Suele ser demasiado fácil perderse cuando uno no tiene un rumbo fijo.
Las metas, son una tarea que cada persona debe tener en cada amanecer.
Despertar luego de haber soñado no sólo con un amor de pareja, sino con ilusiones y deseos por cumplir.
Y cumplir con nuestra perseverancia para hacerlos realidad.
Salir a la calle y cruzarse con una gran cantidad de personas, cada una con su velocidad.
Vivir apurado, no te deja llegar antes a tu destino.
El destino personal, es mucho más que la obligación cotidiana y laboral.
Poder llegar, significa: "Lo logré".
Y obtener esos logros, se consigue con la fe en nosotros mismos.
Creer en nosotros, está basado principalmente en una buena autoestima.
Visualizar una misión, es comenzar a construirla en la mente y de a poco, llevarla a la práctica.
Abrazarnos con más fuerza cada día a esa idea que nació en un pensamiento y lograr que podamos verla en la realidad.
Querer una idea, porque nació en nosotros.
Somos los padres y creadores de lo que estamos por hacer en este viaje hermoso llamado vida.
Nuestra mirada debe dirigirse hacia el mejor lugar que pueda existir.
Hacia tu corazón.
Ya que ahí se encuentra todo lo necesario para salir adelante en todo sentido.
Viaje interno en donde se encuentran todas las respuestas.
Y donde la pasión por lo que amamos, se hace eterna.
MARIANO SANTORO