Te preguntarás: Cuánto más debo caminar hasta lograr la felicidad?
Y mi respuesta es: Mientras tengas un camino por delante, tendrás la esperanza de lograr todo lo que te permitas vivir.
Muchos hemos pasado por lugares que nos han dejado experiencias negativas y gracias a esas situaciones, nos fuimos encerrando y forjando una dureza en nuestro corazón.
Muchos desiertos llenos de soledad son los que pasamos, los que transitamos y solo pudimos ver algunos espejismos que nos distrajeron por un momento, pero todo se desvaneció muy pronto; justo cuando casi nos acostumbrábamos a estar mínimamente felices.
Eso pasó por las inmensas ganas de querer estar bien y ser feliz, ya que lo que vivimos hasta hoy, es una nimiedad comparado con todo lo que tenemos por delante.
Está en nosotros el querer ir por más.
Mirás a tu alrededor y seguro que ves mucha oscuridad, ves cosas negativas y que van en aumento.
Todo eso que ves, te va encegueciendo.
Pero podrías a la vez, ir cerrando tus ojos por algunos instantes y dentro tuyo vas a poder descubrir tu propia luz.
La que te va a acompañar siempre.
La que te iluminará cualquier camino que quieras seguir y si estás por equivocarte, te lo hará saber.
Cada oportunidad que se presenta es una nueva puerta que se nos abre a las enormes posibilidades de saber aprovecharlas.
A todo, podemos sacarle provecho.
Siempre se gana cuando nos permitimos conocer y abrimos el corazón.
Cuando vemos que nos invade un deseo irrefrenable de querer algo productivo, algo que nos llene el alma; nos alegra el corazón.
Ese alimento está en el amor.
En cada acción que hacés cada día por el bien tuyo, de la gente más cercana y de los que vos permitís que se acerquen para conocerte; aumentan tus momentos de felicidad.
Levantá tu mirada y tu frente bien alta, ya que no tenés que darle a nadie ninguna excusa, solo demostrarte a vos misma que podés ser feliz y ser una persona querida y amada.
A cada paso dado, le sumás experiencia.
En cada paso hacia adelante, le ganás uno al destino y te acercás más a lo que imaginaste, a lo que soñaste.
Todos tus anhelos están por delante.
Tratá de nos desviarte y si por algo sentís que fallaste, no te deprimas; aún vas a seguir teniendo ese camino, el único y verdadero; el que te llevará hacia la luz eterna.
En cada paso dado con seguridad, ganás más confianza.
Con más confianza, te sentís más libre.
Y en esa libertad sale tu parte más natural, esa que quiere crecer en todos los niveles y aspectos de la vida.
Hoy, tenés una tarea y es la de mirarte por dentro y empezar ese viaje.
MARIANO SANTORO
Y mi respuesta es: Mientras tengas un camino por delante, tendrás la esperanza de lograr todo lo que te permitas vivir.
Muchos hemos pasado por lugares que nos han dejado experiencias negativas y gracias a esas situaciones, nos fuimos encerrando y forjando una dureza en nuestro corazón.
Muchos desiertos llenos de soledad son los que pasamos, los que transitamos y solo pudimos ver algunos espejismos que nos distrajeron por un momento, pero todo se desvaneció muy pronto; justo cuando casi nos acostumbrábamos a estar mínimamente felices.
Eso pasó por las inmensas ganas de querer estar bien y ser feliz, ya que lo que vivimos hasta hoy, es una nimiedad comparado con todo lo que tenemos por delante.
Está en nosotros el querer ir por más.
Mirás a tu alrededor y seguro que ves mucha oscuridad, ves cosas negativas y que van en aumento.
Todo eso que ves, te va encegueciendo.
Pero podrías a la vez, ir cerrando tus ojos por algunos instantes y dentro tuyo vas a poder descubrir tu propia luz.
La que te va a acompañar siempre.
La que te iluminará cualquier camino que quieras seguir y si estás por equivocarte, te lo hará saber.
Cada oportunidad que se presenta es una nueva puerta que se nos abre a las enormes posibilidades de saber aprovecharlas.
A todo, podemos sacarle provecho.
Siempre se gana cuando nos permitimos conocer y abrimos el corazón.
Cuando vemos que nos invade un deseo irrefrenable de querer algo productivo, algo que nos llene el alma; nos alegra el corazón.
Ese alimento está en el amor.
En cada acción que hacés cada día por el bien tuyo, de la gente más cercana y de los que vos permitís que se acerquen para conocerte; aumentan tus momentos de felicidad.
Levantá tu mirada y tu frente bien alta, ya que no tenés que darle a nadie ninguna excusa, solo demostrarte a vos misma que podés ser feliz y ser una persona querida y amada.
A cada paso dado, le sumás experiencia.
En cada paso hacia adelante, le ganás uno al destino y te acercás más a lo que imaginaste, a lo que soñaste.
Todos tus anhelos están por delante.
Tratá de nos desviarte y si por algo sentís que fallaste, no te deprimas; aún vas a seguir teniendo ese camino, el único y verdadero; el que te llevará hacia la luz eterna.
En cada paso dado con seguridad, ganás más confianza.
Con más confianza, te sentís más libre.
Y en esa libertad sale tu parte más natural, esa que quiere crecer en todos los niveles y aspectos de la vida.
Hoy, tenés una tarea y es la de mirarte por dentro y empezar ese viaje.
MARIANO SANTORO