martes, 12 de noviembre de 2013

Tiemposibilidad

Las mismas horas que muchas veces no alcanzan para realizar todo lo que tenemos en nuestros planes.
Una extensa lista de espera.
Y en esa espera nuevamente hay tiempo y es el que suele faltar.
Citas, reuniones y compromisos en los que no llegamos a tiempo.
Pasado, Presente, Futuro.
Tiempos que marcan etapas de nuestra vida.
Vida que transcurre y se necesitan de lindos momentos para hacer un balance positivo.
Instantes que quedan grabados en nuestra memoria.
Recuerdos que regresan para hacernos sentir bien.
Todo tiempo es para vivirlo de la mejor manera.

Y en cada uno, hay muchas posibilidades.
Segundos que podemos cambiar de parecer.
Minutos de ansiedad para ver a la persona que queremos.
Horas interminables cuando nos damos cuenta que estamos solos.
Días, que nos ayudan a sanar cicatrices.
Semanas, para concretar alguna de las tantas metas que nos ponemos.
Meses, son los que tarda un niño en nacer.
Años, de sabiduría cuando crecemos y miramos hacia atrás y observamos todo lo aprendido.
Algunas veces dejamos cosas inconclusas.
Siempre es una gran palabra para comprometerse.
Nunca, es la que debemos sacar de nuestro diccionario.
Tal vez, podemos mejorar algo que no nos haga bien.

Quizás, es también una posibilidad.
Destinos, que elegimos y queremos ir hacia ellos.
Metas, para comprobar que podemos lograrlas.
Chances y decisiones.
Relojes sentimentales que funcionan con latidos del corazón.
Rapidez y lentitud que van deprisa y con pausa.
Pensar y extrañar son parte del tiempo que uno no está con la persona que quiere.
Son esas posibilidades que nos hacen saber la importancia de nuestros sentimientos.
El tiempo tiene su propia velocidad.
La posibilidad tiene su propia fe.
Todo es posible, si lo creemos.
Y así tendremos ese tiempo necesario para amar.

MARIANO SANTORO