domingo, 30 de octubre de 2016

Sigue tu estrella

Sigue tu estrella, aún hay un mundo por conocer.
Permítete descubrir que la niña que vive en vos, aún tiene ganas de jugar.
Quiere correr sin culpas, sin miedos y con deseos de ser feliz.
Esa nena es una hermosa persona que tiene sueños y anhelos, que tiene mucho para dar.
Aprendió a trepar muros, porque sabía que sino, la opción era quedarse atrapada en su propia protección.
Bien has sabido protegerte de los obstáculos que se han presentado.
Y hoy te encuentras frente a un planeta que se abre para abrazarte y ofrecerte lo que alguna vez imaginaste.
Tu corazón es tu propia guía.
Y llegarás al sitio físico y mental que tanto desees, porque lo que hay en vos, ya ha sanado y sólo quiere el bienestar.
Tu luminosidad hará que se encienda el camino de nuevas oportunidades.
A cada paso que des, lo harás brillar, ya que en vos, está la luz necesaria para continuar descubriendo y sorprendiéndote con lo que veas.
No busques un rumbo, porque tu destino es el que escribes a cada instante.
Y llega el momento en que te encuentras contigo misma y vas a observar todo lo que has crecido.
La niña ya es una mujer con experiencia de vida.
La misma que te ha hecho pasar por diferentes situaciones, pero hoy, sólo son parte de un pasado que no tiene deseos de regresar.
Y eso se debe a que tu fortaleza se ha potenciado tanto, que lo negativo tiene la entrada prohibida.
Todo lo que has aprendido a aceptar han sido las llaves para abrir las puertas que se han presentado.
Y esa misma llave, ha sabido abrir tu corazón, porque todo el amor contenido, hoy está comenzando a fluir, a salir de tu ser y contagiar a quienes estén dispuestos a jugarse por una vida a tu lado.
Sigue tu estrella, porque encontrarás pares que quieran acompañarte en este bello camino, que es el que siempre, te hará tiempo para jugar y ser vos misma.
MARIANO SANTORO

viernes, 28 de octubre de 2016

La noche es nuestra

Llegamos; la siesta duró lo suficiente para sentirnos bien y estar predispuestos a lo que llegue.
Comenzamos a soñar despiertos porque el cielo lleno de estrellas quiere darnos su mensaje.
La deliciosa sensación de observar y descubrir nuevas cosas.
Instantes compartidos en los que la unión se hace más sólida.
Nuestros cuerpos se sienten libres.
Nos unimos y todo se eterniza, mientras vamos descubriendo lo maravilloso de la naturaleza.
Mirarnos nos da seguridad.
Las manos se cruzan y nos transformamos en uno.
Una mixtura en la que la unidad de ambos, es lo que nos hace querer compartir más tiempo.
Una música que comenzó siendo ajena, hoy es nuestra y es lo que nos hace bailar.
Un sensual baile bajo este baño de estrellas.
Movimientos que fluyen y el ritmo, lo marca el corazón.
Los latidos saben muy bien lo que están viviendo.
Y esa experiencia, es lo que se potencia y anhela que nada termine.
La noche es nuestra, porque durante el día, somos uno para el otro.
La noche es nuestra, porque le rendimos tributo a lo que consideramos superior.
La noche es nuestra, sabiendo que el amanecer nos encontrará más unidos.
La noche es nuestra y todo lo que nos rodea, es la más pura realidad de lo que alguna vez imaginamos.
Todo se puede lograr, cuando el sueño se gesta en el alma.
MARIANO SANTORO

