecto que vivimos.
Y soltar, también es una expresión de amar, porque damos libertad no sólo a nosotros, sino a eso que teníamos pendiendo de nuestro ser, colgando y hasta a veces, provocando peso innecesario.
Soltar es dar espacio y disfrutar el propio.
Es autoconocerse y saber que un nuevo camino está por comenzar.
MARIANO SANTORO

viernes, 19 de diciembre de 2014

Espejos

Espejos que muestran mucho más que una imagen.
Miradas que bucean en la profundidad de alma.
Vidas que han pasado y forman parte de nuestra existencia.
La experiencia en la que el corazón ha sabido dejar mucho de lo suyo.
Reflejos de circunstancias.
Una vida que se reparte en varios espejos, porque cada uno tiene la mirada del crecimiento.
Distintos puntos de vista a través de distintas etapas.
Una inmensa cantidad de historias que hoy nos observan.
Todas tienen sus motivos para decirnos verdades.
Y lo ocasional es también continuidad.
La seguridad de sabernos crecido y haber abandonado los miedos tan temidos.
Los recuerdos que llegan, nos dan el pasaje de ida.
La imaginación se permite viajar nuevamente a lugares de la mente.
Sueños que son dueños de instantes pasados.
Todo son momentos, todo son emociones.
Y aparecen algunas canciones, para que el viaje sea más ameno.
Y el vuelo, se pierde aún sabiendo su rumbo.
Soñar dentro de sueños ya vividos y algunos realizados.
Sueños que se renuevan y quieren ser completados.
Y la música que acompaña, porque ya no daña.
Pienso, porque los pensamientos se hacen presente.
Siento, porque mi corazón se ha dedicado toda la vida a sentir.
Actúo, porque el movimiento es lo que nos traslada a nuevos lugares y estados.
Miro a los costados y veo espejos.
Y cada uno no me muestra el presente, sino que me veo con diferentes edades.
Y cada espejo tiene su secreto, aunque mi vida ya ha sido develada.
Todos conocen mi vida, pero no todos la conecen entera, tan sólo una parte cada uno.
Un rompecabezas de piezas que se reparten en cada espejo.
Partes de un todo y a la vez separadas por la vida.
Un lindo juego en el azar de la experiencia.
Espejos de distintos modelos que forman una sola pieza.
Desarmados para darle color al misterio.
Y entre todo ese collage de espejos, hay algunos que aún no muestran nada, porque guardan lo que vendrá.
Todos tienen su propio marco, su propio momento según las modas.
Pero lo que no pasará nunca de moda, porque tampoco es una estación, es el lenguaje que refleja.
Las palabras que salen de la única mirada y es la que actualmente disfruto.
Porque este regalo que vivo hoy, es la semilla de mi mañana.
Y habrá amaneceres y luz brillante que pegarán en esos espejos y saldrán luces de colores.
Esas mismas luces, son las que mi alma ya disfruta y le dan sentido a mi vida.
MARIANO SANTORO

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Caminando

Caminando, perseguiste sueños que vivieron en tu mente durante años y fuiste en búsqueda de ellos.
Caminando, te viste con tus otras personalidades, la que fuiste alguna vez y tomaste la decisión correcta de cambiar, de nacer de nuevo.
Caminando, fue que viste nuevos caminos y nuevas oportunidades.
Caminando, te permitiste observar que la vida tiene mucho para ofrecer y muchas veces, no miramos por encerrarnos.
Caminando, te amigaste con la naturaleza y tomaste esa flor que te llamó la atención y hoy es tu compañera.
Caminando, cruzaste puentes necesarios para pasar de un estado a otro, porque supiste que las cosas no se reemplazan, sino que llevan un proceso.
Caminando, viste un mundo acelerado con una velocidad imposible de seguir y vos, no querías ser del montón.
Caminando, caminaste hacia vos, porque sabías que el afuera, es sólo un decorado de la belleza que vive en vos.
Caminando, comenzaste a cantar una melodía y no era de una canción conocida, sino que vos misma estabas creando.
Caminando, dejaste pasar cosas que sentiste que no eran para vos.
Caminando, fuiste acomodándote en ese camino, porque ya no dejabas que alguien te lleve por delante.
Caminando, dabas comienzo a esa continuidad de pasos hacia una meta que salía desde tu guía interior.
Caminando, diste una vuelta mirando hacia los costados y sentiste un dejo de tristeza por la gente estancada; sin ánimo de continuar.
Caminando, recuperaste energía, porque todo lo que alguna vez te frenó, hoy no te impedía seguir y era necesaria esa fortaleza para seguir.
Caminando, tuviste tiempo para recordar y pensar en todo lo que costó llegar a este camino.
Caminando, viajaste por historias que no terminaron de escribirse y esa falta, esa ausencia, te hizo mal.
Caminando, creciste, porque este viaje te daba la sabiduría de la experiencia vivida, de ser la protagonista de toda tu existencia.
Caminando, buscaste las respuestas a todas las preguntas que te hiciste; buscaste salidas y tu mirada cambió.
Caminando, te encontré y al tomarte de la mano, a tu camino me sumé.
MARIANO SANTORO

