domingo, 27 de febrero de 2011

Un beso hasta la eternidad

Un beso es el principio de muchas cosas.
De deseos, de sensaciones a vivir.
En algún momento cuando nos sentimos mal y la depresión se está acercando a nuestra vida, de la mano de la soledad, nos agarra una inmensa ansiedad de estar compartiendo momentos y experiencias nuevas.
Nuestro cuerpo ya dolido quiere acostumbrarse a un nuevo cuerpo; quiere ser besado y amado de la manera que tantas veces soñamos.
Pero con las ganas solas, no llegamos a nada.
Nuestros tiempos no son los mismos que los que nos tiene preparado el destino.
Podemos conocer mucha gente ocasional y pasajera en la cual se subiran a nuestro viaje de sensaciones y emociones; en los que en ese viaje nos enfrentaremos con todos esos sueños que siempre estuvieron en nosotros.
La realidad nos golpea y tropezamos.
Todo lo que queríamos, por algún motivo se esfumó.
Hay cosas que se desvanecen sin saber la razón.
La cabeza comienza a tener más trabajo y no para de pensar y maquinar preguntas.
Qué pasó?
Porqué ahora si veníamos tan bien?
Siempre es mi culpa?
NO y miles de veces NO.
La culpa no es de nadie, solo que esa persona, aunque cueste creerlo fue alguien importante para darte cuenta que todo lo que querés, puede aparecer.
No importa si estabas preparada, lo importante es que sabés que existe y puede llegar en cualquier momento.
Supiste lo que es que te quieran y te amen.
Fuiste parte de otro ser y viviste en su corazón durante un tiempo.
Pensarás que ese tiempo fue demasiado poco, pero nada es poco cuando también existe la nada verdadera, o sea, que no lo hayas vivido.
Hay que jugar para ganar y para reconocer que no ganaste.
El único ganador siempre es el amor, no las personas.
Las personas solo participan de ese juego maravilloso.
Durante un tiempo, períodos largos o cortos, supiste lo que es amar.
Te invadieron ganas de seguir cada día en ese mundo.
Fuiste feliz.
Estabas alegre hasta que te diste cuenta de cosas.
Lo que conociste se mostró de una manera que no estabas acostumbrada.
Tuviste miedo.
Pero nada pasó ni pasará, ya que cuando alguien quiso de verdad a alguien, jamás le haría daño, ya que al hacérselo, te lo hacés a vos misma, porque vos viviste en ese cuerpo, en ese envase donde depositaste todo el cariño y el amor que podés dar.
Sólo cuando te defraudaron a un nivel emocional inmenso, te dan ganas de insultar, de golpear y de mandar todo a ya sabés dónde.
La bronca, te genera más bronca.
La úlcera y los dolores corporales nacen de ese malestar para con el otro.
Nunca odies, porque no querés que nadie lo haga con vos.
Si estuviste muchos años en pareja y la relación se desgastó, es mejor cortar, ya que a nadie le gusta tener algo que nos hace daño.
Es como un tumor, o algo que debemos operar.
Lo malo no se colecciona.
Sólo se guardan los buenos recuerdos, las cosas bellas que vivimos juntos a esa persona.
Acaso te acordás del primer beso?
Seguro que sí.
Mantené ese recuerdo por unos instantes.
Qué te provoca?
Te emocionás?
Eso es amor y eso lo viviste.
Es probable que no te acuerdes mucho del último beso que recibiste, o lo tenés como un recuerdo muy lejano.
Y si te acordás, jamás pensarías que ese beso hubiera sido el último.
Nunca sabemos cuándo se termina una pareja.
Pero ese beso, podemos mantenerlo hasta la eternidad.
Porque esa persona te lo dio con todo su amor y hoy, vive en vos, en tu corazón y en tu alma.
Recordá siempre lo bueno que viviste.
Ya llegarán nuevos besos, aunque los mejores no se olviden y seguro que no querrás olvidarte nunca; todo lo que venga, creé que será mejor.
Porque en la vida todo tiene que crecer, como tus esperanzas de felicidad y ser amada.
MARIANO SANTORO

