Inocente amor; un beso a la vez.
La lluvia de emociones que se produce en el interior; donde no importa lo que pase afuera.
El mundo, nos brinda experiencias y entre ellas, están las que sirven para aprender.
Un hombre y una mujer pueden sufrir.
Un niño y una nena, sólo disfrutan de todo lo bello.
La inocencia toma el control de ambos y todo fluye con naturalidad.
Las miradas cómplices, las ganas de besarse y la timidez no los deja.
El pasado les hace compañía para poder hablar, pero el diálogo verdadero es este regalo del presente.
Llamadas que marcan coincidencias.
Crecimiento donde la niñez es la más sabia.
Horas que pueden ser días.
Momentos que pueden duran más que una noche.
Ya que no existe el tiempo cuando hay un inocente amor.
Toda la energía del mar puede admirar a una bella flor.
Risas y alegría en calidad, son las que pertmiten disfrutar ese encuentro.
2 almas con buena esencia que logran una sintonía de luz.
Una armonía de palabras que hacen que la música se transforme en un beso.
Besos y pétalos de la misma flor.
Romántico presente que mira hacia un destino de amor.
La pureza de la naturaleza, provocan ternura.
Y nuevamente los besos que son pura dulzura.
2 niños que se miran por dentro y encuentran caminos iguales.
2 semillas de un sólo árbol que aún no ha sido plantado.
Todo se resume entre un romance del mar y de una flor.
Agua y fuego; inocencia y pasión.
Y las palabras son un murmullo que se desvanece porque abren el camino para un beso tierno.
Nada de lo que hacen está descuidado, nada es al azar.
Juegos mentales donde 2 niños ya grandes, juegan a vivir en un mundo ideal.
Inocente amor, inocente flor que acaricia a la vida.
MARIANO SANTORO
La lluvia de emociones que se produce en el interior; donde no importa lo que pase afuera.
El mundo, nos brinda experiencias y entre ellas, están las que sirven para aprender.
Un hombre y una mujer pueden sufrir.
Un niño y una nena, sólo disfrutan de todo lo bello.
La inocencia toma el control de ambos y todo fluye con naturalidad.
Las miradas cómplices, las ganas de besarse y la timidez no los deja.
El pasado les hace compañía para poder hablar, pero el diálogo verdadero es este regalo del presente.
Llamadas que marcan coincidencias.
Crecimiento donde la niñez es la más sabia.
Horas que pueden ser días.
Momentos que pueden duran más que una noche.
Ya que no existe el tiempo cuando hay un inocente amor.
Toda la energía del mar puede admirar a una bella flor.
Risas y alegría en calidad, son las que pertmiten disfrutar ese encuentro.
2 almas con buena esencia que logran una sintonía de luz.
Una armonía de palabras que hacen que la música se transforme en un beso.
Besos y pétalos de la misma flor.
Romántico presente que mira hacia un destino de amor.
La pureza de la naturaleza, provocan ternura.
Y nuevamente los besos que son pura dulzura.
2 niños que se miran por dentro y encuentran caminos iguales.
2 semillas de un sólo árbol que aún no ha sido plantado.
Todo se resume entre un romance del mar y de una flor.
Agua y fuego; inocencia y pasión.
Y las palabras son un murmullo que se desvanece porque abren el camino para un beso tierno.
Nada de lo que hacen está descuidado, nada es al azar.
Juegos mentales donde 2 niños ya grandes, juegan a vivir en un mundo ideal.
Inocente amor, inocente flor que acaricia a la vida.
MARIANO SANTORO