domingo, 7 de diciembre de 2014

Letras

Letras solitarias que comenzaron a transitar por lugares muy profundos.
Letras que fueron conociendo a otras similares y algunas muy distintas.
Letras que aprendieron que algo especial había en la unión.
Y fueron acercándose muy tímidamente, queriendo saber qué era lo que las atraía.
Susurraban, hacían pequeños grupitos y algo mágico nacía.
Eran parte de algo que al unirse, al compartir, formaban palabritas.
Ellas fueron sorprendiéndose y el lenguaje que nacía desde las entrañas, fluía.
Estas letras que ya iban caminando hasta encontrarse en la cercanía, se dieron cuenta que tenían voz y que podían hablar y pronunciar palabras.
Y cada una hablaba con lo que salía naturalmente.
Eran muy pocas las que tomaban real conciencia del significado de esas palabras.
Pero había en cada una, una extrema sinceridad y eso, las hacía seguir conversando.
Estas letras ya tenían vida propia y hoy, sólo sentían la necesidad de darse a conocer a toda aquélla persona que valore cada palabra.
Que puedan darle un mayor sentido a todo esto que ya había nacido y crecía, porque las emociones encontraron su via de comunicación.
Y el destino les presentó a una hoja en blanco.
Y todas esas letras, quisieron ir rumbo a ese lugar y tener su espacio.
Con respeto entre ellas, cada uno fue buscando algún renglón.
La vida se encargaría de hacer la conexión divina para poder dar un lindo mensaje.
Tenían como guía a un inmenso corazón que ya sabía de muchas cuestiones y de tanto vivir, algunas respuestas ya eran parte de su ser.
Y ese ser, venía acompañado de su esencia.
La pureza que mantenía por tener un diálogo sano con su niño interior, les abrió un hermoso espacio a estas letras.
Todo, era una mágica conexión, todo tenía su precisión y su por qué.
Los motivos de cada palabra, el tiempo en que fueron dichas y hoy, ya escritas, toman el valor de la historia personal.
La vivencia de cada letra que un día, además de ya conocerse y hacer amigas entre ellas, acrecentaron una unión espiritual.
Esas mismas letras, sintieron que había algo más.
Fueron tomando cuerpo siendo parte de un mismo cuerpo.
Hoy, saben de amor, porque juntas le escribieron infinitas veces.
Hoy, pueden abrazar al alma, ya que al aferrarse de la mano del cariño, muchas veces no hay necesidad de que estas letras digan lo que sientan.
Porque ellas también saben que el silencio, es una bella manera de reflexionar y compartir.
Hoy, todas esas letras juntas, viven en un lugar sagrado y una sobre una, hacen una linda cantidad que suma 500 escritos.
La realidad se fusiona con la virtualidad en un mundo donde lo que importa es expresarse.
Y sabemos muy bien que recorrerán caminos, distancias y llegarán a los sentimientos de quien sepa recibirlos.
Estas letras, que quieren, aman y desean, viven en una mente que se conecta a otra y así, hacen una divinidad que no se puede explicar.
Porque el poder de cada palabra, sabe que el amor verdadero siempre las protegerá.
MARIANO SANTORO

