martes, 30 de marzo de 2021
Bailar y volar
martes, 23 de marzo de 2021
Linda noche
domingo, 21 de marzo de 2021
Poesía
Una nueva estación te da la bienvenida.
Te saluda y te abraza, con el anhelo de que sepas disfrutarla.
Algunas hojas se deslizan delante de tus pasos; son los que te marcan el camino lleno de sorpresas.
Pasaste veranos con amores incompletos y hoy te encuentra el Otoño dorado.
Tu vestimenta cambia, porque vos has cambiado, has crecido.
Juegos seductores con la sombra, porque bien sabés que lo más importante es tu luz.
Ya no hay tiempo para revolver, sino que es hora de construir.
Felicitate porque tu árbol personal sigue creciendo.
Y si hay hojas que caen, ya cumplieron su misión.
El verde esperanza te sabrá esperar en algún rincón de tus deseos.
Y todo el amor que supiste dar, hoy son semillas esparcidas en tierra fértil.
Misteriosa y mágica mujer con todas las letras.
Un alfabeto de admiración, bondad y carisma.
Divina espiritualidad, gratitud y honestidad.
Inteligente justicia, leal maestra de la nobleza.
Oportunidades positivas quieren resaltar sueños tranquilos, una vez más.
Cuerpo celestial, con angelada belleza.
Pueden llamarte por tu nombre o por los títulos que te ha dado la vida.
Pero para mí, siempre serás poesía.
MARIANO SANTORO
viernes, 19 de marzo de 2021
Hoja de amor
miércoles, 17 de marzo de 2021
Lee tu ser
Es probable que nuestro hogar tenga alguna biblioteca.
Más allá de las épocas y modas, suele ser muy agradable ver una pared repleta de obras escritas.
Y en algún momento de soledad, o incluso de aprendizaje, tomamos uno de esos libros.
La íntima conexión que se genera al sentarnos a leer y entrar en ese mundo, es fascinante.
Volar, si así lo requiere la historia.
Entrar en lugares sumamente peligrosos para descubrir al héroe que vive en nosotros.
Y las historias románticas, para recordar o bien anhelar querer ser el protagonista.
Regalarnos unas horas de paz, ante la velocidad mundana.
Y desnudar el alma, es la mejor tarea por cumplir.
Pero más allá de cada libro, lo que importa es saber llenar las páginas de nuestra propia vida.
Salir de nuestro ser, de nuestro cuerpo y animarnos a observar lo que vemos.
Alejados de la crítica y sí, teniendo una mirada profunda de lo que hemos logrado con lo que somos.
Hojear algunas anécdotas que escribimos en tiempos adolescentes, sin arrepentirnos, sino con la sabiduría de que si algo no logró su misión, era por algo.
Nunca juntar culpas por no hacer y menos, por lo que hubiéramos hecho o no.
Es simple, aunque duela reconocer; pero no se dio, no funcionó.
Y en este presente de paciencia, bucear dentro del mar de la tranquilidad.
Leyendo al ser, al que construimos con esfuerzo.
Leyendo las huellas que se hicieron piel.
Leyendo al corazón, que en cada latido, nos dice hacia dónde quiere viajar.
MARIANO SANTORO
lunes, 8 de marzo de 2021
Desde la mujer
Cualquiera puede sentirse perdido, pero desde la mujer, el camino puede mejorar.
Desde la profundidad que supo conocer, hasta la superficie de lo real.
Bella flor de loto que renace de toda la oscuridad para potenciar su mejor brillo.
Ha nadado por todos los océanos emocionales.
Y cuando la tristeza quiso instalarse en su vida, se corrió lo suficiente para darle más valor a su felicidad.
Amar desde su propio mar.
Querer progresar, por satisfacción personal.
Y la niña interna, que siempre se da una vuelta por su presente para mostrarle que la esencia, perdura.
Desde la mujer, uno encuentra la mejor compañía.
La contención incondicional, que abraza y cura.
Desde su visión, uno aprende a observar todo lo bueno de la vida.
Estrella de mar y dueña de su universo.
Semillas de paciencia que se dan el lujo de transformarse en bellas plantas.
Rosas amorosas que con sus pétalos, acarician el ser.
Agua energética que sabe salir a flote.
Amiga de la sabiduría y madre de la experiencia.
Hija de la resiliencia y compañera de quien sepa valorarla.
Mujer eterna, con aroma a vida.
Desde la mujer, al corazón de cada ser humano.
MARIANO SANTORO
jueves, 4 de marzo de 2021
Bendigo
Bendigo mi despertar, porque es el primer momento en que puedo agradecer.
Alabar la divinidad que me permite disfrutar de un día más.
La sumatoria de experiencia, en la que uno se vuelve constructor.
Ladrillos de esperanza y felicidad, que se apilan junto a la alegría y al amor.
Elevar el ser que edificamos.
Levantar la mirada y sentir el baño de humildad de la naturaleza.
Bendigo mis manos, las mismas con las que puedo expresar las palabras que mi cuerpo quiere decir.
La garra con la que me aferro a todo lo que me hace bien.
Abrazarme a los recuerdos, para entender más el presente.
Aplaudir mis logros, para potenciar mi autoestima.
Valorar los silencios que me ayudan a limpiar los pensamientos.
Discernir ambos lados y elegir siempre la luz.
Dejar que el brillo de las personas que me quieren, me sanen.
Bendigo mi creatividad, porque abro puertas del arte.
Juego con mi niño interior y le dedico un rato para escucharlo.
Reflexiono sobre las misiones que en cada amanecer, me presenta la vida.
Dejo al corazón que se engrandezca de emoción, por sentirme buena persona.
Bien decir en mi accionar, porque es la mayor confirmación que cualquier examen puedo aprobar.
Me alimento con el lenguaje espiritual, porque sé que aún hay mucho por aprender.
MARIANO SANTORO