domingo, 30 de octubre de 2011

La verdadera unión

Permitirse sentir el sabor de la vida.
Asombrarse de lo que la vida nos tiene cada día.
Saborear lo que nos gusta.
Sentir lo que nos mantiene vivos.
La verdadera unión es con nosotros mismos.
Al conocernos y encontrarnos, conocemos y encontramos lo que queremos.
Cuando viajamos hacia nuestro interior; ese gran laberinto que a modo que vamos llegando a la esencia, nos damos cuenta que está lleno de paz y armonía.
Cuando nos unimos a personas que piensan y quieren vivir de la misma manera que nosotros; se llama comunión.
Cuando logramos armar una salida, se llama una reunión.
Ambas palabras comparten la unión.
Comunicarnos de diferentes maneras para unirnos.
Mediante el abrazo, expresamos cariño y confianza en la otra persona.
Demostramos que estamos y somos parte de sus momentos positivos y de los otros.
En la unión, se encuentra el cariño sincero.
En la mirada confirmamos lo buenas personas que son los que nos miran con el corazón.
Al liberarnos de prejuicios o palabras que se han dicho sobre nosotros; nos damos cuenta del tiempo que perdimos con personas que no valen la pena.
Todos sabemos caminar, pero no todos seguimos el mismo camino.
Todos sabemos hablar, pero cada uno tiene su idioma.
Todos sabemos decir, pero no todos pueden sentir lo mismo que nosotros.
Abrazarnos por una misión; por un estilo de vida.
Juntarnos y unirnos; crear un círculo que crece ya que muchos quieren sumarse al maravilloso camino de la felicidad.
Cada color, cada pensamiento; cada mano de cada cuerpo se manifiesta cuando nos unimos, cuando nos abrazamos.
Todos tenemos la capacidad de amar en todas sus expresiones.
Se ama con el corazón y con toda la fe de que se puede.
Ese corazón debe ser protegido; lo más valioso que llevamos en nuestro ser tiene que ser cuidado y con la unión, se logra!
El cuerpo se relaja cuando sabemos que tenemos a alguien en quien apoyarnos y en quien confiar.
La mente solo piensa en el placer de estar rodeados de gente bella por dentro.
La sonrisa y la alegría de saber que al volver a nuestras obligaciones, hemos tenido un hermoso momento para compartir; eso es la verdadera unión, la que se hace con el corazón.
MARIANO SANTORO

miércoles, 26 de octubre de 2011

Hacia dónde crecemos ?

La gran maravilla de la vida: Nacer!
Nacemos con una misión y cada día le vamos sumando otras.
Metas, proyectos y sueños que queremos convertirlos en realidad.
De niños nos vamos fortaleciendo con las caídas, nos tropezamos varias veces hasta que nos damos cuenta que eso nos duele y nos dejan cicatrices que nos afean el cuerpo.
No sentimos culpas, ni miedos, ya que todo está permitido, todo es libre y todo lo vivimos con alegría y nos reímos de todo.
En un día que ni siquiera nos damos cuenta, ya nos sentimos adolescentes; la gran etapa donde se presentan miles de preguntas y ni sabemos que existen respuestas para todas ellas.
Vamos buscando sin saber qué buscar.
Retos que nos pone la vida o nosotros mismos, para probarnos que somos capaces y que nos valoramos como personas.
Cada época tiene sus pros y contras.
Cada etapa debemos superar a la anterior.
Eso se llama crecimiento.
Se crece por dentro y crecemos al igual que un árbol.
Echamos raíces cuando estamos bien parados sobre la tierra.
Vemos crecer cada rama, cada amor, cada cariño que recibimos de la naturaleza.
Nos llenamos de luz solar, ese sol que nos da la vida y que nos ayuda a descubrir que hay y que existen los amaneceres hermosos; que hay lugares bellísimos por conocer y que dentro de nosotros hay mucho más por conocer.
Ese gran laberinto llamado cuerpo donde el centro se llama esencia.
Un núcleo lleno de lo que aún no te atreviste a soñar, ya que no creíste que exista algo tan hermoso y tan profundo como tu propio ser.
Se crece al caminar, ya que vemos piedras en el camino y solo levantando las piernas, las pasamos.
Pero todo camino no es llano y fácil, por eso la recompensa es inmensa cuando podemos pasar todos los obstáculos para llegar a ese sol interno que nos da vida.
Dios está en nosotros y a medida que vamos acercándonos hacia él; vamos logrando la adultez emocional.
La sensibilidad es recuperada y todo lo bueno que tuvimos y hasta lo que no creíamos que podríamos tenerlo, se hace real.
El amor está y siempre estuvo, solo que tuviste otras prioridades y lo dejaste un poco de lado.
Pero el amor jamás se fue de vos; el amor puro nunca te abandona.
MARIANO SANTORO

