viernes, 11 de mayo de 2012

Saber amar

No existe una universidad del amor; o un lugar donde aprenderlo; sino que simplemente se siente.
No hay momento en la historia de una persona en la que no pueda sentir amor.
Una madre ama el primer latido de su hijo en gestación.
Un árbol ama la primera rama que sale de su tronco.
Un animal ama cuando se lo suelta y siente la libertad.
Amar es libertad y mientras seamos libres, amaremos.
Libres de las opiniones; libres de prejuicios y de lo que nos quieran imponer.
Amar el amor en sí, en su absoluta esencia.
Amar es aprender a hacerlo y querer amar más y más, ya que su inmensidad en infinita.
Siempre se puede amar, tan solo es cuestión de dejarse llevar por el corazón.
Amar, no significa esperar a que otro haga lo mismo; sino que se hace, se siente y se practica.
Es sentir que estamos vivos y que hay cosas, situaciones o momentos que nos generan y nos hacen amar todo lo que hacemos.
Cuando hacemos alguna actividad que nos gusta mucho; cuando podemos ver que se pasan las horas y seguimos haciendo lo mismo, ya que eso nos alimenta el alma; no sólo llenamos espacios vacíos, sino que nos da paz, nos tranquiliza y una enorme emoción nos invade al hacer algo que amamos; ahí está el amor.
No existe un lugar físico donde esté el amor y a la vez, está en todos lados.
Amor es Dios.
Amar a Dios y toda su gloria y grandeza, es lo más maravilloso que un ser humano pueda experimentar.
Alguna vez, en algún momento de nuestra historia; esa que empezamos a escribir con días de nuestra vida; en ese jardín de infantes, en esos pequeños momentos de travesuras y de risas eternas; incluso cuando abrimos por vez primera nuestros párpados y miramos a nuestros padres; ahí, es donde amamos.
No es necesario aprender a amar; lo hacemos naturalmente.
Cuando somos buenas personas y hacemos actos y obras por el bien de los que nos rodean, hay amor.
Sentimos el amor al estar con una persona y los cuerpos se aman y no son necesarias las palabras para expresar ese sentimiento; todo lo que puedan sentir, también es amor.
Saber amar, es saber vivir.
Mientras tengamos ganas de vivir una hermosa vida, amaremos hacer todo lo necesario para seguir amando.
Amando, queriendo, sintiendo, viviendo ...
y volver a amar.
Porque el amor no tiene fin.
MARIANO SANTORO