martes, 26 de junio de 2012

Desnudar los sentimientos

Maravillosa es la sensación de poder desnudar los sentimientos.
De exponer el alma y nuestra esencia.
Asombrosa es la sensación de unir cuerpos y sentir que la piel nos acerca tanto, que parece que es una continuidad de nuestro cuerpo.
Sentir que al contar secretos y verdades, nos vamos desnudando y quedamos expuestos pero con la persona correcta que sepa valorar lo que estamos haciendo.
Expresar emociones y no con palabras, sino con gestos que salen de nuestro cuerpo.
Demostrar que en las miradas, hay tanto para contar y tanto por ver.
Darnos cuenta que esos instantes que se viven cuando la vulnerabilidad está en carne viva y a la vez no tenemos miedo de mostrarnos así, porque sabemos muy profundo en nuestro interior que la persona es la ideal para que nos pueda ver así.
Cuando el reloj hace su labor y los minutos de cada hora son testigos de una inmensa cantidad de momentos que ya forman parte de nuestro pasado inmediato.
A cada segundo escribimos nuestra historia.
Por momentos, no tenemos tiempo de releer lo que estamos experimentando; pero si en nuestro corazón tenemos la sensación de que es lo correcto; que lo que estamos viviendo es la mejor vivencia que podemos tener, simplemente debemos dejarnos guiar.
La sabiduría del día a día; del aprender y enseñar; de la humildad y de seguir dando lo mejor de uno.
Cada movimiento, si es guiado por nuestros latidos, serán los correctos para seguir caminando hacia la felicidad que ya estamos sintiendo.
Nos llenamos de emociones y de amor.
Nos llenamos de vida a través de la naturaleza.
Nos llenamos de recuerdos cuando nos permitimos conocer a quien se nos acerca queriendo ser parte de nuestra vida.
Nos acercamos cada vez más, cuando nos alejamos de los prejuicios.
Nos alimentamos mucho más cuando abandonamos la dieta de los "no puedo".
La única doctrina correcta es la del amor.
Las reglas y leyes correctas son las que al finalizar cada día, sentimos una enorme satisfacción de saber que fue un día productivo y lleno de paz.
La gloria que podemos sentir y saber que Dios nos acompaña y jamás nos abandonará.
Y cuando sintamos que estamos desnudos, el amor real nos cubrirá.
Pondrá a nuestro alcance, las personas correctas para que nos abriguen con amor.
Con amor, sanamos y con amor, curamos.
El amor es el único camino que existe y el que tenemos que transitar, el que tenemos que vivir.
Porque en cada día que Dios nos obsequia, podemos desnudar los sentimientos y gritar que somos libres de las opiniones ajenas, ya que en nuestro cuerpo, tenemos el tesoro más grande y se llama alma, que es hermana de la esencia y prima del corazón.
Y entre todos los parentescos que se produzcan en nuestro ser, el único padre y dueño de nosotros, es Dios.
MARIANO SANTORO