miércoles, 19 de octubre de 2011

Mar de tranquilidad

Somos agua, somos energía!
Cuando el mar está sereno, se lo disfruta mucho más.
Nos brinda una tranquilidad que hasta nuestra mente se permite volar.
En la calma se ven los logros de todo ser humano.
Todos tenemos la capacidad de mejorar y el deber de ser buenas personas.
La relajación es lo que nos permite conocernos más.
Cuando ya no importa la opinión de otros que no son parte de tu vida diaria, una inmensa satisfacción se apodera de vos, ya que te liberaste de mochilas que no querés cargar.
Cada uno opta su camino y si las calles se llaman Envidia, Golpes y Odio, tendrías que cambiar de rumbo.
Uno ha llegado a ser charco, para lograr ser laguna.
Uno ha tenido que cruzar ríos, para ser mar.
Conocimos lo malo para saborear lo bueno.
Y hoy nos emocionamos al saber que hay personas que caminan a nuestro lado; que se mojan en nuestras aguas.
Que en cada gota diaria sabemos que no fue un camino fácil y estamos acá; nadando, disfrutando de la paz.
Cuando aquietamos la mente y solo dejamos entrar buenos pensamientos, se abren olas de felicidad.
Imaginemos que podemos edificar la ciudad más feliz del universo y que podemos vivir ahí; que vamos sumando y llamando a todos los que quieren ser libres de la opinión ajena; de personas que su única regla es amar; los que creen en que Dios nos da lo que necesitamos en el momento justo y mediante su amor incondicional, nos sentimos protegidos.
Cuando un pensamiento positivo llega a nosotros, el corazón ya dio el visto bueno.
Si un día lo soñaste y otro día te diste cuenta que tuviste el mismo sueño, andá a hacerlo real.
Cuando en tu corazón hay alegría, todo se manifiesta de la mejor manera.
Tu cuerpo se expresa; todo fluye y un gran baño de emoción te inunda.
En ese momento todo tu ser se llenará del mejor aire puro.
Tenés poder, sos todo lo que quieras ser.
Al respirar te llenás de amor y cuando sentís que estás pleno, lo das, lo ofrecés desinteresadamente y te volvés a llenar.
El amor es el bumeran que te permite saber si vas por buen camino.
Ofrecé lo mejor de vos y recibirás lo mejor de quien esté a tu lado.
MARIANO SANTORO

domingo, 16 de octubre de 2011

Mujer y madre

Había una vez una niña inocente que hacía muchas de las cosas de las que su madre le decía.
Ella estudiaba y tenía sus hobbies; sus pasatiempos.
Amaba la música y la libertad de igual manera.
Llegó un día en que esa niña crecía y en la adolescencia fue conociendo muchas cosas que sumaba a sus amores.
Y un día llegó su amor; el hombre con quien se casaría.
Vivieron una gran historia de amor; él le mostró un mundo que no conocía y le fascinaba.
Soñaron e hicieron realidad lo que pudieron, lo que estaba a su alcance.
Y esa señorita, ya se había convertido en mujer.
Y Dios le dio la oportunidad de ser algo más.
No sabía muy bien de qué se trataba, pero algo dentro de su ser estaba naciendo.
Estaba comenzando a ser madre.
Un diálogo maravilloso de miradas comenzaba a ser parte de una cotidiana y bella rutina.
Una complicidad que aún dura.
El saber que esa madre ama a su hijo e hizo y hará todo por él.
Que tuvo momentos de peleas; de aprendizaje.
Hubo momentos de sobreprotección y también de soltura.
Hubo de todo, porque el destino así lo quiso.
Los años han pasado, pero el cariño está más fuerte que nunca.
El estar, el preocuparse en cada amanecer; en cada segundo de su vida; de ambas vidas.
Las charlas; el hecho que ella sepa mucho sobre su hijo; que sepa lo que hace, cómo lo hace y con quién.
Que vea un gran cambio en su hijo y lo vea feliz; aunque aún la felicidad es algo pequeño en comparación con lo que Dios le tiene preparado.
Hoy es el día de la madre y amo tenerla y que sea la sombra de mi corazón.
Mi madre es mi mejor amiga!
Dios la bendiga por toda la eternidad!
MARIANO SANTORO