jueves, 4 de diciembre de 2014

Besarte

Besarte, es mucho más que sentir la suavidad de tus labios.
Besarte es sanarme.
Besarte es olvidarme de situaciones en las que el amor, tan sólo era un proyecto imaginario.
Y luego confirmaría que el amor verdadero, es mucho más que un proyecto.
Besarte es saber que hay un lenguaje más importante que el que pueda pronunciar una boca.
Y es esa misma boca que hoy, me besa.
Todo había comenzado cuando la tierra era mucho más que un hogar; era el lugar donde pisaba y caminaba.
Esa tierra que a su nivel, me mostraba una limitada vida.
Hasta que un día comencé a elevarme; tomé vuelo y solté lo que me arrastraba.
Ya no era el mismo y mi intención de cambio ya estaba instalada.
Quebré esas piedras que hacían demasiado peso y mis espaldas se aliviaron.
Y en ese nuevo vuelo, me encontré con una bella mariposa.
La misma que había perdido un ala en una de sus tantas apuestas al que consideraba amor.
Y luego el mismo crecimiento, le hizo confirmar que no era tal, sino que era parte de un proceso por el cual debía pasar, hasta llegar a este presente.
Y nuestras miradas se cruzaron y al cerrar los párpados, nos vimos uno dentro del otro.
Y el beso selló ese momento y lo eternizó.
Besarte me invitó a quedarme.
Ese intercambio de sentimiento me hizo saber que querías que fuese tu nueva ala.
Y comenzamos a volar juntos.
Y los besos que alguna vez he dado, ya han sido guardados.
Y las miradas que alguna vez di, no eran iguales a lo que este día sentí.
Y mis brazos querían ser parte de los tuyos.
Y mi cuerpo ya no era el mismo, porque se renovó a algo mucho mejor.
Todo lo que jamás me había imaginado, hoy se había hecho real.
Porque hay veces que algunos sueños limitan.
La mente nos deja ver sólo lo que conocemos y no le damos permiso a la sorpresa.
Y hoy le doy la bienvenida a esta belleza que hace mucho más que acompañarme.
Y este cielo tan hermoso que es nuestro techo.
Un hogar en las alturas, porque ya no hay espacio para las dudas o los miedos.
Hoy sólo hay presente y un mundo nuevo.
Hoy, puedo ser yo mismo, porque al ser parte de tu vida; nos unimos en un sólo ser.
Y ver crecer a ese ser, es emocionante.
Lágrimas de felicidad se deslizan y caen ante un caminante distraído que nos observa.
Y las sonrisas cómplices le hacen saber que él también puede ser feliz.
Volar juntos es la mejor compañía.
Unidad que también es Navidad.
Besarte es contarte que mi vida está llena de felicidad.
No llegaste para completarme, sino que fortaleciste lo que ya era.
Mi esencia, hoy tiene tu aroma.
Y es el perfume que se logra cuando uno se entrega completamente.
Podría pensarte, pero prefiero tenerte.
Podría mirarte, pero prefiero besarte.
Podría es futuro, pero hoy, yo quiero amarte.
MARIANO SANTORO

