martes, 15 de septiembre de 2009

Hoja en blanco

Al igual que cuando empezamos el primer día de clases. Con nuestro cuaderno nuevo y con ganas de llenarlo con toda la sabiduría que está por venir; así, debemos enfrentarnos al amor.
Poder escribir con la mejor letra posible y sin mancharlo, ya que esa pequeñas huellas son las que a futuro (en caso de dejarlas ahí), nos harán mucho daño.
Soñemos y fantaseemos, porque al comienzo todo es maravilloso.
Escribamos lo que verdaderamente sale de nuestro corazón, sin temores, ya que nada impuro sale de ese lugar que nos permite vivir.
Permitamos leer a nuestra maestra, a esa otra persona que queremos compartir mucho más que anécdotas.
Dejemos expresado todo lo que necesitamos, lo que somos capaces de permitir y todo lo que estemos dispuestos a mejorar, con tal de una vida de a 2.
Forremos el cuaderno con las mejores fotos de los recuerdos que están naciendo.
Muchas sonrisas, abrazos y mimos.
Todo momento que ya es parte de ese pequeño pasado con ganas de crecer día a día y ser un hermoso futuro.
Empecemos en blanco; sin arrastrar otros cuadernos que fueron parte del pasado.
Se puede una vida de a 2, no es fácil, pero entre ambos, se puede lograr. Una pareja son 2, no uno solo. Cada cual, hace su parte y entre ellos, forman algo bellísimo. Por eso, es lo que debemos luchar, no permitir otra clase de luchas.
No podemos dejar ni hacer mal al que está a nuestro lado, ya que si se acercó o nos permitió estar a nosotros, es por un motivo. Las oportunidades pueden ser infinitas, pero siempre que demos lo mejor y del otro lado, lo vean así.
La simplicidad, lo cotidiano; dejar que salga nuestra parte de niño, lo inocente, lo invaluable.
Abrir el corazón y dejar entrar a quien lo merezca. No juguemos con él. No hagamos más cicatrices. No es tan duro como parece. Los golpes, los recibe y cuesta muchísimo superarlos.
Mostremos que tenemos ganas de ser felices, de estar con alguien y que a modo de misión, de meta para nuestra vida, estamos seguros de dar lo mejor.
Nuestra otra mitad, recibirá todo mensaje y señal y ahí, comenzarán a escribir esa gran novela, donde serán protagonistas y el éxito, depende de lo que cada uno haga y diga cada día.
El único rating que tiene que tener, es el que dicte los latidos del corazón y el deseo de querer seguir escribiendo a futuro.
MARIANO SANTORO