miércoles, 12 de octubre de 2011

Bienvenidos al amanecer

Somos tan perfectos como un amanecer.
Somos personas hechas de la esencia más pura.
Cuando nos desbordan las emociones es que en nuestro cuerpo entró mucha bondad, mucha alegría y felicidad y en este envase que Dios nos dio, se llena y nos permite emocionarnos.
Uno no está preparado a recibir tanto amor, pero sí que siempre lo ha buscado, siempre lo ha querido así.
Muchas veces soñamos y lo que más debemos hacer es despertar y abrirnos.
Cuando abrimos nuestros brazos, recibimos lo que el universo nos tiene preparado.
Nuestros brazos son las puertas que nos reguardan, pero no temamos, ya que si somos buenas personas, lo que vendrá es de muy buena calidad.
Hay muchísima felicidad que está muy cerca y solo debemos relajarnos e ir por ella.
Dios nos ha creado para vivir y ser felices.
Algunas veces hemos llorado por alguien y luego dijimos que no merecían esas lágrimas.
Pero quien no merece esas lágrimas, quien no merece llorar somos nosotros; salvo que sea de felicidad.
Cuando traemos el pasado, nos encontramos con lugares de nuestra mente que no han sido cerradas.
Pero pensemos que el cerebro es un empleado de nuestro cuerpo y que solo tenemos que dejarnos guiar por el corazón.
El jefe de nosotros es el corazón, quien hace todo porque lo siente; porque es el motor de este edificio que somos y lo que nos mantiene en pie.
Puede faltarnos alguna parte física, pero no el corazón.
Entonces no dudemos y dejémonos guiar por lo que sentimos.
Tenemos el gran don de la libertad, de poder elegir lo que nos hace bien, lo que es correcto en nuestra vida.
No escuchemos a la mente, ya que en ella puede haber dudas y no todo es certero.
Solo el corazón ama, solo el corazón es el que siente y mediante los latidos nos da a entender que hacemos algo con pasión.
Abramos nuestras puertas de todo nuestro ser.
Estemos preparados a dar y dar y dar y llegará el día en que vamos a recibir algo inexplicable, pero que nos hará inmensamente felices.
Seamos arquitectos de nuestro ser y edifiquemos lo mejor que salga de nosotros.
La mejor obra que podemos tener, son las obras que hacemos, las obras que son nuestras acciones.
Dejemos atrás lo que nos hizo mal alguna vez y entremos al nuevo día con nuevas energías, con nuevas obras por hacer, con alegría, con felicidad.
Hagamos obras con el alma!
Bienvenidos al amanecer!
Hay un sol preparado a iluminar nuestro camino!
MARIANO SANTORO