martes, 22 de febrero de 2011

Palabras que ya no están

Todo comienza con unas miradas, unas palabras y desde ahí, un largo camino de conocimiento.
Empiezan a aparecer palabras de afecto y el cariño va creciendo.
En la brevedad se habla de querer incluso ya se siente un amor.
Ese amor crece a la par de las charlas y el tiempo que se comparte.
Ya se ganaron la confianza, hay fe que los mantiene juntos, los pensamientos y creencias los siguen uniendo.
Cada día hay más, cada día se gana mucho más y la felicidad ya está instalada.
Como parte de un juego pero con fines serios, se proyectan sueños, hasta quererlos materializar.
Se vuela ya que cuando hay amor, todo es maravilloso y se viaja tan solo cerrando los ojos e imaginarnos junto a esa bella persona que nos está llenando el corazón con mucho amor.
Los besos son contagiosos y crean una cierta adicción que es imposible dejar de hacerlo.
El haber hecho el amor por vez primera es una experiencia única ya que con todo lo logrado anteriormente, se llega a un nivel de entrega majestuoso.
El cuerpo es quien habla y lo expresa de todas las maneras posibles.
Se suman fantasías, se suman cosas por vivir; todo en ese gran plan que es amar a alguien y querer ser parte cada día de su vida.
Cuando se extraña el no hablar, el no saber por tan solo unas pocas horas.
Cuando terminan de verse y ya se extrañan.
Cuando el alejamiento de los cuerpos es como si nos arrancasen los brazos y piernas.
La ausencia de nuestra otra mitad, esa que nos complementa, la que nos guía a seguir teniendo fe ya que gracias a esa fe, esa persona se nos presentó en nuestra vida.
Ya tenemos esa sed de oír esas palabras, las que nos alegran cada día, las que sabemos que vivimos en el corazón de alguien y estamos en su mente.
Las palabras que por momentos no alcanzan a expresar lo que tento sentimos.
Pero de un día a otro, se desvanece.
Nos sentimos perdidos ya que no sabemos bien lo qué pasó.
Entramos en un estado muy feo y nos sentimos desvanecer.
La pérdida de ese ser no es por una muerte, sino que nosotros nos sentimos morir ya que dimos todo lo que pudimos y queríamos más.
Y hoy no está.
La realidad es que debemos seguir creyendo que en alguna parte está ese amor, esa mitad que nos complementará y nos hará felices.
Muchos quisiéramos tener una nueva oportunidad o tan solo sentarnos a hablar, a dialogar de manera adulta.
Se puede apartar el tema de pareja y ser amigos; sé que no es tarea fácil, pero todo se puede y más si hubo amor en esa pareja.
El amor une.
Los celos, la bronca, el rencor, el orgullo, los caprichos, las dudas y mucho más, nos separan, nos alejan.
Cuántos sueños han sido soñados incluso estando despiertos y al lado de esa pareja?
Cuántos proyectos se han perdido en alguna parte de las metas que estaban por venir?
Dónde quedó el amor que ya tenía buenas raíces?
Tenemos infinidad de preguntas y todas no nos llevarán a nada.
Tratar de superarlo es nuestra tarea prioritaria.
Vernos bien y sentirnos bien.
No ganamos nada teniendo el corazón dolido.
Sufrir, nos destroza el alma.
Llorando, dejamos la vida en cada lágrima.
Pero tengamos fe que en algún momento, quizás cuando menos lo esperemos y de la manera más insólita, aparecerá ese ser que nos hará brillar mucho más de lo que podemos hacerlo solos.
Vamos por más, por mucho más.
Amando siempre y dando lo mejor de uno; aunque fallemos, aunque nos equivoquemos durante ese camino, pero jamás debemos abandonarnos a la tristeza.
Cerrá los ojos y sentí los latidos de tu corazón; él, te está diciendo que quiere amar y ser amado.
Hacele caso!
MARIANO SANTORO

