jueves, 27 de octubre de 2016

Tus pies quieren volar

Tus raíces han nacido desde la tierra y te has aferrado a ella, tanto como a determinadas situaciones.
El apego se te hizo costumbre y muchas cosas, las tomaste como natural, aunque algo presentías.
Toda persona que llegaba a tu vida, la tomabas como propia, casi, como sintiéndote dueña.
Y en esa ficticia posesión, comenzaste a sentirte más abandonada.
No comprendías que estando con alguien, podías estar tan, pero tan sola, casi huerfana.
Caminaste por tantos lugares que muchas veces has perdido tu propio camino.
Y ese mismo camino, no siempre ha sido liso, sino que tuvo sus desniveles y consecuencias.
Y tus pies ya se habían sentido pesados, casi, como arraigados por las propias raíces que tanto protegiste.
Juntaste fuerza y valor y tomaste la gran decisión.
La tierra donde estabas parada, ya había cumplido su ciclo.
Y al empezar a desprenderte del suelo, nacieron pequeñas alas de tus pies.
Era el mensaje de la vida que decía que tus pies quieren volar.
Y una nueva vida había llegado, la que te transportaría por otros lugares y tu visión, estaría más avanzada.
Ya no dejarías de poner el foco en lo que verdaderamente importa para cumplir destinos ajenos.
Y tu oscura pesadez mutaba en liviana suavidad.
Todo tu ser dejaba mochilas añejadas con sueños vencidos y promesas incumplidas.
Y al volar, te hiciste amiga de tu nueva pasión.
La vida te estaba dando uno de los más importantes regalos que podías obtener.
La libertad para querer hacer lo que quieras, libre de culpas.
MARIANO SANTORO