viernes, 7 de octubre de 2011

Tu sol interno

Todos podemos brillar aunque el afuera nos muestre otra cosa.
Seamos insaciables al querer ser feliz.
Tu sol interno es lo que te da las fuerzas necesarias para crecer y dar ese paso diario hacia el camino que elegiste.
Soñá que podés hacerlo y lo vas a lograr.
Ese calor que viene de tu profundo ser, es el que te incentiva; el que te da la energía para querer amar y ser amado.
Dentro tuyo hay infinidad de sensaciones y todas las podés aplicar para tu bienestar.
Si tan solo lo pensás, andá en búsqueda de cumplir esa fantasía.
Pueden ser muchas las veces en las que las lágrimas se quedan ahogadas en tu interior; pero debés procesarlas y transformarlas en sonrisa.
Todo lo negativo que llega a tu vida, puede mutar.
No hay guerras cuando tu corazón está en paz.
No hay miedos cuando alguien te ama de verdad.
No hay tiempos cuando vivís cada día como si fuese el último.
Y si aún no te descubriste en tu totalidad, buscate en tu interior; ahí están tus secretos, tus ganas de amar, tus sueños a punto de despertar; todo está en vos.
Todo lo bello del mundo está en vos y podés sacarlo cuando quieras.
El gran aprendizaje es dosificar lo que damos para que no nos hagan daño.
Esa luz que nos ilumina cada día es la que nos alimenta a seguir, aunque tengamos momentos de oscuridad.
Esa lucecita que por momentos ni vemos y dudamos que esté en nosotros, podemos hacer que sea un gran sol.
Que nos brille internamente y salga por los poros; que nuestra piel comience a emanar luz de amor.
Que en cada brillo sepamos lo que hacemos.
Que el hacer el bien sea una de las reglas principales de nuestra vida.
Que en cada abrazo que demos o nos den, exista un cariño sincero y se traspase una gran energía.
Que en cada beso que nos permitamos dar y recibir, nos dejemos llevar al lugar que imaginemos.
Que todo nervio que venga externamente, lo hagamos dulzura.
Que cada situación o problema, podamos cambiarlo.
Que nos demos cuenta que ya es hora de empezar a vivir la realidad y que todo mal momento, quedó en algún lugar ya perdido y lejano.
Uno de los grandes misterios de la vida es llegar a conocerse uno mismo; ya que es infinita la inmensa cantidad de emociones y sensaciones que podemos tener.
Nuestra mente la limitamos con prejuicios y reglas que nos impiden ser felices.
Seamos capaces de elegir lo mejor para nosotros y para lo que esté por venir.
Tengamos bien en claro lo que queremos pero sin dejar de ser flexibles.
Que el calor de ese gran sol que somos, nos de un baño de amor y sabiduría!
MARIANO SANTORO

lunes, 3 de octubre de 2011

Sintonizando el corazón

Varias veces podemos perder la frecuencia.
Varias veces podemos sonar como con alguna interferencia.
Pero la realidad es que queremos estar muy bien sintonizados.
Cuando vemos la alegría en nuestro entorno, nos incentiva a ir por más.
Cada sueño que uno se permite soñar, nos da una pequeña muestra de lo que podemos llegar a conseguir.
Desde nuestra esencia real, podemos lograr todo lo que imaginemos.
Momentáneamente la mente nos impedirá llegar y tener eso que ansiamos; pero la desesperación, te aleja del camino real.
En la pureza del corazón está la razón por la cual seguir.
Cuando tenemos bien sintonizado el corazón, él mismo nos guía a hacer lo correcto.
Si el corazón está libre de maldad, lo que más damos es amor incondicional.
No permitamos que la soledad quiera mentirnos que no se puede.
La comodidad es amiga de la soledad y te hace estar más sola!
Todos estamos acompañados por la mejor persona que podamos tener y somos nosotros mismos!
Encontramos gratitud en los buenos actos cotidianos.
Encontramos calidez humana, rodeados con personas en la misma frecuencia.
Encontramos paz interior al acostarnos y saber que tuvimos un día maravilloso.
Encontramos lo que queremos escuchar cuando oímos nuestro corazón.
Encontramos la mejor melodía, cuando estamos al lado de la mejor música compuesta por Dios: el AMOR.
Hasta que logramos encontrar esa sintonía perfecta, pasamos por diferentes estados y situaciones diversas.
Algunas nos gustan pero no terminan de cerrarnos y lo que no debemos hacer es cerrarnos a la primera impresión; cuando nos permitimos dar y darnos una nueva oportunidad, el destino nos sorprende.
El cerebro nos va a mentir que somos felices, pero el que lo siente de verdad es el corazón.
Nuestro núcleo, la esencia, el centro de nuestro ser es quien nos guía hacia la felicidad eterna.
No hay vejez mientras tu corazón es joven en el camino del amor.
No hay miedos cuando tu verdad es ser feliz.
No hay rencor ni odios cuando ves una sonrisa en la persona que está a tu lado.
Buscate, encontrate, focalizate y sintonizate con tu mejor energía.
Escuchá las palabras que tu alma quiere decirte.
Mirá con los ojos del amor.
Caminá por el camino que vos misma creaste.
Abrazá cada sueño hasta convertirlo en realidad.
Sentite libre de seguir los latidos de tu corazón.
Pensá en dejar de pensar y de vivir más la vida.
Y que lo único que importe en tu vida, sea ser eternamente feliz!
MARIANO SANTORO