jueves, 27 de octubre de 2016

Tus pies quieren volar

Tus raíces han nacido desde la tierra y te has aferrado a ella, tanto como a determinadas situaciones.
El apego se te hizo costumbre y muchas cosas, las tomaste como natural, aunque algo presentías.
Toda persona que llegaba a tu vida, la tomabas como propia, casi, como sintiéndote dueña.
Y en esa ficticia posesión, comenzaste a sentirte más abandonada.
No comprendías que estando con alguien, podías estar tan, pero tan sola, casi huerfana.
Caminaste por tantos lugares que muchas veces has perdido tu propio camino.
Y ese mismo camino, no siempre ha sido liso, sino que tuvo sus desniveles y consecuencias.
Y tus pies ya se habían sentido pesados, casi, como arraigados por las propias raíces que tanto protegiste.
Juntaste fuerza y valor y tomaste la gran decisión.
La tierra donde estabas parada, ya había cumplido su ciclo.
Y al empezar a desprenderte del suelo, nacieron pequeñas alas de tus pies.
Era el mensaje de la vida que decía que tus pies quieren volar.
Y una nueva vida había llegado, la que te transportaría por otros lugares y tu visión, estaría más avanzada.
Ya no dejarías de poner el foco en lo que verdaderamente importa para cumplir destinos ajenos.
Y tu oscura pesadez mutaba en liviana suavidad.
Todo tu ser dejaba mochilas añejadas con sueños vencidos y promesas incumplidas.
Y al volar, te hiciste amiga de tu nueva pasión.
La vida te estaba dando uno de los más importantes regalos que podías obtener.
La libertad para querer hacer lo que quieras, libre de culpas.
MARIANO SANTORO

martes, 25 de octubre de 2016

Hacerlo propio

Hay situaciones en que podemos sentirnos aislados.
Momentos de la vida en que las cosas no salen como queremos y no están de nuestro lado.
Y todo eso, está perfecto que suceda, para no acostumbrarnos a lo que se podría considerar como capricho.
Mientras más natural sea nuestro comportamiento, la misma naturaleza se encargará de darnos lo anhelado.
Las ambiciones no deben ser inmensas, sino que desde la humildad, se van obteniendo pequeños logros.
Y la vida se disfruta mucho más cuando nos vamos adelantando en ese hermoso camino que es el destino.
El trayecto, es lo que nos permite crecer.
Y todo lo obtenido, podemos hacerlo propio.
Es probable que nos haya costado y así, le daremos más valor.
Y lo monetario no tendrá el espacio que algunos le quisieran dar, porque los valores verdaderos no hablan de precio.
El aire circula mientras nos amigamos con los demás elementos.
Y nuestro alimento, será la poderosa energía que corre por nuestro interior.
Un mar de emociones positivas dispuestas a renovarnos.
Amar lo que hacemos y haber logrado esa ansiosa meta, también es hacerlo propio.
No somos dueños de lo ajeno, sólo de lo que ganamos por propio mérito.
Y la satisfacción está en lo que pasa por dentro, sentimos que nos merecemos.
La tierra es más que el planeta donde vivimos, ya que es el elemento que pisamos y hacemos nuestro hogar.
Pero la tierra también ensucia si no aprendemos a cuidarnos.
Y mantener el alma y la mente limpia, debe ser una de las prioridades.
MARIANO SANTORO

miércoles, 19 de octubre de 2016

Armar para amar

Cuando somos niños, entre una inmensa variedad de juegos que se nos presentan, aparecen los famosos rompecabezas.
Esas figuras troqueladas en las que con paciencia, logramos formar lo que se detalla en la caja.
Y al crecer, vamos juntando varias piezas, pero no son parte de un juego, sino que son de la vida.
Vamos conociendo personas, situaciones y vivencias.
Y esas piezas, tienen un motivo especial que es el que nosotros mismos le daremos.
Cuando comenzamos a involucrarnos con otra persona.
Cuando los sentimientos se hacen cada vez más fuertes y tienen una base sólida.
Cuando salimos de nuestro mundo y nos sumamos a los demás.
Cuando planificamos y empezamos a proyectar junto a otra persona y esa unidad se multiplica.
Y al crecer, mientras estamos experimentando, nos tomamos tiempo para darnos cuenta que necesitamos estar con alguien.
Pero no por capricho o necesidad de dejar de lado la soledad.
Sino porque creemos que nos ayuda a crecer como seres humanos, al animarnos a expresar lo que nuestro corazón dicta.
Cuando nos alejamos de los problemas y sólo queremos soluciones para nuestra vida.
Así llega el instante en que reflexionamos y nos hacemos de un gran espacio personal para recuperar las piezas ya perdidas y algunas olvidadas.
Esas piezas, formarán algo maravilloso que nos hará mucho bien.
Armar es comenzar a edificar algo que tendrá un principio, luego de terminada la tarea.
Lo armamos con un motivo, que es hiper valedero, que se trata de jugarnos a la estabilidad, de la mano de una compañera.
Armar para amar, es verbalizar lo que sentimos, lo que nuestro ser quiere y desea con el alma.
Es la conexión que nos une con la profundidad de las emociones y se fusionan a través del amor, con esa bella persona que somos, al mirarnos en los ojos del destino.
MARIANO SANTORO