sábado, 19 de febrero de 2011

En cada amanecer estás conmigo

Hay situaciones que nos pasan que creemos que son inexplicables, pero todo se puede decir, todo se puede contar, cuando de ambos lados hay una buena voluntad.
Una pareja son arquitectos de amor.
Ambos edifican un edificio hermoso y disfrutan de su crecimiento, de cómo lo van llenando y como va quedando.
Es probable que por momentos uno sienta que esa obra está parada, pero siempre se suma, aunque haya una discusión, un distanciamiento.
Todo es remontable, mientras se tenga fe.
Todo tiene solución, cuando uno tiene sentimientos puros.
Cada sentimiento que uno deja y comparte con la persona que nos hace sentir felices, la persona que nos descubre cada día y quiere ir por más.
Y esa persona sabe que estás incondicionalmente.
Nunca debemos pensar que algo terminó.
Cuando hubo un amor real, quedan sentimientos, quedan recuerdos y si se ha brindado el alma y se ha expuesto de tal manera que la naturalidad sorprendía con cada avance positivo que se daba; mejor, eso también ayuda.
En cada noche, cuando quiero verme por dentro, te encuentro ahí, inmóvil, quieta y mirándome.
Prestando atención a todo lo que digo o hago.
Eso es parte de mi memoria, es parte de mi ser.
Cada charla, cada pelea y cada reconciliación.
Eso es parte de la vida y del querer.
Miremos ese brillo que ambos hicimos que diera luz.
En cada amanecer, nace un nuevo día y muchas esperanzas.
En cada amanecer hay recuerdos y visiones de un mundo mejor, de una vida juntos, de compartir.
Hay una luz que siempre iluminará nuestro camino, aunque ya no lo caminemos juntos, pero de alguna manera, ambos vamos hacia el mismo lugar.
Estás, aunque no te vea, aunque no te sienta.
Sé que estás, porque estás acá conmigo.
Te veo en mi sonrisa.
Te imagino cuando me preguntan sobre mi vida y se ilumina mi rostro.
Cuando quiero verme feliz, estás ahí, porque me diste felicidad.
Extraño la tranquilidad, la serenidad, la paz, las palabras exactas y justas en el momento adecuado.
Extraño algunos caprichos, algunas cosas que me daban ganas de seguir hablando porque sabíamos que todo cambiaría de parecer.
Cuántas ganas y deseos de retroceder dichos.
Cuántas ganas de querer verte y compartir, proyectar, de volar.
Volar a esos lugares que el corazón se encargó de llevarnos.
Lo ficción, lo hacíamos real.
Lo real, nos alegraba.
La alegría, nos daba paz y nos dormíamos abrazados.
Cuánta tristeza se puede sentir ante la falta de un ser.
Cuando ese ser te hizo descubrir cosas adormecidas en vos.
Voy a cerrar los ojos y ver todo lo bueno que tengo por delante.
Es muy probable que logre visualizarte en mi mente y llenar mi espíritu sabiendo que estás ... siempre.
MARIANO SANTORO

