viernes, 16 de octubre de 2015

Cambios

Lo cotidiano puede transformarse en rutina y es el momento ideal para que nosotros seamos los que nos transformemos.
Lo que ya no tiene color ni sentido, lo que ya no nos aporta y quiere empujarnos hacia un estancamiento, es el momento perfecto para la gran decisión.
Las personas que nos rodean no significa que nos acompañen y esa es una de las peores soledades.
El destino nos habla constantemente y nos dice que todo eso que veníamos llamando vida, es tan solo un simulacro.
Nuestro destino tiene mucha intensidad y está en nosotros la elección correcta.
Definir lo que ya cumplió su ciclo para juntar fuerzas en el camino elegido.
Lo desconocido puede ser temeroso, pero intentarlo es motivador.
Probarnos, saber que hay algo más en nosotros y podemos potenciarlo.
Que podemos crecer como seres humanos cuando optamos por dejar esa rutina.
La vida tiene muchísimas puertas y las llaves para poder entrar, están en nuestro poder, sólo queriendo hacer lo que nos dice el corazón.
Esa guía interna que late y marca el ritmo de nuestros deseos.
El misterio de lo nuevo, de la misma nada que puede transformarse en todo.
Es un mar abierto donde nadar contra la corriente nos salva.
Salir, soltarse, animarse y dejarse llevar.
Abriremos caminos, porque nos dirigimos hacia un mar de oportunidades.
Y los que alguna vez llamamos amigos de verdad, sentirán que queremos esa modificación en nuestra vida.
Sentiremos el apoyo incondicional de los que saben que soñar es el comienzo de una vida de calidad.
Y la vida nos pone a prueba, porque sabe que somos capaces de aprobar.
Y lo necesario para realizar todo esto, es aceptar los cambios; los mismos, que nos harán progresar.
MARIANO SANTORO