lunes, 1 de diciembre de 2014

Sol-edad

Temporada de balances y de mucha soledad ambulante.
Ancianos transitando un camino ya casi vencido por la falta de esperanza.
Envejeciendo sus marcas, producto de batallas que supieron sobrevivir.
Corazones perdidos que quieren encontrarse, buscando en lugares equivocados.
El planeta aún tiene deseos de mejorar y de sentirse más acompañado.
Hay mucho por soñar y mucho más por hacer.
Hay mucho por nacer y debe surgir desde nuestra voluntad.
Árbol que ha sabido crecer y crear su propia sabiduría.
La vida es un gran sol que nos ilumina y le da motivo a nuestra existencia.
Sol-edad, es el tiempo vivido.
La edad es mucho más que años sumando experiencias.
La edad es la que tiene nuestra alma.
La eterna juventud tiene su lugar ahí.
Y ya no importa si es arena, tierra o cemento,
hoy, hay mucho recuerdo dando vueltas.
Y la imaginación, vuela y se aleja por momentos,
nos deja en soledad y busca otras compañías.
La incertidumbre de llegar adonde no se sabe, porque nunca se buscó.
Un sueño quebrado, porque alguien ha llorado y no pudo cicatricar.
Y la vida es elevarse, porque la verdad está en lo que nos rodea y en la altura, es mucho más que la dura realidad.
No se quiere desde la lástima, porque somos mucho más que una mirada ajena.
Todo lo que nos ha pasado, ya ha sido guardado.
Y ese sol que nos abriga, con los rayos que destila,
en un verano que aún no llega y espera que lo alcance un mejor balance.
Y las ramas se extienden porque sienten que hay deseos de abrazar.
Pero esas almas inquietas aún no se deciden y siguen girando.
Hay tantos círculos que nos envician y que no saben lo que quieren.
Las dudas de la soledad los aqueja.
Penas que aún pesan y es mucho más que una carga,
muchas son amargas y otras, ya ni saben su destino.
Siempre hay un camino y siempre hay un sol
y la edad que se suma a nuestro cuerpo,
es la que la mente habilita,
en esas puertas giratorias que gritan,
porque no encuentran su salida.
Es difícil luchar contra ese mentir,
de los que no saben sentir.
Creyendo sólo en nosotros, tendremos la solución.
No hay problema, sólo hay vida.
Hay una inmensa valija, a la cual queremos trasnportar.
Vacía de peso, pero llena de deseos.
Sol radiante que guía al caminante.
Edad que enumera la biografía de quien supo elegir.
Una historia escrita desde adentro,
un protagonista eterno de la magia de amar,
hoy es libre de opinar, porque hay respeto en el valor.
Lo que quiera causar dolor, el cuerpo ya sabe de paciencia
y es en la consistencia, que la fe aparece.
Brilla, renace y crece, desde el amor que protege.
Y aunque uno sea propietario, sabe que el amor se comparte,
siempre hay espacio para esa inquilina que nos motiva,
la que mira y sonríe,
la que quiere y se permite,
la que aguarda y no se espanta,
la que siente y se ilusiona,
la que es niña, porque ha sido mujer
y otra vez es parte del crecer,
de la misma sabiduría.
Es mi flor, es mi sol y es mi luz,
porque yo he sido todo eso y hoy,
hoy estoy en sol-edad creyendo en la única amistad que me mantiene sano,
mis palabras se hacen texto y mi corazón late con pasión,
música de amor, es mi única canción.
MARIANO SANTORO

viernes, 28 de noviembre de 2014

Liberando las emociones

La Vida tiene tanto por ofrecernos que muchas veces le tomamos un respeto muy especial.
Como si le pedimos permiso para realizar diferentes actividades.
Desde nuestra independencia de ser, podemos ir liberando las emociones que tanto bien nos hacen.
Toda manera de expresar y de exteriorizar lo que sucede en nuestro interior, es positiva.
Cuando el amor que vive en nosotros se suma al externo, al que llega a través de otra persona, fluye algo increíble.
Las emociones se expanden y atraviesan los mismos muros que alguna vez pusimos delante nuestro para impedir que nos dañen.
No hay fragilidad, porque el amor es extrema fortaleza.
Sentir los sentimientos y vivir cada emoción como algo fantástico y único.
Suele pasar que nos causa conmoción, porque la impresión de saber que estamos en un momento de felicidad extrema, nos enaltecen y la alegría nos invade.
Vemos un inmenso mar de amor que llega y nos baña y limpia de todo lo anterior.
Una fuerza renovadora que nos motiva.
Y de una vida aparentemente simple, salen colores que nos transforman.
Vamos pintando cada paso que damos, porque ya estamos transitando el camino del amor real.
Liberando emociones es a la vez mostrarnos a un mundo cada vez más oscuro, pero vivimos con la esperanza de colorear la vida de quien se acerque.
Hay tanto para dar, tanto para ofrecer y tanto por disfrutar.
Cuando nuestras decisiones son las correctas, la perfecta voluntad nos permite sentir todo lo mágico que tiene la vida.
Somos independientes de elegir, libres para amar todo lo que nos alimente por dentro.
La franqueza de exteriorizar lo que sentimos, es lo que le da belleza a nuestra existencia.
Y somos espontáneos porque el amor es naturalmente sanador y liberador.
Liberando las emociones es hacerle saber a esa persona que es la indicada.
Y todo lo que veo en ella, es lo que pude modificar para encontrarme a mí mismo y mejorar la calidad.
La confianza nace de la sinceridad.
La humildad, nace de atrevernos a accionar desde el corazón.
Y lo que puedo llegar a sentir por alguien, nace de esa hermosa mirada que puede sentirse abrazada por mis más puros sentimientos.
Liberando las emociones es querer compartir el amor que vive en mí.
MARIANO SANTORO

