Siempre tendremos un nuevo nivel de espiritualidad si caminamos en la luz de nuestro propio brillo.
Nos fusionaremos con todo lo positivo que nos rodea.
Alimentar sanamente, todo el ser.
Vivir en un estado de constante renacer.
Luego de haber nadado en las profundidades de lo que somos.
Y alegrarnos de encontrar la persona que deseamos.
Aprendiendo materias, observando periferias.
Llenarnos de alegrías, renovando energías.
Y en ese caminar, mientras nos animarnos a pensar.
Relajando emociones para que salgan a jugar.
Entretener lo habitual y sorprendernos con lo causal.
Conocer nuevos lugares, soltando los celulares.
Una vida real dentro de tanta virtualidad.
Atravesando obstáculos, miedos y vanidades.
Hacernos cargo de las propias dificultades.
Enfrentando soledades, distinguiendo mentiras de verdades.
Alejando todo dolor, poniendo color y darle amor a todo lo que sentimos.
Cruzar calles, mares y portales.
Hasta encontrar la divinidad de todo el futuro que se muestra como anticipo en este presente.
MARIANO SANTORO
