sábado, 30 de enero de 2016

Celuloide

Había una vez un niño que ya se había hecho adolescente y se puso a jugar.
Comenzó a investigar todo lo que podía.
Su mirada se afinó y cada vez, podía observar mejor la vida.
Muchas personas confiaban en él y así, fue que aprendió a juntar anécdotas e historias ajenas.
Y él, también era protagonista de las propias.
Las emociones, se presentaron un día y convivían todas juntas, con todo lo que eso implicaba.
Y hubo desbordes, porque fueron necesarios para el aprendizaje.
Y la velocidad con la que se vivía, a la vez, tenía tiempo de hacerse casi en un cuadro por cuadro.
La memoria se hizo fuerte y con mucho espacio para acumular información.
Y no todo era necesario, pero los silencios de las palabras jamás dichas, también iban a los recuerdos.
Y hubo timidez, hubo temores lógicos y algunos, inventados por la propia mente.
Vivir, era cada día una nueva oportunidad y una sabia experiencia.
Y este adolescente con corazón de niño, se llenó de arte.
La música lo envolvió y pudo soltar lágrimas por no haber actuado a tiempo.
Y la actuación también llegó a él, para liberar lo que se generaba en su interior.
Y eso también era creatividad, porque todo se transformó en diseño.
Y todo junto era como una gran película que se escribía al instante.
Ese Celuloide, lleva en sus diapositivas, amores de todos los colores que fueron situaciones y hoy son historia.
Y parte de su historia persona, se sigue escribiendo hoy día, sumando arte, sumando vivencias, sumando latidos.
MARIANO SANTORO

viernes, 29 de enero de 2016

Viaje interior

El viaje interno no se trata de escapar, sino de permitirnos reencontrar con nuestra verdadera esencia.
En el trayecto ya vivido, hemos dejado estelas de situaciones y complicaciones.
Hemos conocido la oscuridad y pudimos aprender a valorar la luz.
Y le dimos más valor a la luz interior.
En toda la búsqueda sin llegar a destinos anhelados, aprendimos que la verdad no es un lugar ni un espacio.
Conocimos el dolor y hubo días en los que quisimos hasta salir de nuestro cuerpo.
No fue tarea fácil soportar, pero comprobamos que la voluntad fue más fuerte que nuestros pensamientos.
Y un día, nos dimos cuenta que la edad era más que un número y que el mismo, avanzaba y no teníamos un manual de instrucciones para las diferentes etapas.
Pero también supimos, porque escuchamos una voz bien profunda, que nos decía que ese niño que fuimos, vivía eternamente en nuestro ser, que se alojaba en el alma y viajaba por el corazón.
Ese mismo niño, se hizo experto y nos enseñaba mucho más de lo que el exterior tenía para ofrecernos.
Y el adulto que ya es parte de nuestra piel, conversa y dialoga con ese niño y la amistad se fortalece.
Y llegado un día común, aparentemente normal, comenzamos ese viaje.
Las ganas aparecen y crecen a cada avance.
Y no es alejamiento, sino que nos acercamos mucho más a nuestro ser.
Y nuestro niño, nos marca el camino, es el guía perfecto en este viaje interno.
Recibimos una hermosa ayuda, porque nos hace recorrer caminos llenos de bellos momentos que son parte de nuestra memoria y teníamos olvidado.
Los recuerdos llegan y emocionan, porque nos hacen ver que tuvimos una linda vida.
Renovamos energías y potenciamos las ganas de seguir viajando, porque las sorpresas están a cada segundo.
Y el tiempo que es ahora mismo, se disfruta más cuando nuestro corazón nos marca el ritmo exacto y sentir que todo es eterno.
MARIANO SANTORO