viernes, 14 de octubre de 2016

Recordar

Hay fechas especiales en que me dedico a hacer un extenso viaje.
El destino no es en ningún lugar físico, pero sí emocional.
Me permito recordar y viajar; transportarme a situaciones en las que he actuado de determinada manera.
Y al llegar al presente, descubro que mis acciones han estado bien, que he realizado movimientos que hoy me aseguran una conexión con esas personas.
No siempre suele pasar como uno las desea, pero he sabido crear lazos que no saben de distancia y sí de sentimientos. 
Y cuando tuve oportunidad, me he acercado a lugares para refrescar y revivir algunos instantes.
Mi memoria sabe proteger lo que ha sido bueno, ya que es eso mismo lo que hoy me motiva a ser lo que soy como persona con los demás.
Y los colores toman otra tonalidad, se vuelven más brillantes y nítidos.
Hubo recuerdos que ya han sido parte de un pasado al cual no regresaré, pero fueron el punto clave para aprender a tomar decisiones en las que mi salud estaba en juego.
Y la salud no se trata de azar, sino de poder estar bien en todos los sentidos para dar lo mejor de uno.
Recordar, te trae a mi presente, aunque no te vea, pero estás.
Y una leve sonrisa llega a mi rostro con intenciones de quedarse, porque eso me hace bien.
No hay rastros de tristeza, porque lo que no pudo ser, tenía que ser así para dejar su mensaje.
Y hoy estoy sentado y por momentos camino por mi mente.
La inquietud no es ansiedad ni falta de paciencia, sino que es valorar lo que fue, porque eso me hicieron fuerte en este hoy.
Y la plaza tiene nuevos colores y otras personas pasan tiempo en ella.
Pero cuando paso, se acercan sin pedirme permiso, lo mejor de mi crecimiento.
Ese fue mi colegio verdadero y hoy, sigo dándole importancia al recordar.
Porque viajo, me distraigo, me emociono un rato y sigo caminando, porque sé que la vida aún me tiene nuevos recuerdos para crear.
MARIANO SANTORO

miércoles, 12 de octubre de 2016

Tu propio Mar

Has sabido dejarte abrazar por brazos que se desvanecieron.
La fuerza, fue tan sólo física, ya que el verdadero abrazo viene del corazón.
Has conocido varios climas y con el frío, dudaste de poder enfrentarlo vos sola.
No es una tarea fácil estar acompañada por la propia soledad.
Y el calor también llegó para que no sólo desnudes tu cuerpo, sino tu alma ante la naturaleza. 
Y en la maravillosa experiencia de vivir, aprendiste a adaptarte a las diferentes situaciones.
El agua ha sido muy importante en tu vida, ya que es tu propio signo, tu propia energía.
Y muchas han sido las veces en que traté de acercarme y de ver lo qué hacías, protegiéndote o tan sólo intentándolo.
Pero quien tenía que pasar las pruebas has sido siempre tú.
Descubrirte es algo que aún está en tus genes.
Saber mucho más de vos que lo que creés conocer de los demás.
Las conversaciones ajenas se han hecho una costumbre y esa rutina, no es de tu agrado.
Hoy quieres escuchar tu voz interior y es ella la que por momentos te confunde.
La incertidumbre de no ver el rumbo que tanto buscás y anhelás.
Perderte en la vida también ha sido algo habitual.
Y en algún lugar de tu mente, estoy ahí, esperando sin ansiedad.
Me hice un pequeño lugar y tiempo para recordarte cuando viajo a mis propias emociones.
Te querés ver y reflejar y te observo a la distancia con el mayor deseo de que te bañes en el sabio y poderoso mar.
Y en tu propio mar, siempre me vas a encontrar, para ayudarte, para acompañarte, para amarte.
MARIANO SANTORO