martes, 11 de noviembre de 2014

Fruto del amor

Una tarde salí a pasear por mis sueños y mientras volaba, lo que pasaba por mi imaginación se materializó.
Y apareciste vos.
Toda mi naturaleza interna, comenzaba a cosechar lo que venía del exterior.
Y fue cuando te encontré.
Mi árbol ya tenía buenas raíces y se fue abriendo según las circunstancias de la vida.
Y florecí amor.
Todo lo que fue creciendo a través de mi perseverancia, se extendió y me permití liberar.
Y mis sentimientos se cruzaron con vos.

Te vi cerca, demasiado cerca.
Estabas parada delante de mis ideales.
Lo que alguna vez expuse en una hoja, dejando testimonio de un futuro, estaba ahí.
Y no tuve que pensar, porque pude sentir.
Y no tuve que parecer, porque comencé a ser.
Y no tuve que ver, porque comenzaste a ser mi nueva visión.
Fruto del amor, fruto de vida.
2 corazones llenos de energía que se fusionaron.
2 melodías llenas de armonía que hacían una canción.
2 personas con ganas de ser una.

Fruto del amor es haber sabido esperar, porque la paciencia es sabia.
Y la esperanza fue tan bella durante este proceso que mi alegría, mutaba, volaba y se expandía.
Un cuarto lleno de deseos, de momentos que fueron sembrados desde la fe.
Y hoy ese ambiente es lo que más siente.
Hoy, vivo de esos frutos.
Me alimento del amor porque el amor es la mayor necesidad del ser humano.
Y todo lo que siempre tuve para dar, hoy tiene un destino.
Y es en mi camino, cuando te encontré.
Aunque en mi profunda conciencia, siempre viviste en mí.

MARIANO SANTORO