miércoles, 16 de febrero de 2011

El reflejo de tu vida

Está en tu mente, en tu propia imaginación.
Ese lugar llamado Felicidad en el cual te sentís reflejada; que todo lo que pasa en tu vida es maravilloso y te alegra estar así.
Todo es posible, solo tenés que creerlo.
Lo que sos se refleja en tu vida y en la de los demás.
La transparencia en tu ser, en tus pensamientos y en tus acciones; eso es lo que define tu personalidad tan especial.
Todo lo que hacés es naturaleza pura, hasta cuando te equivocás y no te hacés cargo.
Si te encerrás, es porque en tu orgullo, no permitís sacar a la luz esa parte de tu ser.
Pero todo lo que sos, es por ser así: una simple persona con algunas complicaciones vividas.
Este ejemplo, o esta manera de ser lo viven muchas personas.
Se hicieron en el camino, durante la propia marcha y seguramente jamás imaginaron llegar a ésto.
El hecho de querer más y más y que todo por fin pueda concretarse y llegarse a cumplir; ya estarás cansada de tantos sueños y de tantos despertares creyendo que todo lo que soñaste era real y al abrir tus ojos y ver tu realidad, un dejo de tristeza te invadía.
El envase, el cuerpo que más se ve, es el que sale a la luz y en la misma luz, se ven las marcas, las huellas de tantos golpes y tropiezos.
En ese cuerpo que soportó inmensidad de situaciones dolorosas y a la vez, ya que la balanza siempre está; viviste momentos hermosos e increíbles.
Lograste dejar descendencia, lograste títulos, lograste logros materiales y profesionales y has tenido de los emocionales también.
Cada día querés subir esa escalera al éxito sentimental, pero en ese triunfo hay mucho más de lo que pensás.
Lo que pensás, es tan solo una pequeña parte, ya que no te imaginás lo que te tiene preparado la persona que te acompañará.
No sabés lo que Dios te tiene preparado y te anticipo que no lo vas a poder creer.
Los ojos que alguna vez te miraron y disfrutaron de vos, saben lo importante que sos para mucha gente.
En esos mismos ojos, que quizás el destino permita que los vuelvas a ver; te vas a encontrar siempre.
Sos espejo y reflejo.
Sos amor y sos recuerdo.
Sos y serás presente y estarás presente, mientras existan los momentos hermosos ya vividos.
Sos verbo, sos placer y alegría.
Sos mujer y das vida.
En cada mirada que estás, dejás vida; la tuya y la que alguien quiere vivir con vos.
Esa vida que quizás solo sea imaginación, la que alguien ha soñado por vos y con vos.
Sos amaneceres y al anochecer, sos parte de un buen abrazo y besos.
Sos una joya encontrada en el mar profundo.
Dentro de esa profundidad donde está el corazón y el alma.
En el reflejo de tu vida, está el brillo más importante: el que deseás.
Más allá de tu hogar físico, vivís en un corazón dolido.
Pero tu felicidad estará siempre primera y en cada persona que esté a tu lado, seguirás dejando huellas.
Alguna vez cuando cierres tus ojos y escuches una melodía, me encontrarás y de ese lugar, no me moveré jamás.
MARIANO SANTORO