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Mirada de cristal

Desde el primer instante que naciste, comenzaste a mirar la vida de una manera especial, que luego perfeccionarías.
Viviste tantas cosas y viste mucho más.
Pero hay en vos una mirada de cristal, porque sos una persona frágil.
Haz logrado tanto y pasaste por mucho y esa fragilidad es también tu fortaleza.
Creciste mientras observabas la vida y siempre la viviste.
Disfrutaste mucho más que momentos.
Miraste todo lo que estuvo a tu alcance y también supiste mirarte interiormente.
Y un nuevo mundo se abrió ante ti.
Tus ojos aprendieron a reflejar lo que sos.
Exteriorizar sentimientos sólo es para las personas con miradas de cristal.
Porque pueden darle un único sentido y personal.
Somos personas con vivencias y miramos la vida a través de lo que vivimos y sentimos.
Nos escuchamos a través de las voces internas que se comunican con nuestra visión.
Y nace una conexión que nos transporta.
Una elevación espiritual nos hace ver mucho más de lo que estábamos acostumbrados.
Y ese cristal es demasiado frágil, pero sabe mirar, porque ha conocido el dolor y la tristeza.
Hoy, sólo se permite ver alegría y felicidad.
Y hay un sendero que aparece delante de esa bella mirada.
Es el camino que de la mano del destino comenzará a transitar.
Las guías ya están preparadas para iluminar.
Y la luz que sale desde los ojos, es lo que se mezcla con la divinidad.
Mirada de cristal que puedo ver y logro enamorarme de tu ser.
Veo en vos, todo lo bello que vive en mí.
Puedo ver lo que alguien ha escondido y hoy, sale a la luz.
Florecen emociones porque desde tu mirada me dicen que es la verdad que nace.
Me reflejo en el espejo de tu ser.
Tu mirada aunque permanezca cerrada, me ha dejado entrar en vos.
Y el cariño crece como mi sed de ser parte de vos.
En cada pestañeo tuyo, logro colarme y dejarme llevar.
Porque tu mirada es sabiduría, es camino.
Todo lo pensado y todo lo que se ha soñado, hoy es parte de una realidad.
La misma que completa partes separadas en esta escuela dedicada a encontrar piezas enteras que sigan sumando.
Vivimos sembrados en diferentes corazones que mutan y cambian de piel, pero nunca de esencia.
Los cambios son procesos parte del progreso necesario.
Y es en la necesidad, que hoy puedo descansar en tu mirada.
Sí, esa mirada de cristal que me dice lo que mi corazón quiere escuchar.
Amor es tan sólo una palabra en la cual viven todas las verdades de Dios.
MARIANO SANTORO

lunes, 24 de noviembre de 2014

Hacia la luz

La gran mayoría de las cosas que pasan en la vida, tienen 2 lados.
Y cuando en nuestro ser hemos decidido transitar por el camino correcto, nos dejamos guiar por el corazón y queremos ir hacia la luz.
Por dentro, ya está instalada la luminosidad divina que nos habla y dice la verdad.
A cada paso, descubrimos toda la inmensidad que tiene la vida.
La sorpresa llega como un suave viento en nuestro rostro.
Y nos seguimos maravillando.
Nos alegramos de saber que hay mucho por delante, porque ya nos acostumbramos a caminar.
Y el viaje se hace agradable, porque a cada instante, la felicidad nos acompaña.
Continuamos porque queremos crecer.
Sentimos que la vida nos tenía un bello presente y hoy, vamos rumbo a nuestro futuro.
El mismo que escribimos cada día y sumaremos todo lo que nos haga bien.
Y mientras avanzamos, sentimos la necesidad porque el cuerpo nos pide.
Y cada petición es crecimiento espiritual.
Hacia la luz voy y vamos, porque no soy sólo yo; sino que va toda mi vida conmigo.
Las personas que bien me acompañaron alguna vez y guardo los mejores recuerdos, están conmigo y a mi lado.
Y la intención no es vivir en el pasado, porque es el mismo que he vivido.
Y adoro develar misterios y dejarme invadir por la magia de los sueños.
Los mismos que me hacen compañía en cada noche, sabiendo que al amanecer, muchos de ellos tomarán forma.
Hacia la luz es lo que veo, porque miro mi interior y mi cuerpo transita desde la pequeñez, porque sé que hay algo muy grande que me espera.
Y la esperanza es también parte de la compañía, porque estoy rodeado de todo lo hermoso que conocí.
Y hacia allá voy, porque cuando opté por quedarme, escuché el mensaje correcto.
Y sentí porque percibí.
Pude intuir porque me dejé llevar por mi centro.
Y es el núcleo, el mismo que moviliza mi ser.
Hacia la luz estoy yendo, porque he dejado esas partes oscuras.
Y puedo ver mi sombra, compañera fiel que me muestra que puedo brillar y puedo dejar huellas.
Las que se ven y las que se sienten.
Y provoca tanto placer caminar que me dejo elevar.
Estoy tan cerca de lo que imaginé, pero sé que luego de ese lugar, habrá mucha más luz que me llevará hacia mi propia eternidad.
MARIANO SANTORO

