viernes, 29 de noviembre de 2019

Yendo

Yendo por el camino de mi imaginación, vuelo hasta encontrar lo que anhelo.
Cruzo recuerdos que me llenan de alegría y me motivan a seguir.
Pienso en algunas etapas del camino y un perfume de nostalgia pasa a través de mis pensamientos.
Sé que me faltaron hacer muchas cosas, pero el freno interno de la timidez, no me lo permitieron.
Hoy la historia sería otra.
Pero a la vez, esa historia no hubiera recorrido nuevos caminos.
Duros, difíciles, lleno de obstáculos, pero sin dudas que han sido para mi crecimiento.
Hoy el arcoíris brilla y da paso a cada color y su significado me habla.
Yo mismo le doy sentido a cada color, porque los he conocido en el trayecto de mi vida.
Y sé que en ese mismo camino, estás.
Seguro que estás yendo hacia tus metas y tus propios sueños.
Quizás yo sea parte de alguno de ellos.
Quizás ni nos conozcamos, pero me fascina el juego del destino y saber que del otro lado también hay alguien que desea lo mismo que yo.
Algo nos dejará encontrar.
Aún no sé en qué momento será, por eso me permito disfrutar el viaje y hacerlo sin límite.
Todo lo que sea positivo, bienvenido sea.
Y en esta curva de la vida, lo que más quiero es ir directo con la guía de mi corazón.
Hoy estoy yendo hacia mis ilusiones, mientras las bellas canciones me hacen compañía.
Esperame; podrás verme en tu estrella favorita.
MARIANO SANTORO

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Todas

Todas viven en vos.
La que fuiste, la que sos y la que serás.
Aquella niña que supo correr con alegría y divirtiendo a quien se cruzara en su camino.
La adolescente que invirtió todo lo que pudo en el amor y le produjo algunas heridas.
La que vendrá; la mujer adulta y resiliente.
Todas y cada una viven en vos.
El diálogo ameno que mantienen es lo que más las une.
Toda parte del cuerpo se conecta para decir lo que siente y lo que piensa.
Opiniones y diferencias, para lograr una mejor versión.
La superación personal en modo evolución.
Siempre ha sido una excelente decisión el poder crecer en libertad.
La pequeña niña que reía y soñaba.
La que llenaba decenas de cuadernos con dibujos.
La que en cada noche, miraba las estrellas y ellas en complicidad, formaban su nombre.
La mujer que fue creciendo en ese cuerpo y se animó a cruzar puentes y trepar muros.
Ver más allá de lo básico, de lo que estaban acostumbrados todos los demás.
Y vos nunca fuiste una más.
El brillo único que vive en vos, tiene una hermosa misión.
Y tu conexión con tu corazón, te guiará hacia tus metas.
MARIANO SANTORO

viernes, 22 de noviembre de 2019

Siente

El cuerpo estaba paralizado.
Un estado de sueño perdurable.
La dureza de las situaciones, se hizo firme y los sentidos, se habían olvidado de sentir.
El oído fue el primero en despertar.
Y la suave melodía comenzó a hacerse espacio.
Fue haciendo el viaje por todo el cuerpo.
La relajación llegaba acompañada de buen ritmo.
Y la piel se quebró, al igual que algunas lágrimas que estaban contenidas.
Se abrió una puerta musical en la que se fue fortaleciendo el ser.
Dejarte llevar, fue la manera natural de fluir.
Las letras que se mezclaban en vos, formaban las canciones que siempre has querido escribir.
Palabras acumuladas por no decirlas a tiempo.
Y en el pentagrama de la vida, te diste permiso para vivir.
Alteraste emociones y creaste pasos para bailar.
Te moviste al ritmo de tus latidos.
Por ahí cerca había una radio que bien sabía hacerte compañía.
Hablaron y dialogaron en silencio.
Las risas llenaron el ambiente y danzaste.
La caparazón se desvaneció y el corazón se permitió sentir.
MARIANO SANTORO

martes, 19 de noviembre de 2019

Más allá de las circunstancias

La primavera había tardado en llegar.
El corazón, presentía que la estación llegaría con novedades importantes.
El encierro estaba lo suficientemente iluminado para reconocer que habría nueva y buenas huellas.
Desde la profundidad del ser, tomé valor y salí.
La dura realidad se fusionaba con lo virtual.
Ya casi se había dejado de sentir algo por alquien.
El fuerte calor, no impedía la frialdad de las personas.
Y uno siempre quiso hacer más que lo habitual.
Hay diferentes clases de rutinas.
Hay estilos de vida que ya no regalan tiempo, porque el valor de la vida, es el más poderoso.
Más allá de las circunstancias, me abrí y fluyó de mí, lo que tanto tiempo guardé.
Proteger y soltar para volver a compartir.
Un momento con vos, es tan sólo lo que puedo pedir.
Y sé que ese instante, durará lo suficiente para confirmar que el destino tiene mucho por decirnos.
Es cuestión de esperar y ser pacientes.
He esperado demasiado por gente que hoy no vale ni un recuerdo.
Un reflejo de luz, me observa y sonríe, porque sabe que mi autoestima está en su mejor nivel.
No hay lágrimas, pero sabemos lo que duele la indiferencia.
Invertir latidos en personas que saben el lenguaje del corazón.
MARIANO SANTORO