lunes, 14 de febrero de 2011

En el destino del amor

Dios es Amor y Dios al igual que el amor, vive en nosotros.
Quizás en este día, el amor de una pareja no lo tengas o no lo sientas, es probable que por algún desgaste emocional; pero creer que se puede superar y poder amar, es algo que debemos tratar de hacer siempre.
En cada situación que vivimos hay amor, tan solo debemos verlo de esa manera.
Hoy, es mucho más que una fecha especial; hoy puede ser el día en que te pruebes a vos misma que podés ver amor en muchas cosas y a la vez, en vos.
Mientras tengas un amor real y puro adentro de tu ser, el resto viene y llega en el momento justo.
Los tiempos humanos están llenos de ambición, de ansiedad y de querer que todo suceda ya mismo.
Por eso digo que Dios es amor y el amor, llegará cuando Dios nos vea preparados para disfrutarlo en todo su esplendor; ya que los tiempos de Dios son diferentes a los nuestros.
Y para darte más ánimo, para aumentar tu fe, es probable que aunque vos aún no estés preparada, Dios te muestra a esa persona que hará todo lo posible para mostrarte lo qué es el amor, lo que es que te puedan amar.
En nuestro destino, está el amor.
Amar está en nuestra naturaleza.
El amor por una persona es tan solo materializar lo que tanto sentimos.
El hecho de escuchar tu nombre pronunciado por labios de la persona que te adora es maravilloso.
Sentir que estás frente a ese ser que siente y se permite amarte y darte todo y a la vez, te lo hace saber, te llama, te piensa, te extraña.
Esas palabras salidas de nuestros labios, muchas de esas veces son salidas del corazón y otras tantas veces, salen del cuerpo que ni siquiera se escuchan, pero el alma las siente y sabe muy bien que están ahí, que esa persona que te mira, te abraza y te siente, lo hace de manera incondicional.
Debemos estar siempre listos para recibir amor, ya que cuando nos sorprende, nos alegra, nos hace felices.
Quizás nos descoloque por unos instantes por haber pensado que ya no estaba en nosotros el vivir esa experiencia de ser amados.
Todo lo que recibamos debe hacernos sentir orgullosos, ya que cada persona que se acerca a nosotros y nos brinda su confianza, nos da amor y la oportunidad de poder corresponderle de la misma manera.
Todo eso es sublime.
El amor real y puro no tiene explicación.
El amor no se define, se disfruta.
El amor está en las acciones que damos y que hacemos con el corazón.
Nuestro ser, nuestra esencia más pura tiene misterios que no sabíamos que existían en nosotros.
Al igual que nuestro cuerpo, con las infinitas sensaciones y estados en los que podemos estar en cada situación; todo lo que nos falta descubrir, nos lo dará el amor y debemos estar con los brazos abiertos y felices por lo que estemos por recibir.
Como un regalo, porque el amor, es el regalo más maravilloso que una persona puede recibir.
Y vuelvo a nombrarlo a Dios; cuando te dan amor, te dan a conocer todo el amor que Dios tiene para vos.
Aunque hoy la presencia de una persona, de una pareja esté ausente, no temas ni te sientas decaer.
Pensá en vos y a la vez, viajá por tu interior y en cada segundo que sientas como un toque divino, como una sensación única e irrepetible, eso es amor.
Dejate llevar, viajá en los caminos del amor.
Perdete en esos caminos para encontrarte a vos misma.
Vas a ver que tenés mucho amor.
Ese amor transformará tu rostro; lograrás ver un brillo especial, confirmarás que estás lista para amar y ser amada.
Dios te bendiga con todo su amor.
Feliz día a todos los enamorados del amor!
MARIANO SANTORO

martes, 8 de febrero de 2011

Las huellas que vas dejando

Desde chico me he dado cuenta que en mi vida quiero dejar huellas.
Qué es dejar huellas?
Haber vivido y dejado alguna especie de legado; lo máximo que se puede dejar son hijos, una descendencia.
Pero también el hecho de haber tenido y llevado una buena vida.
A la par, he recibido huellas y de las mejores.
Poder descubrir que una persona se va interesando en vos, que se preocupa por cada detalle de tu vida.
Que esa etapa de conocimiento se hace más amena y que las horas no alcanzan.
Que cuando por algún motivo un día sentís su ausencia, esa falta se nota.
Es como una habitación vacía.
Estás vos, con todas tus ganas de contar, de sentir, de emocionarte, de dejarte llevar y abandonar cosas que te hacen mal y ver que a tu lado no hay nadie.
Esa falta es porque aún nadie dejó una huella en vos.
También podés imaginarte queriendo ser feliz y empezando ese largo camino que tenés por delante despojándote de esa mochila que te ha traído solo sufrimientos.
Sentís como que la vida te pone un espejo delante para que te veas y sentís el peso de esa carga, de tantas cosas inservibles que querés acumular sabiendo que te hacen daño.
Ese mirarte y a la vez descubrirte por primera vez y saber que querés ser feliz por sobre todo.
Y que cuando te permitís cargar sobre tus hombros a quién vos creés que es la persona indicada, la correcta para caminar; esa persona se suma a vos y cada paso, puede parecer que se torna más difícil, que trae consigo complicaciones y muchos problemas pero son solucionables; son cosas que desconocías, pero te harán bien; lo que pocos ven es que esa nueva carga, no lo es tal, es tan solo una persona dispuesta a todo y que cada paso, cuesta el doble, pero si mirás debajo tuyo es porque vas dejando una huella más profunda.
Esa huella que marca el destino de la mano del amor.
La que algo misterioso e incomprensible para la mente humana, te hace saber que vas bien, que renovarás fuerzas y que en un momento ya no tendrás a esa persona encima, sino a tu lado y ayudándote con tus mochilas y vos, que las de ella.
El amor se demuestra de muchas maneras y quizás las que conozcamos nosotros o la que estemos acostumbrados a dar, no sea la misma de la que recibimos.
Pero es amor y el dar es hermoso y recibir nos reconforta; nos alegra saber que alguien siente algo por nosotros y que no quiere perdernos, sino ganarnos, ya que al sentirnos con alguien, todo es más fácil.
En cada paso, en cada meta y proyecto está algo productivo.
Si doy amor a mi manera y recibo otra clase, hay que pensar en la unión de ese amor y en que se siente como una elevación no entendible, ya que es espiritual la que nos hace luchar por querer seguir dando más y lo mejor de cada uno.
Hoy, me alegra saber qué huellas son las que quiero dejar y tener fe en que las que voy a tener por delante, me harán una persona feliz.
MARIANO SANTORO

