viernes, 7 de diciembre de 2012

Tiempo

He tenido tiempo para pensar y poder evaluar las situaciones que se me presentan.
Me ha faltado tiempo para poder solucionar algunos pequeños inconvenientes.
He tenido tiempo para poder querer y permitirme ser honesto con el corazón y sincero con mis acciones.
Me ha faltado tiempo para poder hacer realidad los sueños que había proyectado con una mujer.
He tenido tiempo para viajar y conocer mucho más que lugares, sino que me conocí a mí mismo en otros lugares.
Me ha faltado tiempo para dialogar, ya que de esa manera, todo es posible y todo se puede arreglar.

El tiempo es algo que podemos manejar y que nos conduce a diferentes espacios que hemos vivido en persona y muchos otros en nuestra mente.
Recordar es sinónimo de haber vivido y que en cada experiencia aprendimos y la fortaleza llega a nosotros cuando crecemos y entendimos el mensaje.
La ansiedad de querer saber todo hoy, de conocer los detalles y pormenores de todo lo que nos ha quitado tiempo.
Pero a la vez, ese tiempo quitado de a dos, nos lo ha dado la vida para nosotros, para evaluar y para reflexionar.
El tiempo es algo maravilloso, es algo que sucede y que nos permite hacer.
Me hubiese encantado tener tan solo un instante y me hubiese servido para aprovechar más una mirada; para poder decir: "Te quiero" una vez más; para entrelazar los dedos de la mano y sentir que alguien me acompañaba a caminar el camino del amor.
En un instante se nos puede ir la vida, pero también en un instante podemos decidir vivir la vida de la mejor manera posible.
El tiempo es lo que nos permite ser.
La trayectoria y la perseverancia pertenecen al tiempo.
El haber amado, querido y extrañado, son parte de nuestra historia y se ha escrito en tiempo real, aunque hoy sea parte de un pasado que se aparece cuando la añoranza nos golpea la puerta.

Para todo lo que hagamos en nuestra vida, necesitamos tiempo; mientras más tengamos, más haremos.
Y en el hacer está el acto de continuar, de seguir y de concretar cada proyecto.
Nuestro corazón es similar a un reloj; cada latido son como los segundos que vivimos y en los que en cada uno podemos decidir y a la vez disfrutar.
En nuestra mente viven los recuerdos que son parte de un tiempo vivido.
Nuestro cuerpo es una muestra de todo lo que vivimos, en cada arruga, en cada cicatriz estamos mostramos parte de un tiempo.

Y en nuestra mirada se puede ver el tiempo que le dedicamos a lo más hermoso que es mirar cada día con los ojos del amor, los que soñamos con un tiempo mejor, con una vida que nos sorprenda y que en ese tiempo que está por venir, tengamos la inmensa sabiduría de disfrutar cada segundo.
Segundos que no son de una categoría, no son de un lugar físico.
Somos Unícos y en la unidad con los que nos rodean, sumamos.
Esos segundos de tiempo, pueden ser terceros y cuartos en sumatoria a nuestra vida.
Dediquemos el tiempo que tenemos para amar.
Y recemos por más tiempo.

MARIANO SANTORO