lunes, 18 de noviembre de 2019

Núcleo

Mirar hacia dentro en el viaje interior.
No se trata de búsqueda, sino de bucear en el ser.
Y en ese crecer espiritual, nos vamos conociendo.
Siendo en cada instante, menos pensantes y más sintientes. 
Y es en el tiempo presente en el que nos comportamos de una manera especial.
Y lo esencial, es el despertar mientras estamos viviendo.
Sabiendo que en cada segundo, el aprendizaje aumenta.
Y tienta saber que siempre hay más.
Y en esa cantidad es cuando perfeccionamos la calidad de lo que somos.
Núcleo que contiene a todo el cuerpo.
Núcleo que tiene la misión más importante de nuestra vida.
Amanecer y dejar que lo material se fusione.
Toda mixtura es parte de la dulzura de la existencia.
Y la ciencia juega con la fe para seguir mostrando que hay más por conocer.
Descubrir e ir al encuentro de las sorpresas.
Esas delicias que brillan y el rostro se ilumina.
Y esa luz aumenta y marca el destino, de nuestro camino en tiempo futuro.
El rostro que más conozco es el del corazón.
Cierro mis párpados, para abrir mi vida.
MARIANO SANTORO

sábado, 16 de noviembre de 2019

Cartas

En algún momento de mi adolescencia, sentí la necesidad de expresar todo lo que sucedía en mi interior.
Y esa mixtura, salía en forma de palabras.
Textos que se ordenaban y tomaban un color romántico.
El corazón era quien hablaba y a la vez, me susurraba lo que debería hacer.
Mi gran guía interna que salía y se encontraba con el mundo.
Las hojas en blanco eran de gran inspiración.
Y mi mente llena de ilusiones, fluía.
Fui conociendo diferentes estilos de amor y en cada uno, fui investigando para poder escribir.
Y desde mi soledad, fui conociendo mujeres que se hacían un lugar en mis pensamientos.
Y comencé a dedicar esas palabras que quizás muchas veces no pude decir en voz alta.
Y las cartas hablaban por mí.
Voceras silenciosas pero con un gran contenido emocional.
El buzón tomaba relevancia y la paciencia, jugaba con el valioso tiempo.
Recibir una respuesta ya era satisfactoria, aunque uno pretendía más.
La manera en que uno ama, o quiere, o siente, incluso lo que piensa, no siempre se refleja y proyecta nuestros deseos.
Decenas de cartas, con dibujos, como para darle alegría a tanta seriedad que el corazón expresaba.
Anhelos y fantasías de algo concreto y duradero.
Cartas valiosas que quedan en algún cajón, porque los recuerdos materiales, son un tesoro personal.
Algunas veces extraño recibir alguna carta; algunas veces extraño tener noticias de la persona.
MARIANO SANTORO

sábado, 9 de noviembre de 2019

Ayuda

Lo divertido de jugar es perder la noción del tiempo.
Valiosas horas que compartimos con esas personas que nos hacen tanto bien.
La cantidad influye en nuestro ánimo, ya que queremos seguir y continuar en los juegos que surjan.
Y mientras vamos creciendo, el círculo se suele cerrar y sólo quedan los que supieron hacerse un lugar en el corazón.
Y habrá distancia física, pero el mismo corazón sabrá encontrar la solución.
La modernidad nos mantiene al tanto y saber del otro, es traer esos momentos en los que estuvimos juntos.
El amor que se siente por alguien, es lo que nos alimenta.
Y en esa conexión no existe orgullo, sino que desde la humildad, sabemos pedir ayuda.
Todos en algún instante necesitamos esa mano que se extiende; esas palabras que saben hacer su camino hacia el alma.
Y también los silencios que acompañan un abrazo.
Las circunstancias nos llevan a tomar decisiones y desde lo humano, es probable que no todas sean acertadas.
Todo es cuestión de salir de la cárcel emocional.
De recuperar la confianza y de darle al otro, el espacio para procesar lo que le pasa y también lo que le contamos.
Hacerle saber que estamos, es una caricia que en sus propios tiempos, toma más fuerza y se reitera durante la soledad.
Todo lo que hagamos circular, regresa con mayor poder.
La empatía nos abre camino y la salida estará cerca.
Tan cerca como las miradas que nos dicen que todo está bien, que no debemos preocuparnos.
Estando en movimiento, no perderemos oportunidades.
Y siempre vamos a ganar, si sabemos pedir ayuda a las personas que se olvidarán del tiempo, para hacernos sentir mejor.
MARIANO SANTORO