miércoles, 2 de febrero de 2011

Dejate llevar por tu luz

Te preguntarás: Cuánto más debo caminar hasta lograr la felicidad?
Y mi respuesta es: Mientras tengas un camino por delante, tendrás la esperanza de lograr todo lo que te permitas vivir.
Muchos hemos pasado por lugares que nos han dejado experiencias negativas y gracias a esas situaciones, nos fuimos encerrando y forjando una dureza en nuestro corazón.
Muchos desiertos llenos de soledad son los que pasamos, los que transitamos y solo pudimos ver algunos espejismos que nos distrajeron por un momento, pero todo se desvaneció muy pronto; justo cuando casi nos acostumbrábamos a estar mínimamente felices.
Eso pasó por las inmensas ganas de querer estar bien y ser feliz, ya que lo que vivimos hasta hoy, es una nimiedad comparado con todo lo que tenemos por delante.
Está en nosotros el querer ir por más.
Mirás a tu alrededor y seguro que ves mucha oscuridad, ves cosas negativas y que van en aumento.
Todo eso que ves, te va encegueciendo.
Pero podrías a la vez, ir cerrando tus ojos por algunos instantes y dentro tuyo vas a poder descubrir tu propia luz.
La que te va a acompañar siempre.
La que te iluminará cualquier camino que quieras seguir y si estás por equivocarte, te lo hará saber.
Cada oportunidad que se presenta es una nueva puerta que se nos abre a las enormes posibilidades de saber aprovecharlas.
A todo, podemos sacarle provecho.
Siempre se gana cuando nos permitimos conocer y abrimos el corazón.
Cuando vemos que nos invade un deseo irrefrenable de querer algo productivo, algo que nos llene el alma; nos alegra el corazón.
Ese alimento está en el amor.
En cada acción que hacés cada día por el bien tuyo, de la gente más cercana y de los que vos permitís que se acerquen para conocerte; aumentan tus momentos de felicidad.
Levantá tu mirada y tu frente bien alta, ya que no tenés que darle a nadie ninguna excusa, solo demostrarte a vos misma que podés ser feliz y ser una persona querida y amada.
A cada paso dado, le sumás experiencia.
En cada paso hacia adelante, le ganás uno al destino y te acercás más a lo que imaginaste, a lo que soñaste.
Todos tus anhelos están por delante.
Tratá de nos desviarte y si por algo sentís que fallaste, no te deprimas; aún vas a seguir teniendo ese camino, el único y verdadero; el que te llevará hacia la luz eterna.
En cada paso dado con seguridad, ganás más confianza.
Con más confianza, te sentís más libre.
Y en esa libertad sale tu parte más natural, esa que quiere crecer en todos los niveles y aspectos de la vida.
Hoy, tenés una tarea y es la de mirarte por dentro y empezar ese viaje.
MARIANO SANTORO