lunes, 25 de enero de 2016

Puerta a la vida

La maravillosa experiencia de vivir, nos permite disfrutar de muchos instantes interesantes.
Es la gran oportunidad que se divide en días para que podamos tomar la decisión de poder elegir lo mejor para nosotros en cada amanecer.
Y es muy probable que hayamos tenido que pasar por noches en las que la oscuridad, nos frenaban y se llenaban de miedo y temor.
Las pruebas que hemos vivido, fueron para aprender.
Y aunque hayamos sufrido, han servido para algo más importante que nuestra mente logrará discernir llegado el momento.
Quizás perdimos alguna gente en el camino, pero nos hemos encontrado a nosotros mismos.
Quizás se hayan cerrado algunos círculos tóxicos y el dolor, ya ni queda en el recuerdo.
Quizás tengamos que afrontar situaciones duras para valorar más cuando llegan las buenas.
Y hoy queremos abrir esa nueva puerta.
Una puerta a la vida.
Con todo un mundo por descubrir y reencontrar lo que nos haya sido útil para sabernos emocionales.
Detrás de esa puerta, está lo que ya es hora de dejar bien atrás, en el olvido.
No vemos el detrás, porque no queremos ni debemos mirar hacia atrás.
Todo lo que está delante, es para seguir avanzando.
La puerta la abrimos y miramos para sorprendernos.
En cada paso que damos hacia esa puerta que se abre, nuestro cuerpo se llena de entusiasmo y renueva esperanzas.
Lo desconocido que se encuentre en el trayecto, será novedoso y gracias a la experiencia, podremos saber cómo actuar llegado el momento.
Una puerta a la vida, nos aleja de pasados tormentosos, porque hay un sol que se anima a brillar y se conecta directamente con nuestro ser.
Demos la bienvenida y agradezcamos que podamos ver esa puerta, porque nuestra visión se ha abierto a un mundo mejor.
MARIANO SANTORO

martes, 19 de enero de 2016

Paciencia

Paciencia es saber esperar, es comprender que existe un tiempo en el que lo que tiene que llegar, llegará en el instante preciso.
Paciencia es lograr la paz interior para saber que no podemos adelantar el tiempo.
Es ocupar la mente con otras actividades, porque de ponernos a pensar en lo que queremos, nos provoca ansiedad.
No hay máquinas del tiempo y nosotros, no somos máquinas que podemos programarnos.
Por eso es importante aprender a controlar nuestras emociones.
Y desde ya, gerenciar todo lo que llega a nuestra cabeza, porque la espera puede hacerse extensa.
Paciencia es poder darle un buen uso a un lindo sillón y sentarnos.
Pero la vida, puede pasar mientras estemos sentados, así que es importante aprender a hacernos tiempo para hacer muchas cosas.
No que nos agoten ni que nos quiten todo el tiempo o el ocio, sino que disfrutar de los momentos y hacerlos lo más perfectos posibles.
La paciencia se puede lograr con ejercicios y siendo conscientes de que cuando en nuestro corazón se instala una idea, si le sumamos ganas y le ponemos voluntad, llegará sola.
No dejemos que la vida suceda mientras esperamos por sueños que quizás, sean ajenos.
Lo que ha nacido con nosotros, podemos edificarlo y hacerlo fuerte si le hemos echado buenas raíces.
Lo que sale desde el amor, crece con afecto verdadero.
El lugar y espacio que nos gusta ocupar, puede hacerse grande si le ponemos cariño a cada rincón.
Arreglando el entorno que convive con nosotros, podemos crear un ambiente agradable y ameno.
Y toda la larga espera, podemos ocuparla utilizando el tiempo, haciendo buen uso de nuestra creatividad y activando energías guardadas.
El cuerpo comienza a sentir tranquilidad y la calma llega a todo nuestro ser.
Nos vamos contagiando de una hermosa paz interior que llena cada célula.
Amigarnos con la paciencia es dejar que ella haga su trabajo y relajarnos hasta que llegue el momento de ver lo que tanto anhelábamos, que hoy ya es una realidad en este bello presente.
MARIANO SANTORO

miércoles, 13 de enero de 2016

50 vidas

El destino bien sabe de caminos y cruzó a 2 personas que no se buscaban, pero sí que se encontraron.
La luna bien sabe de noches y fue allí donde pasaron muchos momentos de diversión.
Y el día, los unió.
Llegado un determinado instante, comenzaron a transitar la vida.
La misma vida que los llevaría por situaciones adversas, pero sabiendo que en la unión, todo sería mejor y posible.
Los valores personales se unían sabiendo que se encontrarían con otros y así, seguirían compartiendo mucho más que códigos.
La brillantez de las personalidades iluminaban cada espacio.
Los lugares se alimentaban de ambas presencias.
Y las sonrisas se hicieron una hermosa costumbre.
Se hablaban con la mirada y las palabras quedarían para otros momentos.
Los sentimientos tomaron un rol muy importante y eso los mantiene juntos.
Porque aunque haya cruces y algunas peleas, saben que nacieron uno para el otro.
Se miraron tantas veces que decidieron potenciar la vida que habían elegido.
Y como todo en el amor, multiplicaron lo que ambos sentían.
Pero eso recién llegaría en un futuro que aún hoy es presente.
50 vidas han vivido y conocieron su propio interior.
Los años de sabiduría fueron maestros emocionales.
Y ambos saben que la libertad es clave para poder continuar, con el debido respeto y confianza.
Como una rosa que se hace eterna cuando se la baña en el amor que se puede sentir por otra persona y se hacen un sólo ser; una belleza para admirarla por siempre.
MARIANO SANTORO

