Desde que se abren los párpados, comienza la tarea de diseñar cómo será nuestra jornada.
Dejamos atrás lo que no ha sido de beneficio y seguimos adelante con una nueva oportunidad.
Y nos permitimos sorprendernos con la belleza que se nos cruza en el camino.
Y aunque la era digital, nos quiera meter en un mundo virtual, sabremos hacer la diferencia.
Una flor, siempre será bella si la sabemos apreciar por lo que transmite.
Y puede faltar el aroma o que no sea táctil, pero la belleza sigue ahí.
Está en nuestra naturaleza el aprender a discernir qué es lo que nos emociona.
Está en los genes, el hecho de animarnos a sentir.
Generamos cariño porque nos gusta el afecto.
Y muchos creemos que somos un árbol que más allá de las adversidades, siempre crece.
Y que de las propias ramas, se extienden y crecen hojas y hasta flores.
En un planeta donde se limita a cada minuto lo hermoso que tiene y que sirve para vivirla.
Y debemos hacer foco en lo pequeño, en lo que hace modificar nuestra manera de comunicar.
Y hablamos con el cuerpo.
Y expresamos a través de obsequios.
Y el silencio de palabras, no quita que no tengamos palabras por decir.
Porque se dice muchísimo con las acciones.
Ojalá que cada pétalo que florezca, sea un paso más hacia la perfección soñada.
Ojalá que seamos lo suficientemente sabios para amar y recibir amor natural.
💜
#MarianoSantoro 羊