Las plazas ya no suelen tener arena y por eso, a veces viajo con mi mente para encontrarme con el mar que vive en mí.
La sonrisa siempre está al alcance de quien sepa valorarla.
Y hasta es probable que suelte una carcajada si algo me divierte en demasía.
Sí, reír: con ganas y con mucha fuerza.
Demasiado he pasado como para privarme de algo tan sanador.
La inocencia también ha crecido y hoy es una señora experiencia.
He sabido construir parejas que no llegaron a poner una base sólida.
Hasta he querido más de lo que me daba cariño a mí mismo.
Hasta que un día, la autoestima me dijo que era hora de ponerme en primer lugar.
Hoy es una fiel amiga y va conmigo a todas partes.
Logrando la entereza de mi dignidad.
Me desconecto virtualmente para darle realidad a mi existencia.
Conectar con lo que me transporta.
La movilidad de mis emociones que piden salir a jugar.
La libertad que me gané y no se cambia por nada ni nadie.
Coleccionista con valores humanos.
Calidad en mis palabras.
Cantidad de anécdotas para entretener los encuentros.
Recordando lo positivo, porque me da motivo para agradecer al niño que soy.
💜
#MarianoSantoro 羊