jueves, 7 de enero de 2016

Cree en ti

Es el momento ideal en el que necesitas mirar hacia tu interior.
Ya la búsqueda se ha hecho extensa y por fuera, no encontraste lo que necesitabas.
El afuera, sólo ha sabido entretenerte hasta este instante.
Ha llegado el tiempo de ese viaje que querías hacer.
Y no hay lugar físico que pueda representar todo lo que vos mismo eres poseedor.
Ese lugar mágico y especial, único y poderoso, está en tu interior.
El trayecto, puede llegar a ser una de las cosas más sorprendentes que hayas visto alguna vez.
Porque principalmente, es mayor a la visión, ya que se trata de sentir lo que pasa en tu ser a medida que avanzas rumbo a tu núcleo.
Y es probable que hayas conocido la oscuridad y esta vez, será muy fuerte con tu luz.
La luminosidad vive en ti y el brillo es eterno.
La eternidad es una de las nuevas palabras a las cuales tendrás que adaptarte, porque ya todo en vos será eterno.
Al igual que tu Dios, que vive en vos y desde el amor, te hace más fuerte cada día.
Un mar lleno de energía te inundará de su amor para que puedas darle sentido a tus acciones a partir de este día.
Y los diferentes tamaños de las cosas a las que creíste hasta hoy, serán pequeños al lado de todo lo nuevo que llega hacia ti.
Cree en ti, porque tienes el gran poder de tomar decisiones.
Cree en ti, porque las elecciones que deberás tomar, es la de ser más feliz en cada amanecer.
Cree en ti, porque todo a tu alrededor en el que poses tu mirada, se modificará.
Cree en ti, porque encontrarás las formas en las que tu solidaridad, tendrá mucho más valor y poder.
Cree en ti, porque la sanación ya vive en vos y el amor, el verdadero amor, será el único alimento necesario para vivir.
MARIANO SANTORO

viernes, 1 de enero de 2016

Un nuevo comienzo

Un nuevo comienzo, una nueva oportunidad para abrir las jaulas que intentaron cerrar nuestra esperanza.
La vida se abre de brazos para darnos su cálido amor.
La libertad de ser, nos permite accionar desde el corazón y ser todo lo que alguna vez soñamos.
Podemos sentirnos tan niños como queramos, porque desde ese fantástico estado de inocencia, sumando la experiencia vivida, disfrutamos más de lo que llegue y estaremos más y mejor preparados.
Qué belleza de regalo nos brinda la vida al poder sentirnos libres y con nuevas ideas y proyectos.
Brindis que choca con personas que uno ama y se genera una energía especial.
Palabras que no dejan de ser simples, pero su contenido es inmensamente profundo.
Todo lo expresado, sale sin filtro desde el alma.
Y son deseos que se eternizan, porque ya se hacen su lugar en los mejores recuerdos.
Esos instantes que se suman a cada segundo, ya conocen el camino hacia su espacio en nuestra memoria.
Y los mismos espacios que protegemos son los que queremos ampliar a través de la libertad.
Salir a disfrutar de la vida, nos emociona, porque percibimos que habrá sorpresas.
Y nuestra vivencia, sabrá diferenciar lo necesario para potenciar lo que somos.
Abrimos las puertas porque somos dueños de las llaves correctas.
Abrimos el ser y fortalecemos la fe con la energía que entra naturalmente.
Y somos libres porque ya no sólo se trata de libertad de pensamientos, sino de ser emocionalmente libres.
Ya no hay ataduras, porque desde la dulzura del cariño, hemos sabido reconocer que ya superamos etapas.
Ya no hay dolor, porque el olvido se hizo arte y lo sabemos utilizar.
Un nuevo comienzo está por delante y lo vamos a transitar con todo el poder del amor que vive en nuestro ser.
MARIANO SANTORO