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Laberinto con destino

Uno de los días más importantes de tu vida, habías tomado la mejor decisión, ya que te priorizaste y dejaste de escuchar voces ajenas que sólo confundían.
Tus pensamientos se habían acumulado y ya eran una gran montaña de locas ideas que no tenían rumbo.
Pero ya habías logrado pararte delante de la puerta de tu destino.
Ya no era pérdida; sino que era la ganancia de la esperanza.
Y te dejaste llevar; fluiste a través de tu esencia.
Y te enfrentaste a lo desconocido.
A un laberinto de nuevas sensaciones que te producirían nuevas emociones.
Las vivencias de lo mágico, le daban ese toque misterioso y con sed de continuar.
Ya habías aprendido que la clave es perseverar y la fe, ya estaba en tu ser y en tu corazón.
Y alimentaste tanto tus ilusiones que la motivación te dio el empuje necesario para caminar.
Comenzaste y diste vueltas y vueltas; hasta que también algunas veces diste unos pasos hacia atrás.
Algo en vos te dijo que esa lección ya la habías aprendido y que no era necesario quedarse.
Es normal que nos den ganas de repetir algunas historias, pero si ya se han ido, el mensaje que nos dicen es que ya tuvo su momento y su oportunidad.
Y a cada paso, te ibas descubriendo más, sabías que la solución no estaba en ningún rincón, sino en el núcleo.
Y en el centro de tu ser, te encontraste con el más puro amor que ya vivía en tu corazón.
Los pequeños vacíos que bordeaban tu corazón, empezaron a llenarse de amor.
Porque te habías permitido escuchar a tu esencia.
La que te decía que el amor salva, sana y te acompaña.
Y tu crecimiento es haber llegado a la instancia de avanzar, porque al quedarnos, dejamos que el pasado nos invada y tome poder.
Todo tiene su tiempo y hoy, estás en otro lugar, pero no es físico.
Y es por eso que te resultó más fácil encontrar el camino.
Porque el único destino, siempre será el amor.
MARIANO SANTORO

martes, 11 de noviembre de 2014

Fruto del amor

Una tarde salí a pasear por mis sueños y mientras volaba, lo que pasaba por mi imaginación se materializó.
Y apareciste vos.
Toda mi naturaleza interna, comenzaba a cosechar lo que venía del exterior.
Y fue cuando te encontré.
Mi árbol ya tenía buenas raíces y se fue abriendo según las circunstancias de la vida.
Y florecí amor.
Todo lo que fue creciendo a través de mi perseverancia, se extendió y me permití liberar.
Y mis sentimientos se cruzaron con vos.

Te vi cerca, demasiado cerca.
Estabas parada delante de mis ideales.
Lo que alguna vez expuse en una hoja, dejando testimonio de un futuro, estaba ahí.
Y no tuve que pensar, porque pude sentir.
Y no tuve que parecer, porque comencé a ser.
Y no tuve que ver, porque comenzaste a ser mi nueva visión.
Fruto del amor, fruto de vida.
2 corazones llenos de energía que se fusionaron.
2 melodías llenas de armonía que hacían una canción.
2 personas con ganas de ser una.

Fruto del amor es haber sabido esperar, porque la paciencia es sabia.
Y la esperanza fue tan bella durante este proceso que mi alegría, mutaba, volaba y se expandía.
Un cuarto lleno de deseos, de momentos que fueron sembrados desde la fe.
Y hoy ese ambiente es lo que más siente.
Hoy, vivo de esos frutos.
Me alimento del amor porque el amor es la mayor necesidad del ser humano.
Y todo lo que siempre tuve para dar, hoy tiene un destino.
Y es en mi camino, cuando te encontré.
Aunque en mi profunda conciencia, siempre viviste en mí.

MARIANO SANTORO

viernes, 7 de noviembre de 2014

Recupera tu vida

Alguien te dijo alguna vez que nunca dejes de soñar y esos mismos sueños se acumularon, se hicieron cantidad y de la nada, se fueron desvaneciendo.
Quisiste hacer actividades que te gusten, que te fortalezcan y que además de entretener, te sirvan para ese futuro que nunca llegaba y todo lo que hacías, no le encontrabas el sentido, era insuficiente.
Y te animaste a querer, supiste lo que era empezar a sentir cosas por otra persona y sólo conseguiste que te defraudaran.
Escuchaste a alguien que te dijo que la solución era escaparse y comenzaste a ir a lugares muy alejados, pero te encontraste con todas tus personalidades y cada una, tenía algo malo para contar.
La soledad era fuerte y aumentaba a cada instante.
Ya no te bancabas estar no solamente afuera de muchas personas, sino que la lucha era en tu interior.

Cerraste puertas y ventanas pensando que sólo podías sobrevivir con tus ideales y esos se fueron esfumando.
Desaparecía mucho de lo que querías y se presentaba en tu vida la incertidumbre.
Las emociones habían oscurecido y la visión, era una constante nube de decadencia.
Habías aprendido que dando, te alimentarías de la mejor manera y el vacío se hizo presente.
Todo se derrumbaba y la creencia de que ya era el final, había llegado.
Y cuando caíste, las lágrimas cubrieron todo tu cuerpo y te permitiste mirar hacia arriba.

Y recibiste un baño de humildad.
Un inmenso poder se apoderó de vos y una dulce voz, te hablaba.
Tus oídos volvían a recuperar la sensibilidad necesaria y escuchaste:

"Recupera tu vida".
No supiste qué hacer; pero el poder divino te supo guiar.
Comenzaste a pararte, a poner firme ese cuerpo que aunque golpeado, aún podía hacer ese intento.
Y era el principio de algo que ya no creías que te tocaría.
La recuperación de tu vida estaba en camino, porque te mostraron el camino de tu salvación.

Dios, te está dando la oportunidad de volver a creer en vos y que pongas tus problemas en manos de él.
MARIANO SANTORO

lunes, 3 de noviembre de 2014

Baño de energía

Baño de energía.
El agua tiene poder sanador y es la que nos limpia de todo lo que ya ha vencido.
La misma agua divina que llega para acariciarnos la piel.
El agua que nos besa y sentimos hermosas sensaciones.
Baño de paz.
Porque en nuestro interior es cuando más se siente la serenidad del agua.
La tranquilidad que nos provoca.
Todo nuestro ser se relaja y nos eleva a un nivel espiritual.
Baño de amor.
Todo lo que dejamos soltar cuando dejamos paso al amor que cura.

El amor que desde el núcleo va recorriendo los caminos para transmitir nuevas emociones.
Amor que está siempre para valorar y dejarse amar.
Baño de luz.
Ya que toda la luminosidad interna es la que recupera el poder para brillar.
Luz que es faro para atraer más luz y más sentimientos.
Luz que le quita poder a lo oscuro y nos da más seguridad.
Baño de visión.
Porque esas vendas que alguna vez dejamos estar, son las que hoy se deslizan con naturalidad para permitirnos ver.

Visión para que nuestra mirada pueda descubrir lo bueno de la vida.
Observar más de lo que quieren mostrarnos.
Baño de alegría.
La misma que se instala en nuestro rostro y que dibuja las mejores sonrisas listas para regalar.
Salir al mundo para contagiar.
Alegría que une y comparte con los que quieren cambiar su estado anímico.
Baño de vida.
Vida que comenzó y tiene el proceso correcto para permitirnos crecer.
Vida que puede dar vida cuando hay amor verdadero.
Vida que es siempre un nuevo comienzo.

MARIANO SANTORO